Narcotráfico. El gran desafío de Calderón
Planeta
"Yes, sir " (Proceso 1596/ 3 de junio de 2007) Semanas antes de su llegada a Los Pinos, Felipe Calderón ya se mostraba comedido hacia la administración de George W Bush Y era correspondido, sobre todo en lo que concierne al combate al narcotráfico Son múltiples los ejemplos Uno de ellos es la opinión del coordinador de los agentes de la DEA, Kevin C Whaley, quien recomienda la extradición de los capos de la droga Proceso ofrece fragmentos de los capítulos 1 y 2 del libro Narcotráfico El gran desafío de Calderón, de Alejandro Gutiérrez, que el Grupo Editorial Planeta pondrá en circulación esta semana Injerencia desde el Potomac La aeronave de la DEA hizo el trayecto directo de Washington al aeropuerto de Cuernavaca, Morelos, en octubre de 2006, hasta donde llegaron en el más absoluto sigilo varios funcionarios de primer nivel de la agencia antidrogas estadunidense, encabezados por la administradora, Karen Tandy El propósito era celebrar algunas sesiones privadas con su contraparte mexicana para repasar temas de la agenda sobre el combate al narcotráfico Como la idea era mantener en secreto el encuentro, entonces el refugio ideal era el benevolente clima de Morelos, pero particularmente porque en la Ciudad de México aún se vivían los palpables resabios del proceso electoral del 2 de julio, tan controversial que se tradujo en airadas protestas poselectorales, en una inusual crispación social y en una tangible debilidad en la legitimidad de Felipe Calderón, el candidato al que las autoridades electorales dieron el triunfo Por todo ello, era más conveniente mantener una prudente distancia de ese ambiente para no contaminar los temas prioritarios para este puñado de funcionarios de ambas naciones La reducida delegación mexicana que viajó a Cuernavaca estaba encabezada por el secretario de Seguridad Pública, Eduardo Medina Mora; el subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, José Luis Santiago Vasconcelos, y el director de la Agencia Federal de Investigación, Genaro García Luna En forma adicional participaba un representante del presidente electo Por el ambiente y el tono que los estadunidenses impusieron al encuentro, dejaron en claro su certeza de que entre los anfitriones tenían aliados para el impulso de las políticas antidrogas que la Casa Blanca deseaba se pusieran en marcha en la región, describió uno de los mexicanos asistentes Era obvio el interés de la delegación estadunidense por conocer más hacia dónde quería dirigir el combate al narcotráfico Calderón, si existía interés por el trabajo conjunto y dejar en la mesa las siempre persuasivas opiniones que Estados Unidos venía haciendo desde tiempo atrás para modernizar el esquema de combate gubernamental a las drogas El mismo funcionario relató que "el nivel de los funcionarios que participaron mostraba el interés de la DEA por conocer la dirección que la administración de Calderón daría al tema, pero también por dejar sembrada la idea de que México debía seguir trabajando de la mano con ellos" Sus comentarios, en los que pidió reservar su identidad, los compartió tres meses después de dichos encuentros, cuando en el inicio del gobierno de Calderón se estaba en medio de los operativos conjuntos y la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos En octubre de 2006, en las postrimerías del llamado Gobierno del Cambio de Vicente Fox, los saldos en el combate al crimen organizado eran negativos Como nunca antes el narcotráfico había alcanzado una posición de tanta ventaja ante el Estado, las condiciones eran críticas y las amenazas latentes porque la guerra en la que estaban inmersas las principales organizaciones del narcotráfico para imponer su hegemonía alcanzaba una violencia terrorista, miles de muertos, no pocos de ellos inocentes o ajenos a la empresa criminal, y niveles de violencia extrema (?) En este contexto, la plana mayor de la DEA estaba reunida en Morelos con algunos de los funcionarios del foxismo que fueron parte del fracaso en materia de seguridad, pero ahora estaban al frente en la estrategia para vender un modelo nuevo para el combate al narcotráfico Por un lado, con la creación del Cuerpo Nacional de Policía que no sólo unificaba a todos los cuerpos de policías federales y les otorgaba amplias facultades de investigación, y por otro, la creación de un sistema único de información criminal y la autonomía del Ministerio Público (?) Las sesiones de Cuernavaca tuvieron lugar unos días antes de la visita que Calderón realizó a Washington, el 9 de noviembre de 2006, aún en la etapa de transición Esa gira de trabajo tuvo el inconveniente de llevarse a cabo al día siguiente del aplastante triunfo de los demócratas sobre el partido Republicano