Preocupa a CIDH vulnerabilidad de mujeres defensoras de derechos humanos

miércoles, 29 de noviembre de 2017 · 14:09
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó su “gran preocupación” porque las mujeres defensoras de derechos humanos se enfrentan cada vez más a desafíos específicos al desarrollar su labor de defensa, incluida la discriminación en función de las concepciones estereotipadas de género que les han sido atribuidas a su sexo. En un comunicado, el organismo destacó que ha constatado que subsiste en la región un contexto de violencia y discriminación estructural contra las mujeres. “En tal contexto y al desafiar estereotipos machistas que reprueban su participación en la vida pública, las mujeres defensoras de derechos humanos enfrentan una situación de particular vulnerabilidad”, apuntó. Ellas están expuestas a actitudes misóginas, amenazas de agresión sexual, difamación basada en el género y cuestionamiento de su “feminidad” o sexualidad. En ese sentido, la estigmatización y deslegitimación tienen un impacto diferenciado en las mujeres defensoras de derechos humanos, en la medida en que muchos de estos hechos lesionan y violentan su condición de género. Adicionalmente, añadió, en muchas ocasiones hay intersección con discriminación racial cuando las defensoras son de origen indígena o afro descendiente. “Es necesario que los Estados reivindiquen y garanticen el derecho de todas las mujeres a ser valoradas, libres de patrones estereotipados de comportamientos basados en conceptos de subordinación o de inferioridad, y esto incluye a las mujeres defensoras de derechos humanos”, afirmó la comisionada Margarette May Macaulay, Relatora para los Derechos de las Mujeres de la CIDH. Con motivo del Día Internacional de las Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, el organismo reconoció la labor fundamental que realizan las defensoras en la promoción y defensa de los derechos humanos en la región, e instó a los Estados a garantizar y respaldar su derecho a defender derechos, además de adoptar medidas de protección integrales, adecuadas y especializadas que incorporen una perspectiva de género, garantizando que las defensoras puedan realizar libremente su labor. Sostuvo con preocupación que en los últimos años la defensa de los derechos humanos en América “se ha convertido en una labor extremadamente peligrosa”. Las defensoras y los defensores, apuntó, son constantemente víctimas de criminalización, detenciones arbitrarias, asesinatos, ataques y amenazas, entre otros actos de violencia. Datos de 2016 recibidos por la CIDH evidencian la gravedad de la situación en la región: del total de asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en todo el mundo, tres cuartos ocurrieron en América, puntualizó. Y precisó que ha constatado que la violencia por razón de género puede verse agravada por las crisis políticas, económicas o sociales, los disturbios, las emergencias humanitarias y naturales, así como por situaciones de degradación o de destrucción de los recursos naturales. De igual manera, recordó que los Estados deben reconocer pública e inequívocamente el papel fundamental que ejercen las defensoras de derechos humanos para la garantía de la democracia y del Estado de Derecho en la sociedad, y cuyo compromiso se debe reflejar en todos los niveles estatales, sea municipal, estadual o nacional.

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