MADRID (EUROPA PRESS).- El balance de víctimas del atentado con bomba ejecutado en el interior de una escuela religiosa (madrasa) en la ciudad paquistaní de Peshawar, situada en el norte del país, ascendió a ocho muertos y 110 heridos, según confirmaron autoridades locales.

El portavoz del Hospital Lady Reading, Mohamad Asim, indicó que cuatro de los fallecidos son estudiantes de entre 20 y 25 años, mientras que el resto son menores de edad. La explosión tuvo lugar en la madrasa Yamia Zuberia, situada en la Colonia Dir de la ciudad.

Un hombre entró a las 8:00 horas dentro del salón con una bolsa llena de explosivos, según explicaron las autoridades tras revisar las cámaras de vigilancia, alcanzando a todos los que estaban en el pasillo. El superintendente de la Policía Mansur Aman detalló que "se usaron cinco kilogramos de explosivos" para la fabricación del artefacto.

El ministro de Sanidad de la provincia de Jíber Pajtunjua, Taimur Salim Jaghra, visitó el lugar del ataque, cuya autoría no ha sido reclamada por el momento, y recalcó que el objetivo principal es atender a los heridos, tal y como difundió el diario paquistaní 'Dawn'.

Por su parte, el presidente del país, Arif Alvi, dijo que el ataque es "impactante y un motivo de tristeza para todos".

"Los atroces criminales terroristas deben ser hallados y llevados ante la justicia para un castigo ejemplar", manifestó a través de su cuenta en la red social Twitter.

El primer ministro, Imran Jan, se mostró igualmente "muy triste" por este "ataque terrorista". "Quiero garantizar a mi nación que nos aseguraremos de que los responsables de este ataque cobarde y bárbaro son llevados ante la justicia lo antes posible", prometió.

Por su parte, la oficina de Naciones Unidas mostró su apoyo a Paquistán tras el "atroz ataque" en un lugar de culto "donde había niños recibiendo clases".

"Estamos horrorizados por este ataque contra niños cuando estaban en un lugar de culto y aprendizaje", resaltó.

El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) se ha sumado a las condenas y la representante del organismo en Paquistán, Aida Girma, subrayó que "la educación es un derecho fundamental de todos los niños y niñas, en todas partes".

"Las escuelas nunca deben ser un objetivo. Deben seguir siendo, en todo momento, entornos seguros de aprendizaje para proteger el crecimiento y el desarrollo saludable de los niños, adolescentes y jóvenes", remachó.