Elecciones Estados Unidos

Primarias, caucus, convenciones... Así funcionan las elecciones en Estados Unidos

En este 2024 Estados Unidos y México renovarán sus respectivas presidencias, pero, a diferencia del mexicano, el estadunidense es un proceso electoral con peculiaridades como el hecho de que ganar el voto popular no le garantiza a un candidato llegar a la Casa Blanca.
domingo, 4 de febrero de 2024 · 07:00

La proximidad de las elecciones generales de 2024 en Estados Unidos genera preocupación y especulación acerca de una posible segunda contienda entre el actual presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump. En el caso del partido demócrata está bastante claro que el presidente actual será el candidato. En el caso del Partido Republicano se concretará la candidatura próximamente. A más tardar en marzo sabremos con certeza si volverá a ser el candidato de los Republicanos.  ¿Será Trump el candidato? ¿Qué nos revelan los datos? En el caso de que Trump sea seleccionado como el candidato republicano, ¿qué nos revelan las mediciones de favorabilidad sobre una posible contienda entre él y el actual presidente Joe Biden? Por último, ¿cuáles son los estados más competitivos que desempeñarán un papel clave en las elecciones generales de 2024?

Entre primarias y caucus

Una de las principales señales de que ha comenzado la temporada electoral es el inicio de las elecciones primarias. En Estados Unidos los ciudadanos contribuyen a elegir quiénes serán los candidatos presidenciales de cada partido mediante delegados que votan posteriormente en la convención de cada partido para seleccionar al candidato que se presentará en las elecciones generales.  

En dichas elecciones se determina cual candidato se llevará la mayor cantidad de delegados para ganar la nominación en la convención partidaria. El candidato que obtenga el respaldo de la mayoría de los delegados se convertirá en el nominado presunto y será formalmente elegido en la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, que tendrá lugar entre el 15 y 18 de julio.  

Las elecciones primarias del Partido Demócrata no serán muy competitivas ya que el candidato será el actual presidente Joe Biden. Las elecciones primarias en el Partido Republicano son un poco más interesantes, pues se ha presentado Trump junto a algunos otros aspirantes, de los cuales queda Nikki Haley como principal contrincante.

A diferencia de otros países –como México–, Estados Unidos carece de un organismo electoral nacional: de manera que cada estado decide las reglas de sus elecciones, tanto para las primarias como las generales. Los estados difieren en la manera en que se adjudican los delegados, en los umbrales que establecen, y los estados más poblados tienen la mayor cantidad de delegados que mandan a la convención correspondiente de cada partido.  

De todos modos, el candidato que recibe la mayor cantidad de votos de los delegados en la convención del partido se convierte en el candidato presidencial del partido para las elecciones generales, y más de un 70% de los delegados serán adjudicados hasta finales de marzo. Las elecciones generales celebrarán el 5 de noviembre de 2024.

Algunos estados realizan elecciones primarias convencionales en las urnas o por votación por correo, mientras que otros llevan a cabo un caucus, una especie de reunión o asamblea que se celebra típicamente en escuelas, gimnasios, o lugares similares. Los caucus siguen el mismo proceso que las elecciones primarias e incluso pueden incluir debates o discusiones, sobre todo si hay un grupo de indecisos. 

Dependiendo de las reglas del estado y del partido político, las primarias y las votaciones caucuspueden ser abiertas, cerradas o algún tipo de híbrido entre ambas. En las elecciones primarias o caucusabiertos, los votantes no tienen que estar registrados con ningún partido político para participar en su primaria o caucus.  En una elección primaria o caucus cerrado, solamente votantes registrados con un partido pueden votar en las primarias de ese partido especifico. El grado de flexibilidad en las reglas sobre quiénes pueden votar por candidatos en las primarias o caucus tiene implicaciones para los resultados finales. 

El sui géneris proceso para elegir en EU. Foto: Serkan Gurbuz / AP

Específicamente, las reglas definen quienes pueden cruzar las líneas partidarias y, por ende, influye en quiénes pueden determinar el candidato republicano. Por ejemplo, si los votantes no afiliados o independientes pudieran votar por un candidato republicano, existiría la posibilidad de que Donald Trump no obtuviera la misma cantidad de votos o delegados. En cambio, si los votantes no afiliados o independientes no pueden votar por un candidato de los partidos, sólo votan los que están registrados con ese partido y entonces hay una base partidarios leales que deciden quién se lleva la mayoría de los delegados a la convención. 

