Histórica y desafío urgente conferencia episcopal para combatir abusos: Papa Francisco
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El Papa Francisco consideró hoy la histórica Conferencia Episcopal, que se celebrará esta semana en El Vaticano para examinar el abuso a menores en la Iglesia Católica, como un "desafío urgente" de nuestro tiempo.
"Desde el jueves al domingo próximos tendrá lugar en El Vaticano un encuentro de los Presidentes de todas las Conferencias Episcopales sobre el tema de la protección de menores en la Iglesia. Invito a rezar por esta cita", afirmó el Pontífice al cierre del rezo dominical del Ángelus.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, el Papa destacó que quiso organizar la histórica reunión episcopal sobre el tema de la protección de los menores como un acto de "fuerte responsabilidad pastoral ante 'un desafío urgente' de nuestro tiempo".
Los presidentes de las Conferencias Episcopales de cerca 130 países, los superiores generales de congregaciones y grupos de víctimas de pederastia se reunirán a partir del próximo jueves 21 de febrero con el objetivo de prevenir y combatir el abuso sexual de menores.
Durante el rezo dominical del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa llamó a los fieles católicos a derrumbar las idolatrías mundanas de nuestro tiempo, que lleva a las personas a entregar su alma en cosas materiales y pasajeras.
"La página del Evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre el sentido profundo de tener fe, que consiste en fiarse totalmente del Señor. Se trata de derrumbar los ídolos mundanos para abrir el corazón al Dios vivo y verdadero", afirmó.
Durante el Ángelus, el Pontífice reflexionó sobre las "Bienaventuranzas de Jesús", asegurando que Él nos alienta a no depositar nuestra confianza en las cosas materiales, sino a sanar la miopía crónica que el espíritu mundano nos contagia.
El líder de la Iglesia Católica advirtió contra "los dispensadores de felicidad", los "vendedores de humo, que son vendedores de muerte", que prometen el éxito y la solución a todos los problemas. Esas personas llevan "a la idolatría, al sustituir a Dios por un ídolo".