CIUDAD DE MÉXICO (apro).— El Papa Francisco aprobó una nueva norma eclesiástica para que una persona pueda ser canonizada, la cual consiste en ofrecer por “caridad” y “heroicamente” la vida a favor del “prójimo”, aceptando así una “muerte cierta y prematura”.
A través del “motu proprio” titulado Maiorem hac dilectionem, el pontífice abrió esta nueva vía para acceder a la canonización.
Ahí explica que ya pueden ser santos quienes “impulsados por la caridad, han ofrecido heroicamente su propia vida por el prójimo, aceptando libre y voluntariamente una muerte cierta y prematura”.
Esta es una cuarta vía para poder ser canonizado, por lo que se agrega a las tres que ya existían anteriormente y que son: haber muerto a través del martirio, haber ejercido las virtudes cristianas a un grado heroico o haber tenido en vida una reputación inmaculada.
En esta nueva disposición papal, se argumenta que quienes dan su vida por “caridad” merecen igual admiración que quienes mueren por “martirio de sangre” o por vivir heroicamente las virtudes. De ahí que también merezcan ser santos. Dice textualmente el documento:
“El heroico ofrecimiento de la vida, sugerido y sostenido por la caridad, expresa una verdadera, plena y ejemplar imitación de Cristo y, por lo tanto, es merecedor de aquella admiración que la comunidad de los fieles suele reservar a aquellos que voluntariamente han aceptado el martirio de sangre o han ejercido en grado heroico las virtudes cristianas”.
Y todos los candidatos a santos a través de esta nueva vía –concluye el documento— deberán acreditar un milagro antes de la beatificación, que es el paso previo para la canonización.