'No renunciaré a la presidencia de Brasil”, advierte Michel Temer
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente de Brasil, Michel Temer, negó que vaya a renunciar tras las acusaciones que lo vinculan a una trama de corrupción y la compra del silencio de un exparlamentario, señalamientos por los que el mandatario se declaró inocente.
La indagación contra el mandatario brasileño por obstrucción a la justicia fue autorizada este jueves por el Supremo Tribunal Federal (STF), y Temer pidió que este proceso se lleve a cabo rápidamente.
“No renunciaré, sé lo que hice y sé la corrección de mis actos. Exijo una investigación plena y muy rápida”, dijo Temer en un rápido pronunciamiento televisado desde el Palacio del Planalto, sede de la presidencia de Brasil.
La acusación contra Temer incluye una grabación realizada por el empresario Joesley Batista, de la empresa JBS, en la que el mandatario le incita supuestamente a proseguir con pagos a Eduardo Cunha, expresidente del Congreso condenado a 15 años de cárcel por corrupción.
“En ningún momento autoricé que se pagase a nadie para estar callado. No tengo nada que esconder. Siempre honré mi nombre”, alegó Temer, de acuerdo con un despacho de la agencia Notimex.
En su mensaje público, el presidente exigió acceso a las grabaciones realizadas “clandestinamente” cuando conversaba en marzo con Batista, dueño de la mayor exportadora de carne del mundo.
En los audios, que todavía no han sido publicados, Temer supuestamente apoya la compra del silencio de Eduardo Cunha, impulsor del juicio político contra Dilma Rousseff, y también indica a un diputado como mediador para negociar un pago a cambio de favores políticos prestados a JBS.
Seguimientos posteriores de la policía federal brasileña confirmaron que el diputado indicado por Temer se reunió con representantes de JBS y recibió dos pagos de 500 mil reales (unos 165 mil dólares).
Filtraciones publicadas este día por el diario O Globo aseguran que Temer habría ofrecido a JBS cargos para hombres de su confianza en instituciones como el Banco Central, la Hacienda brasileña y el Cade, una institución que supervisa el cumplimiento del libre mercado en Brasil.
La compañía de Batista, la mayor donante en las elecciones de 2014 con más de 130 millones de dólares, tendría tal influencia que el empresario habría sido alertado por el propio Temer en marzo de la reducción de las tasas de interés bancario antes de que el Banco Central la ejecutara.
Tres parlamentarios presentaron en el Legislativo peticiones de apertura de juicio político contra Temer tras las revelaciones de la víspera, mientras varios de sus ministros dijeron que saldrán del Ejecutivo si el mandatario no renuncia.
Pese a que la oposición de izquierda pide la dimisión de Temer y la convocación de elecciones presidenciales, la Constitución brasileña no permite actualmente esa posibilidad.
En caso de renuncia o caída por impeachment, Temer sería sustituido por un candidato elegido por elecciones indirectas, es decir, escogido por el Congreso brasileño, tras un periodo transitorio en el que asumiría la jefatura del Estado el presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, investigado también por corrupción en la Operación Lava Jato.