CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomendó a los países que experimentan una transmisión generalizada de covid-19 posponer o reducir las reuniones masivas durante las fiestas navideñas.

“Este no es el momento de ser anfitrión de ninguna reunión multitudinaria”, señaló Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, advirtiendo del riesgo de contagio en las procesiones religiosas, mercados y servicios en las iglesias que son comunes en esta temporada.

En conferencia de prensa, Barbosa comentó que cada país, ciudad y comunidad deberá basar sus decisiones sobre la celebración de eventos públicos de acuerdo con los últimos datos disponibles sobre la propagación del virus y la capacidad hospitalaria. Sin embargo, resaltó que los servicios religiosos deberán celebrarse al aire libre o limitar su tamaño cuando esto no sea posible.

Por otra parte, pidió a las personas que viajarán durante las celebraciones no confiar en los resultados de las pruebas de covid-19, ya que pueden pasar días antes de que detecten la infección y si estas se hacen demasiado pronto, una persona puede dar negativo a la prueba mientras está infectada y contagiando a otros.

No hay diferencias en la efectividad de las vacunas

Por otra parte, el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS, Marcos Espinal, afirmó que no hay diferencias entre la eficacia que reportaron las vacunas contra la covid-19 en su tercera fase de ensayos clínicos, ya que, “una vacuna con más del 90% de eficacia es una buena vacuna”.  

Sin embargo, destacó que se deben tomar en cuenta otros elementos como la cadena de frío -ya que algunas vacunas como la de Pfizer deben almacenarse a temperaturas muy bajas-; los precios y los métodos utilizados por las vacunas, como el material genético y ADN.

En este sentido, destacó que será importante el apoyo de mecanismos como el Fondo Rotatorio de la OPS y el Covax, ya que asesorarán a los países sobre las mejores opciones.

En cuanto a las prioridades de inmunización, señaló que la primera tanda de vacunas debe ser aplicada al personal médico por encontrarse en la primera línea, así como los bomberos y maestros que representan aproximadamente el 3% de la población de cada país.  

Posteriormente se debería vacunar a los adultos mayores de sesenta y cinco años o más, ya que tienen un alto riesgo de presentar un caso grave de la covid-19. Este grupo representa el 17% de la población en cada nación.

Luego sería el turno de las personas de entre 30 y 40 años con afecciones adyacentes como diabetes, hipertensión, cáncer y los pacientes de enfermedades crónicas, que en total conforman el 20% de las personas de cada país.

Al respecto, Sylvain Aldighieri, gerente de incidencias de la OPS, indicó que, en teoría, para lograr la inmunización colectiva contra el coovid-19 es necesario vacunar a un umbral de personas que oscila entre el 60% y el 70% de la población, pero se desconoce el número de personas que ya es inmune al virus.