En este ciclo electoral el Partido Republicano empleará un caucus en Iowa (40 delegados), Nevada (26 delegados), Idaho (32 delegados), Michigan (55 delegados), Dakota del Norte (29 delegados), Utah (40 delegados), Hawái (19 delegados), Islas Vírgenes (4 delegados) y Samoa Americana (9 delegados).

El caucus de Iowa tradicionalmente marca el inicio de la contienda presidencial, pues esta votación constituye el primer evento importante en el ciclo electoral. El orden de los estados en el calendario electoral juega un papel importante y ha sido objeto de debate. Históricamente los resultados en las elecciones primarias en los primeros estados tienen un peso importante en las contiendas que siguen en el resto de los estados y en el resultado final. Por ejemplo, entre demócratas se ha argumentado en favor de que los estados que van primero en el calendario electoral sean representativos del país en términos de la población y representación de las minorías. Este no es el caso con Iowa, que tiene una población más homogénea comparado con el resto de país. Sin embargo, este estado ha podido defender su primacía temporal en el calendario electoral –aunque los demócratas ahora pueden votar por correo hasta marzo–. De hecho, muchos candidatos deciden retirarse después del caucus en Iowa si no les va bien en ese estado. Luego de New Hampshire siguen Nevada, Islas Vírgenes, y Carolina del Sur. 

La gobernadora de Michigan adelantó las primarias del estado al 27 de febrero, pero dicha fecha no concuerda con las reglas de la Convención Republicana. Por ende, ese estado otorgará 16 de sus 55 delegados en función de los resultados de febrero, pero esperará hasta marzo para asignar esos delegados y los 39 delegados restantes. El Supermartes marca el día en el cual varios estados celebran sus elecciones primarias después de las elecciones de Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur. Los resultados del Supermartes proporcionarán una idea bastante clara de quien será el candidato de cada partido político.

A estas alturas ya han pasado dos elecciones primarias (las de Iowa y New Hampshire). Donald Trump salió como ganador del caucus de Iowa con 51% de los votos, seguido por Ron DeSantis, gobernador de Florida, quien quedó en segundo lugar con 21.2%. Ron DeSantis y Vivek Ramaswamy abandonaron la contienda electoral justo después del caucus de Iowa y antes de la siguiente contienda de Nuevo Hampshire que tuvo lugar el 23 de enero de 2024. 

Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, ocupó el tercer lugar con 19.1% de los votos en Iowa y seguirá como principal contrincante contra Trump en el proceso electoral republicano en las elecciones que siguen, y no ha dado señales de que vaya a dejar la carrera. 

En New Hampshire Donald Trump quedó en primer lugar nuevamente, con 54% de los votos, pero Nikki Haley obtuvo el segundo lugar, con 43%, lo cual la exgobernadora celebró como una victoria. De hecho, ganó un porcentaje importante de votos en ese estado debido al grupo de votantes independientes que tiran más hacia el centro del espectro político. 

Estas primeras contiendas en los dos primeros estados primarios demuestran la ventaja de Donald Trump, pero también arrojan luz sobre el potencial de Nikki Haley entre los votantes del centro político que no necesariamente quieren a Donald Trump como candidato del partido republicano. Actualmente, 32 delegados han sido adjudicados a Donald Trump, mientras 17 delegados van para Nikki Haley. Se necesitan mil 215 delegados de los dos mil 429 que hay en total para ganar la nominación.

Próximas primarias: hacia Nevada y Carolina del Sur

Las siguientes contiendas primarias serán en Nevada y Carolina del Sur, pero todos están mirando hacia el segundo estado más que al primero, aunque Nevada precede a Carolina del Sur en el calendario electoral. Vale mencionar que Islas Vírgenes también tendrá elecciones primarias el mismo día que el caucus en Nevada (hay cuatro delegados). Nevada adjudicará 26 delegados al candidato ganador (y es un estado ejemplar para demostrar la dinámica política y fuerza de Donald Trump en el Partido Republicano. 

