Rusia

Rusia: Hermanas que mataron a su padre porque abusaba de ellas podrían quedar libres

Las chicas, que entonces tenían 17, 18 y 19 años, esperaron a que durmiera su padre, lo golpearon con un martillo y lo apuñalaron con un cuchillo de cocina.
viernes, 26 de marzo de 2021 · 21:38

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dos años después de haber sido sentenciadas a 20 y 10 años por asesinar a su padre, las hermanas Krestina, Angelina y María podrían quedar libres de cargos si se demuestra que el difunto Mikhaíl Khachaturyan abusaba física y sexualmente de ellas.

De acuerdo con The Moscow Times, los investigadores rusos reconocieron que el padre era abusivo y sus hijas fueron sus víctimas, lo que es considerado “un avance” por los activistas y defensores de las mujeres que admitieron haber matado al hombre en julio de 2018, después de que las sometiera a años de abuso físico, mental y sexual.        

Actualmente las hermanas están en libertad bajo fianza, pero aisladas. No pueden comunicarse entre sí, ni con los testigos del caso ni con los medios de comunicación. No les interesa porque, de acuerdo con sus abogados, ellas repiten que al menos no sufren palizas y torturas todos los días.

En 2018, el Comité de Investigación abrió un caso penal contra el difunto Mikhaíl Khachaturyan por cargos de agresión sexual, coacción para actos sexuales y tortura, y a principios de marzo de 2021 reconoció los abusos.

“Si su padre es declarado culpable es una prueba de que fueron agredidas repetidamente durante varios años y que sus vidas y seguridad estaban en peligro”, aseguró Alexei Parshin, uno de los abogados, quien comentó a The Moscow Times que espera que el desarrollo del caso lleve al retiro de los cargos contra las mujeres.

“La investigación ya estableció que sufrieron graves lesiones corporales; esto nos apunta al estado de legítima defensa necesaria en el que se encontraban. Si se encontraban en un estado de legítima defensa necesaria no pueden ser declaradas culpables y se debe desestimar el caso en su contra”, apuntó.

El juicio de las hermanas no comenzará hasta que termine el de su padre, lo que significa que estarán en arresto domiciliario durante meses o años, comentó el otro abogado de las víctimas, Yaroslav Pakulin, al sitio de noticias por internet Open Media.

Con anterioridad, los investigadores habían rechazado solicitudes de los abogados de cambiar los cargos de asesinato premeditado a defensa necesarios.

¿Por qué mataron a su padre?

En junio de 2018, Mikhaíl Khachaturyan, de 57 años, llegó a su casa y se enfadó porque el salón estaba desordenado. Llamó a sus tres hijas, las roció con gas pimienta y después se fue a dormir a su mecedora. El día anterior también fueron agredidas porque vio un cabello en el sueño, y así todos los días.

Las chicas, que entonces tenían 17, 18 y 19 años, esperaron a que se durmiera, lo golpearon con un martillo y lo apuñalaron con un cuchillo de cocina. Cuando despertó, el hombre empezó a pegarles y una de ellas le dio la puñalada que lo desplomó.

Un año después fueron enjuiciadas con cargos de asesinato premeditado. A las mayores de edad las sentenciaron a 20 años, a la menor le dieron 10 años. Sin embargo, el caso destapó el infierno que vivían las mujeres en esa casa adornada con cruces e imágenes religiosas, en el barrio de Bibirevo.

En 2015, el hombre echó de la casa a la madre de las jóvenes, Aurelia Dunduc, de 40 años, bajo amenaza de matarla junto a sus hijas si regresaba por ellas. La mujer había denunciado las palizas y vejaciones ante la policía, pero “no hicieron nada. Se guardaron la declaración y me dijeron que me fuera por donde había venido”, confesó ella a El País, en ese entonces.

Contó que los malos tratos comenzaron poco después de la boda con Mikhaíl Khachaturyan, cuando ella tenía 19 años y él 37. El sujeto era de origen armenio, en los noventa hizo negocios con las pequeñas mafias locales y vivía de las rentas y una pensión. Además, relató que tenía conexiones con la policía y en la fiscalía de distrito.

Antes de matar a su padre por abusos, las hermanas habían dejado de ir a la escuela, no las dejaba salir de casa, pero ninguna autoridad escolar investigó. Tampoco se indagaron los motivos del intento de suicidio de Krestina, tras una agresión sexual de su padre.

¿Qué opinan los rusos?

El caso de las hermanas ha dividido a la sociedad rusa. Miles de personas han manifestado su apoyo hacia las chicas, desde actrices y youtubers famosos, y una petición en línea recabó entonces 300 mil firmas y se desencadenó una especie de “Me Too”. Sin embargo, otros no creen que la violencia doméstica sea un problema y se han pronunciado por una condena más dura y ejemplar para las víctimas.

Lo que sí ha evidenciado este caso es un problema que se ha normalizado en Rusia: la violencia doméstica. Es uno de los pocos países donde no existe una ley específica contra la violencia doméstica ni para combatir la violencia machista o los feminicidios.

En 2017, el gobierno ruso despenalizó algunos casos dentro de la familia para delincuentes primerizos, reforma que fue acompañada de una campaña de la Iglesia Ortodoxa y diputados conservadores que se oponen incluso al uso del término “violencia en familia”, pues consideran que son ideas del “feminismo radical” creado para “perseguir” a los hombres.

 Según la ley rusa, una primera agresión sin secuelas graves contra la pareja o los hijos es una falta administrativa, se castiga con 15 días de cárcel y 400 euros de multa. Si se reincide en el mismo año, la multa es de 500 euros y tres meses de prisión o 240 horas de trabajo comunitario.

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