Tiroteo en Texas, "un problema de salud mental, no de armas": Trump

lunes, 6 de noviembre de 2017 · 12:57
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente estadunidense, Donald Trump, aseguró este lunes que el tiroteo donde murieron 26 personas en Texas es una cuestión de “salud mental” y que el acceso a las armas en su país no es el problema. “Tenemos un montón de problemas de salud mental en nuestro país, pero no es una situación imputable a las armas”, afirmó en rueda de prensa en Tokio, primera escala de su gira por Asia. Múltiples armas fueron encontradas en el auto del responsable, que fue procesado por expertos en explosivos. “Tenemos varias escenas de crimen. Tenemos la iglesia, afuera de la iglesia. Tenemos el lugar donde fue localizado el vehículo del sospechoso”, dijo Freeman Martin, responsable de las fuerzas del orden en Texas.. Vestido completamente de negro, Kelley abrió fuego afuera de la iglesia antes de entrar y seguir disparando, detalló. Las víctimas, con edades desde los cinco a los 72 años, asistían al servicio de la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, una localidad rural de unos 400 habitantes y ubicada 50 kilómetros al sureste de San Antonio. El tirador, identificado como Devin Kelley, de 26 años, fue descrito por las autoridades como un joven blanco que fue encontrado muerto en su auto tras ser confrontado por un residente local. La Fuerza Aérea dijo que Kelley prestó servicio en una base de Nuevo México desde 2010, antes de ser juzgado por una corte marcial en 2012 por agredir a su esposa e hijo. Fue sentenciado a 12 meses de confinamiento y recibió una baja por “mala conducta”, según dijo a AFP Ann Stefanek, portavoz de la Fuerza Aérea. “Cuando salía de la iglesia, un residente local tomó su rifle y enfrentó al sospechoso. El sospechoso dejó caer su arma y huyó. El ciudadano persiguió entonces al sospechoso”, detalló Martin. Las autoridades encontraron a Kelley muerto en su auto, que se había estrellado. No quedó claro si se suicidó o fue herido por el ciudadano que le confrontó. “La tragedia se profundiza por el hecho de haber ocurrido en una iglesia, un lugar de adoración, donde estas personas fueron baleadas”, dijo de su lado el gobernador de Texas, Greg Abbott, advirtiendo que la cantidad de fallecidos podría aumentar. Los heridos fueron llevados a varios hospitales con “heridas que van desde menores a muy severas”, detalló Martin. Entre los fallecidos está la hija de 14 años del pastor Frank Pomeroy, dijo el líder de la iglesia a ABC News. Entre las víctimas, algunas evacuadas en helicóptero, está un niño de seis años llamado Rylan, que era sometido a cirugías tras recibir cuatro disparos, según dijo su tío a CBS News. Otro pequeño de dos años también fue herido de bala, reportó un diario local. (Con información de AFP) tm

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