CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de 78 años, tropezó en tres ocasiones y en la última cayó de rodillas al subir los escalones del Air Force One, antes de abordarlo para viajar a Atlanta, Georgia.

Tras reincorporarse, Biden subió con más precaución las escaleras e hizo el saludo militar antes de entrar al Air Force One.

“Hace bastante viento afuera. Hace mucho viento. Yo misma casi me caigo subiendo los escalones”, en la Base Conjunta Andrews, cerca de Washington, declaró al respecto la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sobre los tropiezos de Biden.

De inmediato comenzaron las especulaciones por el estado de salud del presidente norteamericano, lo que Jean-Pierre minimizó, diciendo a los periodistas a bordo que el mandatario “está bien al 100 por ciento”.

Biden y la vicepresidenta Kamala Harris viajan a Atlanta a reunirse con líderes de la comunidad de estadunidenses de origen asiático, tres días después de los tiroteos en salones de masajes asiáticos que dejaron como saldo ocho personas muertas y los ataques que han sufrido otros asiático estadunidenses de manera aleatoria en ese estado.

“Esta tarde, la vicepresidenta Harris y yo nos reuniremos con líderes estadunidenses de origen asiático en Atlanta, Georgia. Vamos a discutir los ataques en curso contra la comunidad y cómo avanzamos. Depende de todos nosotros erradicar el racismo y no darle al odio un puerto seguro en Estados Unidos”, escribió Biden en sus redes sociales.

También anunció que firmó un memorando para condenar y combatir el racismo contra la comunidad AAPI (Asian, American and Pacific Islander).

“Ahora es el momento de que el Congreso adopte nuevas medidas con la Ley de delitos de odio covid-19, porque todos merecen vivir sus vidas con seguridad, dignidad y respeto.”

Agresiones a asiáticos

El 17 de marzo, un hombre identificado como Robert “N”, tiroteó tres salones de masajes asiáticos, en Atlanta, Georgia, Estados Unidos y dejó como saldo ocho muertos, seis mujeres y dos hombres. Dijo que no era racismo, sino porque es “adicto al sexo” y les echó la culpa a estos lugares por no poder contenerse a sus pulsaciones.

Un día después, otro hombre le dio un puñetazo en el rostro a una anciana asiática sin motivo alguno, pero el agresor no contaba con que se defendería con un palo y lo envió al hospital.

El miércoles 17 otro hombre asiático de 83 años fue atacado por un hombre de 39 años. En enero, un hombre de 91 años fue arrojado al suelo en el barrio chino de Oakland.

En 2020, las agresiones o delitos de odio contra estadunidenses de origen asiático aumentaron en 150 por ciento.