del presidente George W Bush en las elecciones estadunidenses El acto central de su visita fue su primer encuentro con Bush en la Sala Oval de la Casa Blanca, donde concentraron sus comentarios en tres temas: comercio, migración y la lucha antidrogas Además de resaltar los buenos propósitos de la reunión y hacer hincapié en fortalecer la relación bilateral, ambos mandatarios se comprometieron a robustecer la cooperación en la lucha contra el narcotráfico Tras esa reunión, Calderón declaró que "el desafío más difícil" de su gobierno sería el tema de la seguridad pública, particularmente "las medidas que van orientadas a ordenar y a poner en una ruta de éxito la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado" A la par de las reuniones oficiales, la visita fue aprovechada para que el equipo de Calderón recibiera algunos dossiers de información sensible de la Dirección Nacional de Inteligencia, entonces encabezada por John Dimitri Negroponte, y de la secretaria del Departamento de Estado, Condolezza Rice, sobre los temas del crimen organizado En la etapa poselectoral y de transición en México se vivieron episodios de tanta tensión política que hasta ese momento los encuentros de funcionarios estadunidenses con el equipo de Calderón habían sido prácticamente nulos El embajador de Estados Unidos en México, Anthony Garza, fue de los pocos que estableció vínculos directos con Calderón Los primeros días de octubre, Garza se reunió en la embajada con Juan Camilo Mouriño, coordinador general del equipo, y el día 3 del mismo mes el representante diplomático tuvo un encuentro con el presidente electo en la casa de transición, en la colonia Del Valle de la capital mexicana En la comunidad de inteligencia se sabía que semanas antes el embajador tuvo una comunicación telefónica con el entonces secretario de Defensa, general Clemente Vega García, para compartirle que en las declaraciones que había empezado a hacer el narcotraficante Francisco Javier Arellano Félix, preso en San Diego, implicaba al menos a un gobernador, a varios presidentes municipales y algunos mandos militares con el cártel de Tijuana A pesar de que el jefe militar prometió agendar una reunión personal, después no volvió a responderle los llamados a Garza Entonces éste se reunió con Calderón el día 3 en la casa de transición, en la víspera del viaje del presidente electo a Centro y Sudamérica, su primera gira internacional El día 4 de octubre Calderón emprendió su viaje por esa región, que incluyó una visita a Bogotá, donde tuvo un largo encuentro con el presidente Álvaro Uribe y participó en una sesión con funcionarios y expertos en temas de seguridad que le expusieron los logros que han obtenido en la aplicación del Plan Colombia, que es la estrategia de combate al narcotráfico que este país ha aplicado de la mano de Estados Unidos En este plan destacan la militarización en la lucha contra las drogas (con presencia de especialistas de la DEA y del ejército estadunidense) y permanentes procesos de extradición de narcotraficantes a Estados Unidos Sólo durante el período de Uribe, Colombia ha recibido 827 solicitudes de extradición de colombianos, de las cuales ha aprobado 521 y ya extraditó 458, convirtiéndose en el mandatario que más uso ha hecho de esta herramienta Tras su encuentro con Uribe, Calderón adelantó que "queremos aprender de las mejores experiencias y aplicar acciones contundentes en la lucha contra la inseguridad en nuestro país, que aquí en Colombia se ha traducido en la política de seguridad democrática? porque no se puede permitir que haya poderes de facto que atenten todos los días contra la sociedad y que desafíen a la autoridad del Estado mexicano" El presidente electo se interesó en aprender la experiencia colombiana en materia de integración de una sola policía nacional, el desarrollo de los procesos de inteligencia como parte de la lucha antidrogas y propuso poner en marcha mecanismos de cooperación bilateral para este propósito Esta visita le gustó a los funcionarios estadunidenses porque a través de la DEA y del Departamento de Justicia han buscado enaltecer los resultados del Plan Colombia, a pesar de que éstos no les pueden hacer concluir que han triunfado si se considera el crecimiento de los flujos de cocaína que se exportaron a Estados Unidos durante el período de vigencia del plan (?) Sin mayor aspaviento, en junio de 2006, el agente especial de la DEA David Gaddis fue trasladado como responsable de la Oficina de esa agencia en Colombia y la Región Andina a la de México y Centroamérica Esta primera decisión permitió advertir que Estados Unidos pretendía influir para que México fuera "colombianizando" la lucha contra las drogas (?) DEA: El ominoso camino por andar "México todavía