Justicia patriarcal
Todas las periodistas que trabajamos temas sobre violaciones a los derechos humanos de las mujeres en México hemos reportado y acompañado su lucha y/o la de sus familiares por la justicia. La impunidad en el país es generalizada. La mayoría de los delitos, como violencia familiar, acoso sexual o violación, ni siquiera se denuncia. Que un caso llegue a la corte —de materia penal, familiar, civil o laboral— con una mujer como víctima, acusada o testigo, no equivale a que se haga justicia.
De acuerdo con la jurisprudencia 22/2016 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuya aplicación es obligatoria en todas las instancias, una persona juzgadora debe:
- a) Identificar si existen situaciones de poder que, por cuestiones de género, impliquen un desequilibrio entre las partes.
- b) Cuestionar los hechos y valorar las pruebas desechando cualquier estereotipo o prejuicio de género, y visualizar las situaciones de desventaja provocadas por condiciones de género.
- c) Ordenar las pruebas necesarias para visibilizar situaciones de violencia, vulnerabilidad o discriminación por razones de género.
- d) En caso de detectarse una desigualdad de género, cuestionar la neutralidad del derecho aplicable, y evaluar el impacto diferenciado de la solución propuesta para buscar una resolución justa de acuerdo al contexto de desigualdad.
- e) Aplicar los estándares de derechos humanos.
- f) Evitar el uso del lenguaje basado en estereotipos o prejuicios.