WASHINGTON (apro).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la nominación de Anne Milgram, exprocuradora general del estado de Nueva Jersey, para dirigir la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés).

De ser confirmada por la Cámara de Senadores del Congreso federal estadunidense, a Milgram le corresponderá abordar la nueva faceta de cooperación con el gobierno de México en la lucha contra el trasiego de drogas, bajo las nuevas restricciones para los agentes de la DEA.

Exfiscal general de Nueva Jersey de 2007 a 2010, a Milgram se le reconoce por ser la arquitecta de las reformas al departamento de policía de la ciudad de Camdem, donde instrumentó el uso de la tecnología para combatir al crimen.

Abogada de profesión, Milgram fue docente en la Facultad de Leyes de la Universidad de Nueva York, donde impartía cursos sobre justicia criminal y tráfico humano; se le achaca también el haber ayudado a la ciudad de Indianápolis, Indiana, a redefinir sus programas de seguridad.

Respecto a su experiencia con el gobierno federal, Milgram tiene en su haber el hecho de que, en 2007, como fiscal de Nueva Jersey, hizo una alianza con el Buró de Alcohol, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) para rastrear en su estado, en tiempo real, el trasiego de armas ilegales.

La Casa Blanca anunció que la nominación de Milgram ya fue enviada al Congreso federal, donde en audiencias del Comité Judicial del Senado se considerará su postulación, y ahí mismo deberá someterse a votación la propuesta para poder ser enviada al Pleno para la ratificación final.

Por el arresto el año pasado en Los Ángeles, California, del exsecretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador modificó, en represalia, los lineamientos de operación para la DEA en México.

La captura de Cienfuegos Zepeda, a quien eventualmente le retiraron los cargos en Estados Unidos y luego lo repatriaron a México, se dio por una acusación de la DEA en contra del general, al que le adjudicó contubernio con la fracción del Cártel de Sinaloa en el estado de Nayarit.

En la actualidad operan 54 agentes de la DEA dentro del territorio mexicano, a quienes, hasta antes del incidente del general Cienfuegos Zepeda, las autoridades federales les habían dado una especie de cheque en blanco para actuar con toda libertad contra el narcotráfico.