debe transitar un largo camino para mantener bajo control las actividades de la delincuencia organizada, no sólo tiene un sistema penal que carece de capacidad para mantener en prisión a los traficantes y que éstos no sigan operando sus organizaciones, sino que creo que el siguiente paso es aún mayor, y tiene que ver con la extradición a Estados Unidos de las más importantes cabezas del narcotráfico mexicano" Kevin C Whaley no es cualquier agente especial de la DEA, es el responsable de todos los agentes de esa agencia alrededor del mundo, coordina sus programas y sus operaciones a nivel global Este funcionario de primer nivel mantiene una observación particularmente acuciosa sobre México Cree que México debe reconocer un fenómeno creciente, entenderlo y combatirlo, lo cual le podrá llevar años y recursos millonarios Está convencido del modelo colombiano y de la eficacia que a su juicio ha traído la extradición de capos a Estados Unidos "Yo creo que es necesario un paso más Lo hemos visto recientemente en Colombia Fue hasta que el presidente (Álvaro) Uribe empezó a extraditar (a los narcotraficantes) de su país a nuestros tribunales, que dio resultados" Este funcionario no desconoce el difícil proceso que Colombia debió pasar en los ochenta con los llamados "extraditables", cuando los principales capos de los cárteles de Medellín y de Cali, particularmente los primeros, emprendieron una escalada de violencia y confrontación con el Estado colombiano para evitar ser puestos en manos de la justicia estadunidense Pero ve que con Uribe se vivió un proceso diferente "No tuvo miedo de extraditarlos Ha habido un notable proceso de extradición de grandes personajes Actualmente, los traficantes temen ser detenidos para ser extraditados a Estados Unidos" (?) Su intuición como policía de carrera, "aunque no soy experto en la ley mexicana", le hace concluir que "resulta más exitoso remover a estos animales de la sociedad Necesitamos extraditarlos de estos países (México y Colombia) Sobre todo (en aquellos países) donde no son exitosos en perseguir a los traficantes; (debemos) traerlos a Estados Unidos, donde hemos demostrado una y otra vez que nosotros podemos hacer justicia (?) El punto para "desorganizar y destruir estos grupos del crimen organizado" es enfocarse en los liderazgos de esas organizaciones "Usted no se enfoca en el conductor de un tráiler ni en el pequeño traficante que pasa la frontera con la droga, usted se enfoca en el liderazgo de un grupo Desafortunadamente la mayor parte de estos liderazgos están en México Y (la autoridad) tiene recursos limitados, tiene habilidades limitadas (?) pero es un comienzo" Ese crecimiento del narcotráfico mexicano que parece desbordar al Estado ha traído consigo mayores operaciones millonarias de droga, una creciente escalada de violencia y mayor impunidad en las actividades en el país Kevin Whaley observa que México está frente a un patrón similar al que vivió Estados Unidos en los años cincuenta y sesenta, aunque potenciado "Nosotros luchamos con los mismos temas en los años cincuenta y sesenta Y aun reconociendo que el crimen organizado fue un tema importante en Estados Unidos, cuando finalmente lo reconocimos nos tomó décadas entenderlo, atacarlo y para ello debimos dedicar millones y millones de dólares en el cumplimiento de la ley, además del cambio de leyes desarrollar equipo para finalmente pegarle al crimen organizado y bajarlo al nivel que lo tenemos ahora "Pero ese crimen organizado ?sin importar qué tan grande o qué tan peligroso ha sido, o el dinero ilegal que generó o los crímenes que cometieron? palidece en comparación con el crimen organizado a lo largo de la frontera donde actúan las organizaciones mexicanas Los cárteles en México son más grandes, más sofisticados: no generan millones de dólares sino billones de dólares Y el nivel de violencia que actualmente poseen es mucho más sustancial y más agresivo que el crimen organizado en Estados Unidos Y el punto es, si a nosotros nos tomó décadas reconocerlo, desarrollar los recursos, enfocarlo y combatirlo, creo que a México le va a tomar la misma cantidad de esfuerzos para hacer la misma cosa "Esa es la pregunta ?insiste?: ¿puede el gobierno mexicano controlar los principales elementos relacionados con el tráfico de drogas?, ¿puede controlarlo, puede mantenerlo? Desafortunadamente, si vemos la forma en que la procuración de justicia está estructurada más allá de la frontera suroeste, ellos no tienen recursos, son pobres, no tienen equipo, carecen de entrenamiento y va a tomar mucho más dinero, mucha más inversión y el desarrollo de una procuración de justicia profesional que pueda extender el esfuerzo de leyes sin ser amenazados, con esa advertencia de plata o plomo" ?