Nikki Haley se saltará Nevada por completo y hará campaña en Carolina del Sur mientras Trump se presentará en un mitin político con sus partidarios en Las Vegas (Nevada) antes de proceder a Carolina del Sur.  La principal razón por la cual Haley no comparecerá en Nevada es que estos dos candidatos no aparecerán en la misma boleta. Hasta el gobernador de Nevada ha recalcado lo confuso que está la situación. Esta es la situación de fondo: Nevada ha celebrado las votaciones caucus por décadas hasta 2021, cuando el estado aprobó una ley introduciendo las elecciones primarias debido a algunos problemas con el proceso del caucus en 2020. 

Los republicanos estaban contra el nuevo sistema incluyendo la posibilidad de votar por correo, y trataron de eliminar las elecciones primarias aprobadas por el estado sin éxito. Por consiguiente, la organización estatal del Partido Republicano decidió ignorar las elecciones primarias que se celebrarán el 6 de febrero. 

Además, decidió que los resultados del caucus –no las elecciones primarias–determinarán la cantidad de delegados que cuentan para el proceso de selección de candidato en la convención republicana. 

Incluso el Partido Republicano estipuló que cualquier candidato que aparezca en la boleta de las elecciones primarias no puede participar en la votación caucus dos días más tarde. Como era de esperar, Donald Trump decidió participar en el caucus mientras Nikki Haley aparecerá en la boleta de las elecciones primarias. Se espera que Haley arrase en la elección primaria –aunque los resultados no cuentan–, mientras Donald Trump ganará el caucus, ya que el partido sólo reconocerá los resultados del caucus. 

Haley. Principal contrincante de Trump. Foto: Meg Kinnard / AP

Dado que las votaciones caucus y las elecciones primarias en Nevada son cerradas –sólo pueden participar aquellos votantes registrados con ese partido–, no cabe duda que Donald Trump se llevará a todos los delegados de ese estado. Con ese trasfondo tiene sentido que Nikki Haley centre sus esfuerzos en Carolina del Sur, estado en el cual fue gobernadora, pero donde no tiene muchos amigos políticos, pues se repite la tendencia de otros estados –los republicanos se están posicionando al lado de Donald Trump. 

Gane quien gane se llevarán 50 delegados de Carolina del Sur a la Convención Republicana en julio. En cuanto a esos dos estados (Carolina  del Sur y Nevada) está bastante claro que el éxito relativo de Nikki Haley en New Hampshire no se repetirá en esas dos entidades.

La fuerza de Trump

Más allá de los tipos de elección primaria y los resultados de las primeras contiendas primarias, los índices de favorabilidad demuestran los altos niveles de aprobación que disfruta Trump comparado con sus contrincantes –de los cuales sólo queda Nikki Haley. 

¿Qué nos dicen las encuestas y los índices de favorabilidad de los posibles candidatos republicanos? Esta pregunta se basa en qué tan favorable son los candidatos (favorables o desfavorables). Pese a los resultados algo prometedores para Haley en New Hampshire, aún persiste una brecha substancial entre ella y Donald Trump de más de 30 puntos porcentuales. Aunque Vivek Ramaswamy y Ron DeSantis ya se retiraron de la contienda, resulta útil comparar los niveles de favorabilidad y la intención de voto en las encuestas en los cuatro estados que inician el ciclo electoral.

Al analizar las encuestas a escala estatal en los cuatro estados de las primeras contiendas primarias, se evidencia una tendencia marcada: una ventaja significativa de Trump en comparación con sus contrincantes. En las encuestas agregadas por fivethirtyeight se preguntó por la intención de voto entre los candidatos republicanos. El gráfico muestra la evolución de las encuestas desde principios de 2023 y pone en evidencia un leve aumento en el apoyo hacia Nikki Haley desde julio de dicho año. 

En Iowa los niveles de apoyo a Haley son comparables a DeSantis y se alinean estrechamente a los resultados de las elecciones del 15 de enero en Iowa. En New Hampshire la intención de voto por Haley se acerca más a la de Trump que en los otros estados. Esto refleja una dinámica similar a los resultados de las elecciones primarias el 23 de enero en New Hampshire, donde Donald Trump superó a Nikki Haley por sólo 11% en votos. 

