Colombia

Llegó el momento de cambiar la política antidrogas en el mundo: Gustavo Petro

Ante decenas de miles de campesinos, indígenas, afrocolombianos y gente del común que convirtió la Plaza de Bolívar en una fiesta popular, sostuvo que “es hora de una nueva Convención Internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado”
domingo, 7 de agosto de 2022 · 20:05

BOGOTÁ (apro).- El presidente colombiano Gustavo Petro dijo este domingo en su primer discurso tras tomar posesión del cargo que llegó el momento de cambiar la política antidrogas prohibicionista en mundo para que esa estrategia, que “ha fracasado”,  permita la vida no genere la muerte.

“¿Vamos a esperar que los próximos 40 años otro millón de latinoamericanos caiga bajo el homicidio y dos millones 800 mil norteamericanos mueran por sobredosis? ¿O más bien cambiamos el fracaso por un éxito que permita que Colombia y Latinoamérica puedan vivir en paz?”, planteó el nuevo presidente colombiano ante varios gobernantes de la región que asistieron a su juramentación.

En el acto de transmisión de mando, realizado en la central Plaza de Bolívar de Bogotá, el político izquierdista de 62 años sostuvo que si el mundo de verdad quiere respaldar a la región debe comenzar por reformular la estrategia punitiva contra los estupefacientes.

“Que nos quieren apoyar, nos dicen una y otra vez en todos los discursos, ¡pues cambien la política antidrogas!, que (eso) está en sus manos, en el poder mundial, en las Naciones Unidas”, aseguró el exguerrillero del M-19 que se acogió a un pacto de paz en 1990 y que luego fue varias veces congresista y alcalde de Bogotá.

Petro, primer izquierdista en llegar a la presidencia de Colombia, afirmó que la guerra contra las drogas ha llevado a los Estados “a cometer crímenes; nuestro Estado ha cometido crímenes y ha evaporado el horizonte de la democracia”.

Ante decenas de miles de campesinos, indígenas, afrocolombianos y gente del común que convirtió la Plaza de Bolívar en una fiesta popular, sostuvo que “es hora de una nueva Convención Internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado”, que “fortaleció a las mafias y debilitó los Estados”.

La iniciativa del nuevo presidente para impulsar un debate regional y global sobre la reformulación de la estrategia prohibicionista contra los narcóticos que ha alentado Estados Unidos desde hace más de medio siglo es un componente de su propuesta de “paz total” para Colombia, un país en el que la guerra interna se ha financiado con el dinero de la cocaína.

Aunque en 2016 el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos –presente en la ceremonia— firmó un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, quedan en armas disidencias de ese grupo que no se acogieron a ese pacto y que se dedican al narcotráfico; el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) y poderosas bandas criminales que manejan el negocio de la cocaína.

Petro ofreció una negociación con todos esos actores armados, tanto con la guerrilla del ELN, como con las disidencias de las FARC y con las bandas criminales, a las que les ofreció acogerse a una nueva ley –que se tramitará en el Congreso— en la que podrán someterse colectivamente a la justicia y desmantelar sus estructuras, a cambio de rebajas de penas para sus integrantes.

“Tenemos que terminar, de una vez y para siempre, con seis décadas de violencia y conflicto armado. Se puede”, aseguró en el discurso inaugural de su mandato.

Sostuvo que cumplirá, “a rajatabla”, el acuerdo de paz con las FARC, que el saliente presidente Iván Duque se rehusó a implementar en la mayoría de sus puntos, y que seguirá las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad, que propuso en su informe final en junio pasado transitar hacia la despenalización de las drogas.

Petro dijo que trabajará de manera incansable “para llevar paz y tranquilidad a cada rincón de Colombia” y que su gobierno será el de la vida y la paz y “así será recordado”.

Para ello, dijo, impulsará diálogos sociales en todos los rincones de Colombia “para encontrarnos en medio de las diferencias, para expresarnos y ser escuchados, para buscar, a través de la razón, los caminos comunes de la convivencia”.

