El Papa viaja a Tailandia y Japón; abogará por el desarme nuclear

miércoles, 20 de noviembre de 2019 · 14:18
ROMA (apro).- El papa Francisco despegó el pasado martes 19 del aeropuerto romano de Fiumicino para su viaje internacional número 32 –el cuarto a Asia– que lo llevará a Tailandia y Japón. Uno de los actos más esperados es su visita a Japón, durante la cual irá a Nagasaki e Hiroshima, las ciudades de los devastadores bombardeos atómicos de la Segunda Guerra Mundial y donde se prevé que se manifieste en favor del desarme nuclear, una petición que desde hace décadas hacen –sin tener éxito– diversas ONG y las organizaciones humanitarias internacionales. La intervención papal se producirá en momentos en los que el tema ha vuelto a estar en el centro de los debates de la comunidad internacional luego que Rusia y Estados Unidos se retiraran de tratado INF (Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio). En la actualidad, además de estos dos países, también Francia, Reino Unido, China, Israel, India, Pakistán y Corea del Norte poseen armamentos nucleares.
“Junto con ustedes, rezo para que el poder destructivo de las armas nucleares no vuelva a desatarse nunca más en la historia humana”, dijo Francisco, en un mensaje previo a su viaje y pronunciado el lunes. “Usar armas nucleares es inmoral”, recalcó. “Este fuerte instinto, que resuena en nuestro corazón, de defender el valor y la dignidad de toda persona humana, adquiere una importancia particular ante las amenazas a la coexistencia pacífica que hoy día el mundo tiene que enfrentar, especialmente en los conflictos armados”, agregó.
El llamamiento del Papa llega asimismo después de que, en marzo de 2017, Francisco apoyara la Conferencia de la ONU para la prohibición de las armas nucleares en el mundo, que fue boicoteada por el presidente estadunidense, Donald Trump. El tratado fue posteriormente firmado en Nueva York en julio de ese mismo año y firmado por más de un centenar de países, pero ninguno de ellos con arsenal de este tipo. Posteriormente, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, uno de los ministerios más activos del Vaticano, también hospedó una cumbre sobre el asunto a la que acudieron diversos Premios Nobel.
“La etapa japonesa del viaje será particularmente importante precisamente para subrayar estos temas. Japón es un país complejo, podemos decir un país - símbolo que ha sufrido mucho -el tema de los primeros bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki-, pero que también ha podido renacer de las situaciones de guerra y conflicto y lograr un enorme desarrollo”, subrayó Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano y número dos después del Papa argentino.
Japón es “un país que se encuentra entre la tradición y la innovación y que debe hacer frente, como todo el mundo, a estos retos globales que también requieren respuestas globales”, añadió. Diálogo con budistas y sintoístas Otra cuestión que estará sobre la mesa durante el desplazamiento del Papa en estos dos países asiáticos será el diálogo interreligioso en unas zonas del mundo donde los católicos no son mayoría y el primer contacto se produjo a través de los misioneros que llegaron allí a mediados del siglo XVI. En Japón, la confesión más popular es la sintoísta, mientras que en Tailandia la mayoría son budistas. El tema fue adelantado por el propio Francisco quien, en una declaración previa a su viaje, elogió al sistema “multiétnico” de Tailandia, razón por lo que su agenda incluye una cita con el patriarca supremo de la orden de monjes budistas, Somdej Phra Maha Muneewong, además de encuentros con las autoridades locales, entre ellos el rey tailandés, Maha Vajiralongkom. Los católicos de Tailandia pertenecen a “una Iglesia que ha sufrido mucho y que ha necesitado varias refundaciones. Hoy en día es una comunidad próspera: unos 400 mil católicos en Tailandia están divididos en 11 distritos eclesiásticos”, comentó Parolin, poco antes de que empezara el viaje papal. Esta “visita apostólica es un fruto de estas buenas relaciones entre el gobierno y la Santa Sede. Desde hace varios años el gobierno tailandés ha querido invitar al Santo Padre. La Iglesia local está comprometida en el diálogo interreligioso con los budistas en diferentes niveles”, añadió Paul Tschang In-nam, el nuncio apostólico (embajador papal) en el país. De igual manera, también está previsto que el Papa se pronuncie sobre la pena de muerte y el turismo sexual, un fenómeno que golpea durante a miles de mujeres en Tailandia. La incógnita de Hong Kong Una incógnita es, en cambio, si el pontífice argentino hablará de las masivas protestas en Hong Kong, país que sobrevolará con su avión, cinco meses después del inicio de estas manifestaciones que han supuesto un verdadero quebradero de cabeza para China. Todo esto después del histórico acuerdo entre Pekín y el Vaticano del año pasado, cuando los dos países se pusieron de acuerdo para decidir conjuntamente sobre los nombramientos de nuevos obispos, abriendo así la negociación para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas rotas hace 70 años. De ahí que la tensión se haya mantenido alta en la vigilia del viaje, que empezó con un Papa que incluso evitó responder a preguntas concretas de los periodistas en el vuelo de ida. El primer país al que el Papa arribará será Tailandia, donde permanecerá hasta el sábado 23, para luego seguir con su gira en Japón, donde permanecerá hasta el martes 26. Francisco se convierte así en el segundo pontífice que visita estos países, después de los viajes de Juan Pablo II a Japón en 1981 y a Tailandia en 1984.

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