Los resultados en Nevada no sorprenden en un estado con un caucus cerrado en el cual la principal contrincante, Nikki Haley, no figura en la boleta; es de esperar que los republicanos vayan a votar por Donald Trump en el caucus de la próxima semana. 

De hecho, las encuestas más recientes en ese estado no incluyen a Nikki Haley, pero muestran que Donald Trump lidera con más de un 50 % de ventaja. En Carolina del Sur las encuestas tampoco resultan alentadoras para Haley, pese a sus raíces en ese estado y su pasado como gobernadora. 

En resumen, las encuestas de los primeros estados en los cuales se celebraron las elecciones primarias que preceden al Supermartes, en combinación con los datos de opinión favorable de los votantes republicanos a escala nacional, indican de manera sólida que Donald Trump será el candidato del partido republicano para las elecciones generales de noviembre; a menos que sus problemas legales se conviertan en un obstáculo insuperable, pues el juicio contra Trump probablemente comenzará el 4 de marzo próximo, un día antes del Supermartes, el evento que culmina la temporada de las primarias.

 

 

Una elección que se enfila entre Trump y Biden

Los datos de las elecciones primarias revelan una tendencia clara respecto de la candidatura de Donald Trump, sugiriendo que él se convertirá en el candidato del Partido Republicano. Además, los indicadores señalan la posibilidad de que vivamos –como era de esperar– una repetición de las últimas elecciones en 2020: una contienda entre el expresidente Donald Trump y el actual presidente Joe Biden en las elecciones generales de noviembre 2024. Al examinar las cifras de aprobación de Biden se observa que su popularidad han caído desde 2021, alcanzando sus niveles más bajos en 2022 y oscilando recientemente entre 35 y 50%; el promedio de sus niveles de aprobación está alrededor de 42 por ciento. 

Además los índices de favorabilidad entre los dos posibles candidatos indican un incremento en la favorabilidad de Donald Trump, mientras la tendencia para Joe Biden va en dirección opuesta, con sus niveles de favorabilidad en descenso desde octubre de 2023. 

Los datos actuales confirman ciertas tendencias rumbo a las elecciones generales de 2024: con la información disponible hasta ahora, parece probable que Trump sea el candidato republicano y que se enfrente al actual presidente Joe Biden en noviembre. Sin embargo, cabe recordar que estamos en las primeras etapas del ciclo electoral y aún podrían producirse cambios en los próximos meses.

El papel de los estados competitivos 

En las elecciones primarias los ciudadanos eligen a los candidatos en las convenciones mediate delegados. Una vez que se definan quienes serán los candidatos de cada partido en las convenciones, empieza la campaña electoral entre los principales candidatos para determinar quién será el próximo presidente. En las elecciones generales de este país se decide quién será el presidente mediante el Colegio Electoral, cosa que no sucede en la mayoría de los países de la región. El Colegio Electoral es una reliquia histórica y sirve como un mecanismo intermediario para elegir al presidente y al vicepresidente. 

El Colegio Electoral cuenta con 538 votos y los candidatos presidenciales necesitan 270 votos para llegar a la Casa Blanca. Cada estado tiene un número de votos en el Colegio Electoral igual al número de representantes y senadores. Cuarenta y ocho de los 50 estados tienen un sistema mayoritario. Esto significa que el candidato que obtiene el voto popular gana todos los votos del Colegio Electoral de ese estado. En dos estados (Maine y Nebraska) se asignan dos votos electorales al ganador del voto popular en la entidad y un voto electoral al ganador del voto popular en cada distrito del Congreso.

Los candidatos pueden ganar el voto popular y perder el voto del colegio electoral. Esto sucedió en las elecciones de 2016, cuando Hillary Clinton recibió 48% del voto popular y Donald Trump recibió 45.9%. En este caso, Hillary Clinton ganó 232 votos del colegio electoral y Donald Trump arrasó con 306 votos del Colegio Electoral, superando el umbral de 270 pese a que perdió el voto popular. 