“Es la sociedad toda –agregó-- la que debe dialogar sobre cómo no matarnos y sobre cómo progresar. En los diálogos regionales vinculantes convocamos a todas las personas desarmadas, para encontrar los caminos del territorio que permitan la convivencia. No importa los conflictos que allí haya”.

Y enseguida convocó “a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado, a aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia, a trabajar como dueños de una economía próspera pero legal que acabe con el atraso de las regiones”.

La agenda de la equidad

Petro señaló que su gobierno, que tendrá un mandato de cuatro años, hará “que la igualdad sea posible” en un país donde el 10 por ciento de la población tiene el 70 por ciento de la riqueza.

“Es un despropósito y una amoralidad –sostuvo--. No naturalicemos la desigualdad y la pobreza. No miremos para otro lado, no seamos cómplices. Con voluntad, políticas de redistribución y un programa de justicia vamos a hacer una Colombia más igualitaria y con más oportunidades para todos y todas”.

El expresidente Duque dejó un país más pobre, más violento y más desigual. La pobreza creció 8 puntos porcentuales durante su mandato y el índice de Gini --que mide la desigualdad de ingresos— subió 19 puntos, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

De acuerdo con Petro, “la igualdad es posible si somos capaces de crear riqueza para todos y todas, y si somos capaces de distribuirla más justamente”.

Por eso propuso “una economía basada en la producción, el trabajo y el conocimiento” y una reforma fiscal –que será presentada en el Congreso este lunes— para llevar una parte de la riqueza de las personas que más tienen y más ganan a los sectores sociales más vulnerables.

La reforma, dijo, será “el pago solidario que alguien afortunado hace a una sociedad que le permite y le garantiza la fortuna”.

Y afirmó que “no es un asunto solo de caridad, es un asunto de solidaridad humana”.

Ante gobernantes de varios países latinoamericanos, explicó que, además, planteará reformas de la salud, de las pensiones –que serán universales para todos los adultos mayores--, del sector laboral y de la educación.

Sostuvo que una de sus políticas centrales en materia social será una ley contra el hambre, que subsidiará alimentos básicos e impulsará la producción agropecuaria.

Al referirse a las Fuerzas Armadas, que tiene sectores de ultraderecha que ven con desconfianza la llegada de Petro a la presidencia, dijo que el Ejército, la sociedad y la producción “pueden unirse en una nueva ética social”.

Los helicópteros, los aviones y las fragatas, aseguró, “no solo sirven para bombardear o disparar, también sirven para crear la primera infraestructura de la salud preventiva del pueblo colombiano”.

Petro, que como político opositor fue un persistente crítico de la corrupción y de las violaciones de derechos humanos por parte de integrantes de las Fuerzas Armadas y la policía, afirmó que los organismos de inteligencia de esas instituciones dejarán de espiar a opositores, periodistas, magistrados y líder sociales y se orientarán al combate contra la corrupción.

Ambientalismo y mujeres

El nuevo presidente colombiano sostuvo gobernará con y para las mujeres, las cuales tendrán más oportunidades laborales y tendrán que ganar lo mismo que los hombres porque “ya es hora de combatir todas esas desigualdades y equilibrar la balanza”.

Petro anunció que la vicepresidenta Francia Márquez, una afrocolombiana de gran arraigo popular, será la ministra de la Igualdad una vez que el Congreso apruebe la ley que creará ese nuevo ministerio.

El nuevo presidente construyó en las últimas semanas una coalición legislativa que le da una cómoda mayoría en el Congreso bicameral y de la cual forman parte partidos tradicionales como el Liberal, el Conservador y el de la U. Esto le garantiza al nuevo gobernante que podrá sacar adelante sus principales reformas, aunque deberá negociar algunas de ellas con sus nuevos aliados.

