El Papa Francisco dice que el conflicto en Chile "le da miedo"

martes, 26 de noviembre de 2019 · 15:13
ROMA, Italia (apro). - Preguntado sobre las recientes protestas y conflictos en curso en Latinoamérica, el Papa señaló hoy a Chile como una situación que “da miedo”, según la transcripción publicada en los medios de comunicación vaticanos del discurso pronunciado por Francisco a bordo del avión de regreso a Roma, tras finalizar su viaje internacional de siete días por Tailandia y Japón. “Alguien me dijo esto: se debe hacer un análisis. La situación actual en América Latina se parece a la del 1974-1980, en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay con (el dictador paraguayo, Alfredo) Strössner, y creo también Bolivia”, afirmó Francisco, en una referencia a los años en los que los países del cono sur de América Latina se encontraban bajo la opresión y la violencia de las dictaduras militares. “Lo que está sucediendo en Chile me da miedo porque Chile está saliendo de un problema de abusos que ha causado tanto sufrimiento y ahora un problema de este tipo que no entendemos bien”, dijo Francisco. “El continente está en llamas, aunque no sé si es un problema que se le parece o es otro”, continuó. El problema es que, en Latinoamérica, "también hay gobiernos débiles, muy débiles, que no han logrado poner orden y paz, y por eso llegamos a esta situación”, reflexionó. En este tono, y replicando a otra pregunta sobre si el depuesto presidente boliviano Evo Morales pidió su mediación tras el golpe de Estado en ese país, Francisco afirmó que “Venezuela ha pedido la mediación y la Santa Sede siempre ha estado dispuesta. Hay una buena relación, realmente una buena relación, estamos ahí presentes para ayudar cuando es necesario”. “Bolivia ha hecho algo así, ha realizado una petición a las Naciones Unidas que ha enviado delegados, y también a alguien de alguna nación europea”, informó. “No sé si Chile ha hecho alguna petición de mediación internacional, Brasil ciertamente no, pero también allí hay problemas. Es una cosa un poco extraña, pero no quisiera decir una palabra de más”, añadió. En este contexto, Francisco también citó a las protestas en otros países, entre ellas las de Francia, sacudida por el conflicto con los chalecos amarillos, de Nicaragua, donde desde el año pasado continúa un violento conflicto que involucra al Gobierno de Daniel Ortega, y de España, país en el cual las manifestaciones callejeras han reiniciado tras la sentencia de octubre contra nueve líderes independentistas catalanes. “Piense en Francia, la democrática Francia: un año de chalecos amarillos. Piense en Nicaragua, piense en otros países latinoamericanos que tienen problemas de ese tipo y también en algunos países europeos. Es algo general”, afirmó el Papa. “¿Qué hace la Santa Sede con esto? Llama al diálogo, a la paz, pero no es sólo Hong Kong, hay varias situaciones con problemas que no puedo evaluar en este momento. Yo respeto la paz y pido la paz para todos estos países que tienen problemas, también España. Conviene relativizar las cosas y llamar al diálogo, a la paz, para que los problemas se resuelvan”, explicó. Durante su rueda de prensa, Francisco también habló de los recientes escándalos de corrupción y malversación de dinero que han salpicado al Vaticano, aunque reivindicó que -en esta ocasión- la denuncia haya venido de dentro del Vaticano. “El Promotor de Justicia estudió el asunto, realizó las consultas y vio que había un desequilibrio en el presupuesto. Luego me pidió permiso para hacer los registros: hay una presunción de corrupción y me dijo que tenía que hacerlos en esta, esta otra y esta otra oficina. Firmé la autorización”, contó el Papa. “El registro se llevó a cabo en cinco oficinas y hoy -aunque existe la presunción de inocencia- hay capitales que no están bien administrados, también con corrupción”, admitió el Papa. “La presunción de inocencia es una garantía, un derecho humano. Pero hay corrupción. Con los registros se verá si son culpables o no. Es algo malo, no está bien que esto ocurra en el Vaticano. Pero fue aclarado por los mecanismos internos que están empezando a funcionar y que el papa Benedicto había comenzado a hacer”, aseguró.

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