CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Oficina de la Dirección de Inteligencia Nacional de Estados Unidos publicó la “Evaluación Desclasificada sobre los Orígenes de Covid-19”, en la que se consideró incapaz de averiguar los orígenes del coronavirus con los datos disponibles, y acusó a China de entorpecer la investigación.

Las agencias de Inteligencia siguen divididas en torno de los orígenes del coronavirus y “consideran que hay dos hipótesis plausibles: la exposición natural a un animal infectado y un incidente asociado a un laboratorio”, concluyó el informe, cuyos puntos principales ya habían sido desvelados en agosto pasado.

El reporte, publicado por la oficina a cargo de Avril Haines, concluyó que el coronavirus que provocó la pandemia no fue como un arma biológica.

Las especulaciones que se hicieron al respecto “se apoyan en afirmaciones científicamente inválidas” y “son inconsistentes con la información técnica disponible sobre los coronavirus”, según el documento desclasificado este viernes.

Destacó que casi todas las agencias de inteligencia estadunidenses estaban divididas respecto a los orígenes de la enfermedad, aunque la mayoría consideró que el coronavirus no fue producto de la ingeniería genética.

Sólo dos agencias creen que “no existen evidencias suficientes” para llegar a esa conclusión.

“Tras examinar todos los informes de inteligencia disponibles y otras afirmaciones, la Comunidad de Inteligencia sigue dividida sobre cuál es el origen más probable del covid-19”, apuntó.

Además, precisó que el covid-19 habría aparecido a más tardar en noviembre de 2019 y que China no tuvo conocimiento de la propagación del virus antes del primer brote.

No obstante, indicó que el Instituto de Virología de Wuhan (IVW) “creó anteriormente quimeras o combinaciones de coronavirus similares al SARS”, aunque eso, añadió, “no permite saber si el SARS-CoV2 fue creado genéticamente por el IVW”.

El hecho de que “Pekín continúa impidiendo la investigación global, se resiste a compartir información y acusa a otros países, refleja en parte la propia indecisión del gobierno del país sobre los resultados de esta investigación, así como su frustración por el hecho de que la comunidad internacional emplea el asunto para ejercer presión política sobre China”, indicó.

Al respecto, el Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista de China y los miembros del Foro de São Paulo denunciaron la politización del rastreo de los orígenes del coronavirus, lo cual perjudica la cooperación internacional contra la pandemia y la credibilidad científica.

El 7 de septiembre pasado, el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Ma Zhaoxu, consideró que el documento de los estadunidenses “es fabricado”, tiene tintes políticos y fue “falsificado” porque no cuenta con “base científica ni credibilidad alguna”.

Acusó a los estadunidenses de difamar y atacar a China, por lo que han manifestado su rechazo.

“Sin poder presentar ninguna evidencia fehaciente, (Estados Unidos) ha inventado mentiras repetidamente para calumniar y acusar a China, eludir sus propias responsabilidades y diseminar un virus político. El hecho de que Estados Unidos haya usado servicios de inteligencia para realizar el rastreo es una evidencia sólida de politizar este asunto”, indicó en un informe.

Y calificó como “un disparate” las críticas de los estadunidenses sobre la falta de cooperación y transparencia de China en el rastreo del virus, pues han invitado en dos ocasiones a la Organización Mundial de la Salud a desarrollar en el país asiático la investigación sobre el origen. 

“A principios de este año, un equipo integrado por prestigiosos expertos internacionales y chinos hicieron investigaciones de 28 días en China y publicaron el informe conjunto China-OMS del estudio sobre los orígenes del virus, en el que se dieron a conocer conclusiones autorizadas, profesionales y científicas, sentando así una buena base para la cooperación global al respecto”, añadió.

De igual manera, acusó a Estados Unidos de no actuar de manera responsable, transparente ni cooperativa, pues se ha negado a responder las dudas razonables de la comunidad internacional sobre el laboratorio biológico de Fort Detrick y las más de 200 bases de experimentos biológicos estadunidenses fuera de su territorio, intentando ocultar la verdad y esquivar la responsabilidad.

“Estados Unidos tiene la responsabilidad y la obligación de dar una explicación a todo el mundo”, sentenció.

Y aseguró que más de 80 países han manifestado, en cartas enviadas a la OMS, su oposición a politizar el tema de la pandemia y exigen defender el informe conjunto China-OMS. Más de 25 millones de internautas chinos han firmado una carta abierta exigiendo una investigación sobre la base de Fort Detrick. “Esto es el reclamo justo de la gente”.