Votan españoles en elecciones generales
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Una España dividida vota este domingo en sus terceras elecciones generales en cuatro años.
Todas las miradas recaen en la posible entrada de un partido de ultraderecha en el Parlamento por primera vez en décadas, lo que podría ser clave para destituir al actual gobierno socialista.
Se espera que el actual mandatario, Pedro Sánchez, sea el más votado, aunque el PSOE que dirige parece lejos de conseguir la mayoría parlamentaria necesaria para formar gobierno en solitario.
La fragmentación del paisaje político es el resultado de las medidas de austeridad que siguieron a la recesión económica, el desencanto con el bipartidismo tradicional y el reciente auge del populismo de ultraderecha.
Sánchez convocó las elecciones tras ver rechazado su presupuesto en el Congreso de los Diputados ante la Oposición conservadora de centroderecha y los separatistas catalanes que reclaman la independencia de la región.
Los sondeos de la semana pasada señalaban que alrededor de un tercio de los casi 37 millones de votantes no había decidido a quién apoyar. Su decisión podría definir el resultado entre los bloques de izquierda y derecha que han cobrado forma durante la campaña electoral.
El grupo antiausteridad Unidas Podemos ha ofrecido formar una coalición con los socialistas, pero Sánchez podría necesitar también a partidos más pequeños, como los independentistas catalanes.
En el fragmentado bando conservador, tres partidos luchaban por el liderazgo: el antes dominante Partido Popular, el grupo de centroderecha Ciudadanos y el joven partido nacional-populista Vox, que según los sondeos podría entrar en el Congreso con la décima parte de los escaños. Su entrada podría marcar un gran cambio en España, donde la ultraderecha no ha jugado un papel significativo desde la transición de ese país a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
Los centros de votación abrieron a las 09:00 de la mañana (tiempo local) y tenían previsto cerrar a las 20:00 horas, con resultados previstos para unas pocas horas después.
A las 14:30 horas locales, la participación en las elecciones generales llegó al 41.48 por ciento, un aumento de 4.61 puntos porcentuales respecto al 36.87 por ciento que se registró en los últimos comicios de 2016.
El alza en la participación ha sido especialmente notoria en Cataluña, donde llegó hasta el 43.5 por ciento, frente al 32.3 por ciento registrado en 2016.
En declaraciones poco después de votar, Sánchez dijo que quería que los comicios produjeran una mayoría parlamentaria que pudiera hacer reformas sociales y políticas en el país.
El mandatario pidió una mayoría que permitiera formar un gobierno estable que con serenidad, con sosiego y con determinación que mire al futuro.
"(Que) logre avanzar los necesarios avances que nuestro país necesita en justicia social, en concordia nacional y en limpieza política", señaló.
Ciudadanos y el PP han basado sus campañas en la marcha de Sánchez, insinuando que podrían repetir la coalición de gobierno en Andalucía que -con el apoyo parlamentario de Vox- derrocó a los socialistas tras más de tres décadas gobernando la región sureña.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dijo a la prensa que hacía falta una gran participación para cambiar el Gobierno y abrir una nueva era.
Pablo Casado, que asumió hace poco el mando del conservador PP y lo ha llevado hacia la derecha en un intento de frenar la fuga de votos a Vox, dijo que eran las elecciones ``más decisivas" del país en los últimos años.
También el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, hizo hincapié en la importancia de votar este domingo.
"Mi sensación es que en España hay una amplia mayoría progresista y cuando hay participación alta eso queda claro de forma muy clara", dijo Iglesias.
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, que ha movido las mayores multitudes durante la campaña, dijo a la prensa en Madrid que millones de españoles van a votar con esperanza y van a hacerlo sin miedo a nada ni a nadie.
En la escuela pública Palacio Valdés, en el centro de Madrid, Alicia Sánchez expresó su temor a que el partido nacionalista pueda influir en la política nacional si obtienen una representación importante.
"Siempre venimos a votar, y ahora más", comentó Sánchez, administrativa de 38 años.
"Me preocupa el tema de la mujer, que sus políticas me parecen homófobas. Me preocupa todo. Es como leer un programa electoral de hace 50 años, me da miedo".
Amelia Gómez, de 86 años, y Antonio Román, de 90, que han votado en todas las elecciones desde la restauración de la democracia hace cuatro décadas, dijeron ser escépticos sobre todos los candidatos.
"Todo lo que tienen que hacer es cuidar a las personas mayores", dijo Gómez, quejándose de que entre ambos reciben menos de mil euros (mil 100 dólares) al mes en pensiones del Estado.
En disputa están los 208 escaños del Senado, la Cámara alta, y los 350 parlamentarios del Congreso de los Diputados, que después elegirán a un presidente.