WASHINGTON (apro).- En un intento por salvar su reputación, luego de haber minimizado la crisis de salud pública por la pandemia de covid-19, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó al científico y reconocido epidemiólogo Anthony Fauci de oponerse al uso de cubrebocas como método de defensa mínima ante el virus.

En una declaración por escrito, Trump señaló que Fauci y la doctora Deborah Birx –integrantes de su equipo de asesoría contra la pandemia-- tuvieron “malos instintos” y fallaron en sus recomendaciones.

A los dos reconocidos científicos y especialistas en pandemias, el expresidente los tildó de “egoístas” y de “reinventar la historia” de lo que hicieron bajo su mandato, para justificar las erradas decisiones que tomaron y que pusieron a Estados Unidos a merced del covid-19.

“El doctor Fauci también dijo que no necesitábamos usar cubrebocas, y unos meses después declaró que teníamos que usarlos”, indicó Trump, a quien el ahora presidente de Estados Unidos, Joe Biden, responsabilizó de actuar con irresponsabilidad ante la pandemia.

En entrevistas recientes, así como en documentales, Fauci y Birx han sido reconocidos por su valor de increpar a Trump por minimizar las restricciones sanitarias frente al coronavirus, tomando en cuenta que el exmandatario siempre le restó importancia a la crisis de salud.

Pero en su comunicado Trump sostuvo lo contrario: que Fauci, sobre todo, recomendó mantener abierto a Estados Unidos en términos económicos y turísticos con China, cuando el gran coloso asiático fue el responsable y caldo de cultivo del coronavirus.

“Sentí que era tiempo de hablar del doctor Fauci y de la doctora Birx, dos egoístas que tratan de reinventar la historia y encubrir sus malos instintos y erradas recomendaciones, las que afortunadamente casi siempre ignoré”, manifestó.

La reacción de Trump emerge después de que Fauci, entre otros científicos que trabajaron con él ante la pandemia, lo ha tachado de inconsciente ante la crisis de salud pública y que optó por los intereses económicos antes que por la vida y salud de la población estadunidense.

Fauci, quien inició las conferencias de prensa junto a Trump, luego de decretarse la pandemia, simplemente desapareció del escenario de la Casa Blanca por contradecir al exmandatario, pero Biden lo recuperó como asesor número uno ante el covid-19.

Fiel a su costumbre y sin el menor tapujo a su egolatría, Trump se acreditó el avance en Estados Unidos del plan nacional de vacunación contra el coronavirus, que incluso bajo su perspectiva no se limita a su país, sino que ha “salvado al mundo entero”.

Y en medio del temor a un nuevo rebrote con otra mutación letal, por encima de los esfuerzos para lograr la inoculación de la población en el planeta, el magnate se autoproclamó salvador del mundo: “Fui quien lo hizo, y hasta las noticias falsas lo reportan”.

De la doctora Birx, que no es tan reconocida como Fauci, porque se doblegó más a los intereses políticos y económicos de Trump que a los de salud de su país, el expresidente de Estados Unidos simplemente la tachó de ser una mujer hipócrita.

“La doctora Birx es una mentirosa probada a la que le queda muy poca credibilidad, muchas de sus recomendaciones fueron vistas como de ‘pseudo-científicas’ y el doctor Fauci siempre habló negativamente sobre ella y de hecho pedía no estar en el mismo salón donde se encontrara ella”, sostuvo el magnate.