BRUSELAS (EUROPA PRESS).- La Comisión Europea publicó este martes el contrato que firmó con los laboratorios Sanofi y GSK para la compra anticipada de su candidato a vacuna contra el covid-19, aunque, al igual que lo que sucede en los documentos de los acuerdos con CureVac y AstraZeneca, mantiene censuradas algunas partes del mismo, como el precio máximo de cada dosis.

Bruselas ha publicado ya tres de los contratos cerrados con compañías farmacéuticas en el marco de la estrategia centralizada de compra de vacunas de la Unión Europea. La intención del Ejecutivo comunitario es también publicar los acuerdos con Pfizer y BioNtech, Johnson & Johnson y Moderna, así como los que pueda cerrar en algún momento con Novavax y Valneva.

En un comunicado, la Comisión Europea destacó: "la transparencia y la rendición de cuentas son importantes para construir confianza de los ciudadanos europeos y asegurar que puedan confiar en la efectividad y las vacunas compradas por la UE". Y explicó que el contrato oculta algunas partes consideradas "información confidencial".

En el caso de Sanofi y GSK, la Unión Europea se reservó el acceso a 300 millones de dosis de la vacuna que ambos laboratorios están desarrollando, pero cuya salida han tenido que retrasar por su baja eficacia en mayores de 50 años.

De hecho, a principios de diciembre las dos farmacéuticas informaron que los resultados provisionales de sus ensayos mostraron una respuesta inmunológica comparable a la de pacientes que se recuperaron de la enfermedad provocada por el coronavirus en adultos de 18 a 49 años, pero en el caso de mayores de esta edad era "baja".

La estrategia de compra centralizada de vacunas de la UE ha resultado hasta ahora en la firma de seis contratos para la adquisición de las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca/Universidad de Oxford, Johnson & Johnson, Curevac y Sanofi/GSK. Además, Bruselas sigue negociando con Novavax y Valneva para ampliar esta cartera.

En virtud de estos acuerdos, la Comisión Europea paga por adelantado una parte del precio de la vacuna a cambio de que los laboratorios incrementen su capacidad de producción en el bloque. La revisión del precio por dosis corre a cargo de los Estados miembros.