Líbano pierde cada año 5 mil mdd a causa de la corrupción: PNUD
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alertó sobre el profundo déficit de responsabilidades en Líbano, donde además de los daños ocasionados por la explosión que devastó la capital, el pasado 4 de agosto, impera la corrupción generalizada y sistémica.
Según el organismo, Líbano pierde cada año hasta 5 mil millones de dólares a causa de la corrupción, cantidad equivalente a casi 9% del PIB del país del año pasado.
Tan sólo en el puerto de Beirut, las pérdidas ocasionadas por la falta de transparencia se estiman en casi 800 millones de dólares al año, y se prevé que el costo anual de la corrupción en las aduanas supere con creces los mil millones de dólares, según un estudio.
El PNUD explicó que, más allá del motivo que causó la detonación del 4 de agosto, hay una combinación de al menos tres deficiencias de administración impropias de la custodia de materiales altamente explosivos en los almacenes del Puerto de Beirut, una de las cuales es la mala aplicación de los procedimientos para el almacenamiento y la gestión de esos materiales.
Las otras dos deficiencias, comentó, son la fragmentación de los mecanismos de supervisión y control entre las diversas autoridades que tienen jurisdicción sobre el puerto, con funciones solapadas y filiaciones políticas a grupos políticos rivales, así como la ineficacia de los procedimientos judiciales y seguimiento de la aplicación de las decisiones judiciales conexas.
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“¿Quién tiene la culpa de esta situación? Puede que nunca lo sepamos. Y esto, por sí solo, es otro ejemplo del profundo déficit de responsabilidades”, afirmó Arkan El Seblani, asesor técnico para Anticorrupción e Integridad del Centro Regional del PNUD en los Estados Árabes.
El Seblani indicó que es probable que esas carencias también repercutan en las actividades de respuesta y recuperación, incluida la asistencia internacional asociada, por lo que el PNUD tiene previsto ampliar su apoyo para la aplicación de la estrategia nacional de lucha contra la corrupción, reforzar sus lazos con los medios de comunicación, y fomentar el diálogo y la actuación sobre una serie de temas emergentes, empezando por la transparencia y la rendición de cuentas en la asistencia internacional.
El PNUD explicó que, entre las medidas, busca aumentar el apoyo para la aplicación de la ley de acceso a la información, el respaldo a las coaliciones de la sociedad civil para supervisar y auditar la ayuda, y la participación proactiva en los procesos de coordinación de los donantes.
Asimismo, sostuvo que durante los últimos meses convocó reuniones mensuales del grupo de coordinación de la lucha contra la corrupción, en las que también participan la Unión Europea, el Banco Mundial y organismos para el desarrollo de Líbano.
Mientras tanto, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) detalló que actualmente destina 35 millones de dólares para la respuesta de emergencia a los hogares más afectados y vulnerables de Beirut. El paquete incluye 32.6 millones para operaciones de refugio y 2.4 millones para actividades de protección durante los próximos tres meses.
La ACNUR detalló que trabaja con las 100 mil personas que resultaron más afectadas tras la explosión y ha enviado inmediatamente sus reservas existentes de equipos de emergencia para viviendas, que son distribuidos por su personal y el de sus socios. La asistencia se centra en ayudar en las reparaciones de emergencia de las viviendas y asesoramiento ante situaciones traumáticas para los libaneses, los refugiados y otras poblaciones afectadas por el estallido.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, visitó hoy los barrios devastados de la capital, donde ya se han distribuido más de 3 mil 140 equipos de emergencia para viviendas de los hogares más afectados, de los que se han beneficiado más de 10 mil personas hasta la fecha.
Durante su visita, Grandi destacó los múltiples desafíos a los que se enfrentan estas personas, como la crisis económica que asolaba al país antes de la detonación, el impacto que supone el conflicto en Siria y la pandemia de covid-19, que han ocasionado que en los últimos meses el porcentaje de refugiados que viven bajo el umbral de la pobreza extrema pasara de 55% a más de 75%.
De igual manera, recordó que Líbano alberga el mayor número de refugiados per cápita del mundo, acogiendo a palestinos, iraquíes y sirios durante décadas, y llamó a la comunidad internacional a no abandonar a los sirios.
“Todos tenemos que desempeñar un papel en la respuesta. No podemos dejar que la gente duerma a la intemperie, sin techo y sin privacidad, expuestos a la inseguridad alimentaria, a la falta de agua y de medicamentos", concluyó. (Melissa Carrillo)