Otro tema fundamental en la agenda del nuevo gobierno es el ambientalismo, al que calificó en su discurso como un asunto “urgente”.

“El cambio climático es una realidad y es urgente –aseguró--. No lo dicen las izquierdas ni las derechas, lo dice la ciencia. Tenemos y podemos encontrar un modelo que sea sostenible económica, social y ambientalmente”.

Nosotros, añadió, “estamos dispuestos a transitar a una economía sin carbón y sin petróleo, pero poco ayudamos a la humanidad con ello” ya que “no somos nosotros los que emitimos los gases efecto invernadero: son los ricos del mundo quienes lo hacen, acercando al ser humano a su extinción, pero nosotros sí tenemos la mayor esponja de absorción de estos gases después de los océanos: la selva amazónica”, cuya destrucción hay que parar.

Petro preguntó dónde está el fondo mundial para salvar la selva amazónica.

“Los discursos –dijo-- no la salvarán, pero en cambio podemos convertir a toda la población que hoy habita la amazonia colombiana en una población cuidadora de la selva. Pero necesitamos los fondos del mundo para hacerlo”.

“Si es tan difícil conseguir esos dineros que las tasas carbón y los fondos del clima pactados deberían otorgar para salvar algo tan esencial, entonces, le propongo a la humanidad cambiar deuda externa por gastos internos para salvar y recuperar nuestras selvas, bosques y humedales. Disminuyan la deuda externa y gastaremos el excedente en salvar la vida humana”.

Señaló que, si el Fondo Monetario Internacional ayuda a cambiar deuda por acción concreta contra la crisis climática, “tendremos una nueva economía próspera y una nueva vida para la humanidad”.

Petro hizo un llamado a la unidad nacional. Tras ganar las elecciones, en junio pasado, se reunió con su principal adversario político, el expresidente Álvaro Uribe, líder de la ultraderecha colombiana, lo que redujo la tensión política que ha vivido este país en los últimos años.   

“Ya es hora de dejar atrás los bloques, los grupos y las diferencias ideológicas para trabajar juntos. Entendamos de una vez y para siempre que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”, aseguró.

Y también se refirió a la falta de unidad de América Latina.

“La unidad latinoamericana no puede ser una retórica, un mero discurso. Acabamos de vivir quizás lo peor de la pandemia del covid-19, y América Latina no fue capaz de juntarse, de coordinarse, para comprar las vacunas más baratas”, sostuvo.

Luego se refirió a lo que será su decálogo de gobierno, en el que trabajar por “la paz verdadera y definitiva” será su prioridad, así como el cuidado de los abuelos (que recibirán una pensión en todos los casos), de los niños, las personas con discapacidad y los marginados.

También mencionó las políticas de equidad con las mujeres, un diálogo nacional encaminado a lograr un acuerdo nacional, una estrategia de seguridad que proteja a todos los colombianos –incluso los líderes sociales y los ex combatientes de las FARC, cientos de los cuales han sido asesinados en los últimos años— y la protección del medioambiente.

Además, dijo que luchará contra la corrupción “con mano firme y sin miramientos”.

Sostuvo que su gobierno recuperará “lo que se robaron”, vigilará para que no se repitan los saqueos al presupuesto público y transformará el sistema de contrataciones para desincentivar este tipo de prácticas.

Luego de su toma de posesión y de su discurso, Petro caminó hacia la Casa de Nariño, la residencia oficial del presidente, y allí dio posesión a sus ministros, a quienes dijo que el cambio en Colombia “es de verdad (y) nosotros no podemos fallar”.

Petro, un admirador del escritor Gabriel García Márquez, recordó que el fallecido Premio Nobel de Literatura escribió al final de su novela Cien Años de Soledad: “Todo lo escrito en ellos (los pergaminos de Aureliano Babilonia) era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Pero de acuerdo con del nuevo presidente de Colombia, “hoy empieza nuestra segunda oportunidad. Nos la hemos ganado”.

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