En su segundo día, Bolsonaro asesta golpe a indígenas, ONG y a la comunidad LGBT
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– En su segundo día como presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro decidió traspasar al Ministerio de Agricultura la administración de las tierras indígenas, lo que provocó fuertes críticas de organizaciones indigenistas y defensoras del medio ambiente.
Además, determinó que las organizaciones internacionales y las no gubernamentales sean supervisadas por la Secretaría del Gobierno, que depende de la Presidencia.
Además, excluyó a la población LGBT de los beneficios del recién creado Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos.
Para defender su decisión sobre los territorios indígenas, Bolsonaro publicó en Twitter que: “Más del 15 por ciento del territorio nacional es demarcado como tierra indígena (…) y menos de un millón de personas viven en esos lugares aislados de Brasil”.
Agregó que dichas personas son “explotadas y manipuladas por organizaciones no gubernamentales”.
Hasta ahora, la administración de las tierras indígenas estaba a cargo de la Fundación Nacional del Indio (Funai), vinculada al Ministerio de Justicia y que ahora pasa al de la Mujer, Familia y Derechos Humanos.
El Ministerio de Agricultura suele estar del lado de los intereses del agronegocio, por lo que está en permanente conflicto con organizaciones de trabajadores rurales, con indígenas y defensores del medio ambiente.
Una ordenanza debe ser aprobada por el Congreso en un plazo de 60 días (el plazo es renovable), pero tiene vigencia inmediata.
“¿Vieron? El desmembramiento ya empezó. La Funai ya no es más responsable de la identificación, delimitación, demarcación y registro de tierras indígenas”, tuiteó la líder indígena Sônia Guajajara, que en las elecciones de octubre fue candidata a vicepresidenta del candidato Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad (Psol).
La organización ecologista Greenpeace calificó de “extremadamente preocupante” una decisión que pone en riesgo “los derechos originales de los pueblos indígenas” y “el futuro de las florestas, pues son las áreas protegidas la forma más eficiente de evitar la deforestación”. (Con información de AFP)