Chocan Francisco y Benedicto XVI sobre el celibato
CIUDAD DE MÉXICO (apro).— Mientras el Papa Francisco está a favor de suprimir el celibato sacerdotal en casos excepcionales, dando así la posibilidad de admitir en el sacerdocio a hombres casados, el Papa Benedicto XVI acaba de exhortar, a través de un libro, a no ordenar sacerdotes casados bajo ninguna circunstancia.
El director de la sala de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, recordó hoy que es muy clara la posición de Francisco sobre el tema; es necesario ordenar a hombres casados en circunstancias especiales.
Bruni recordó que hace un año, en enero de 2019, en un viaje de Panamá al Vaticano, el pontífice externó esta postura. Dijo entonces Francisco:
“Personalmente, creo que el celibato es un don para la Iglesia. No estoy de acuerdo con que se permita el celibato como opción. Quedarían algunas posibilidades, en las localidades más remotas, pienso en las islas del Pacífico… cuando hay una necesidad pastoral”.
Meses después, en octubre de 2019, Francisco encabezó el llamado Sínodo de la Amazonia, en el que los obispos de todo el mundo ya analizaron la posibilidad de admitir en el sacerdocio a hombres casados en esa región sudamericana, debido a la falta de vocaciones sacerdotales y al difícil acceso a muchas comunidades de la zona.
En el sínodo se llegó a la conclusión de que sí se puede admitir en el sacerdocio a los llamados “viri probati”, que son hombres casados y con hijos, pero cuya virtud y fe los hacen dignos del sacerdocio.
En las próximas semanas, el papa Francisco, a través de una exhortación apostólica, será quien finalmente determine si se suprime el celibato en la Amazonia, pues, como máxima autoridad de la Iglesia, él tiene la última palabra.
Pero contrariamente, el papa Benedicto XVI, en un libro que escribió junto con el cardenal ultraconservador Robert Sarah, exhorta al clero y a los fieles católicos a proteger el celibato sacerdotal.
Titulado “Desde lo profundo de nuestro corazón”, Dice Benedicto XVI en el libro:
“Es urgente, necesario, que todos, obispos, sacerdotes y laicos, recuperen una mirada de fe en la Iglesia, y en el celibato sacerdotal que protege su misterio”.
Y señala que el celibato debe seguir manteniéndose porque “tiene un gran significado” y es “indispensable para que nuestro viaje hacia Dios siga siendo la base de nuestra vida”.