Muchos de los 50 estados han votado al mismo partido desde las elecciones presidenciales de 2000. En este sentido es relativamente fácil predecir qué estados votarán a un candidato demócrata y cuáles a un republicano. Algunos estados no votan sistemáticamente según determinadas líneas partidarias, y son esos estados que juegan un papel determinante en el resultado final. A esos estados se le llama swing states o estados ‘columpio’. Los candidatos suelen centrar sus esfuerzos en esos estados columpio que oscilan entre rojo (color de los republicanos) y azul (color de los demócratas). 

En las elecciones de 2020, varios estados columpio jugaron un papel determinante en la victoria de Biden. Tres de esos estados conforman el llamado muro azul: Pensilvania, Wisconsin, y Michigan, los cuales suelen inclinarse hacia el mismo partido. En estos estados la ventaja de Biden estuvo por debajo de 3 por ciento. 

En 2020 los estados de Arizona y Georgia votaron por el candidato demócrata por primera vez en 20 años, en 2020, mientras Carolina del Norte se situó como un estado clave, aunque no suficiente para que Biden ganara en dicho territorio.  

Algunos estados tradicionalmente competitivos se consolidaron respecto de sus lealtades políticas.  Florida, Iowa y Ohio se afianzaron como estados republicanos entre 2016 y 2020. Otras entidades se solidificaron como demócratas –entre ellos figuran Colorado, Virginia, Maine, Minnesota y New Hampshire. 

En estados como Nevada los demócratas no pudieron ampliar la ventaja significativamente. Nevada seguirá siendo un territorio crucial y podría presentar una oportunidad importante para los republicanos en el futuro (este estado solamente cuenta con seis votos en el Colegio Electoral). 

Es muy probable que en este año electoral los estados más importantes y competitivos en este 2024 en una contienda entre Donald Trump y Joe Biden sean los que votaron por Biden en 2020, pese a haber optado por Trump en 2016: Arizona, Georgia, Michigan, Pensilvania, Wisconsin y Carolina del Norte. 

Actualmente los datos agregados de fivethirtyeight analizados a escala estatal confirman el grado de competencia entre los candidatos de algunos de los estados columpio. 

Biden. Desventaja ante Trump. Foto: Evan Vucci / AP

Se incluye solamente a las encuestas en las que estos dos candidatos fueron mencionados en una contienda electoral (es decir, los encuestados sólo pudieron elegir entre estos dos candidatos). De hecho los datos demuestran que hay incluso una tendencia hacia Donald Trump en varios de los estados columpio, incluyendo a Arizona, Georgia, North Carolina. Pensilvania, Wisconsin y Michigan se muestran muy competitivos.  Los datos recalcan que Nevada sigue siendo un estado “púrpura” –entre rojo y azul– pese a que votó por Hillary Clinton en 2016 y Joe Biden en 2020.

Además de las encuestas en los estados columpio, la frecuencia y cantidad de sondeos que se realizan por estado demuestra el interés que tienen los estrategas y consultores políticos, además de los partidos en ciertas entidades. Por ejemplo, hay estados en los que se llevan a cabo muy pocas encuestas como Alabama, Arkansas, Idaho (y muchos más) ya que no cabe duda que en ellos ganará el Partido Republicano. El gráfico revela cuales son los estados en los que las encuestas suceden con más frecuencia.

En fin, nos encontramos apenas en la etapa inicial de lo que será una larga temporada electoral que culminará en noviembre.  Aún es prematuro especular sobre las elecciones generales, pero los datos actuales sugieren tendencias notables respecto de los candidatos: 

Donald Trump parece encaminarse a ser el candidato del Partido Republicano y lleva una ventaja sobre Biden en las encuestas en varios estados clave. No obstante, es importante reconocer que la dinámica política evolucionara a medida de que nos acerquemos a las elecciones, y nuevas tendencias o acontecimientos podrían influir la dinámica política a lo largo de la temporada.

*Doctora en Ciencia Política por la Universidad de Viena. Su trabajo está publicado en Legislative Studies Quarterly, Party Politics, Política y Gobierno, y Journal of Elections, Public Opinion and Parties. Kernecker tiene experiencia en consultoría en estrategia y comunicación política, y actualmente trabaja para el Archivo de Datos de Ciencias Sociales de Austria en el ámbito de la ciencia abierta y la gestión de datos científicos.

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