"Yes, sir " (Proceso 1596/ 3 de junio de 2007) Semanas antes de su llegada a Los Pinos, Felipe Calderón ya se mostraba comedido hacia la administración de George W Bush Y era correspondido, sobre todo en lo que concierne al combate al narcotráfico Son múltiples los ejemplos Uno de ellos es la opinión del coordinador de los agentes de la DEA, Kevin C Whaley, quien recomienda la extradición de los capos de la droga Proceso ofrece fragmentos de los capítulos 1 y 2 del libro Narcotráfico El gran desafío de Calderón, de Alejandro Gutiérrez, que el Grupo Editorial Planeta pondrá en circulación esta semana Injerencia desde el Potomac La aeronave de la DEA hizo el trayecto directo de Washington al aeropuerto de Cuernavaca, Morelos, en octubre de 2006, hasta donde llegaron en el más absoluto sigilo varios funcionarios de primer nivel de la agencia antidrogas estadunidense, encabezados por la administradora, Karen Tandy El propósito era celebrar algunas sesiones privadas con su contraparte mexicana para repasar temas de la agenda sobre el combate al narcotráfico Como la idea era mantener en secreto el encuentro, entonces el refugio ideal era el benevolente clima de Morelos, pero particularmente porque en la Ciudad de México aún se vivían los palpables resabios del proceso electoral del 2 de julio, tan controversial que se tradujo en airadas protestas poselectorales, en una inusual crispación social y en una tangible debilidad en la legitimidad de Felipe Calderón, el candidato al que las autoridades electorales dieron el triunfo Por todo ello, era más conveniente mantener una prudente distancia de ese ambiente para no contaminar los temas prioritarios para este puñado de funcionarios de ambas naciones La reducida delegación mexicana que viajó a Cuernavaca estaba encabezada por el secretario de Seguridad Pública, Eduardo Medina Mora; el subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, José Luis Santiago Vasconcelos, y el director de la Agencia Federal de Investigación, Genaro García Luna En forma adicional participaba un representante del presidente electo Por el ambiente y el tono que los estadunidenses impusieron al encuentro, dejaron en claro su certeza de que entre los anfitriones tenían aliados para el impulso de las políticas antidrogas que la Casa Blanca deseaba se pusieran en marcha en la región, describió uno de los mexicanos asistentes Era obvio el interés de la delegación estadunidense por conocer más hacia dónde quería dirigir el combate al narcotráfico Calderón, si existía interés por el trabajo conjunto y dejar en la mesa las siempre persuasivas opiniones que Estados Unidos venía haciendo desde tiempo atrás para modernizar el esquema de combate gubernamental a las drogas El mismo funcionario relató que "el nivel de los funcionarios que participaron mostraba el interés de la DEA por conocer la dirección que la administración de Calderón daría al tema, pero también por dejar sembrada la idea de que México debía seguir trabajando de la mano con ellos" Sus comentarios, en los que pidió reservar su identidad, los compartió tres meses después de dichos encuentros, cuando en el inicio del gobierno de Calderón se estaba en medio de los operativos conjuntos y la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos En octubre de 2006, en las postrimerías del llamado Gobierno del Cambio de Vicente Fox, los saldos en el combate al crimen organizado eran negativos Como nunca antes el narcotráfico había alcanzado una posición de tanta ventaja ante el Estado, las condiciones eran críticas y las amenazas latentes porque la guerra en la que estaban inmersas las principales organizaciones del narcotráfico para imponer su hegemonía alcanzaba una violencia terrorista, miles de muertos, no pocos de ellos inocentes o ajenos a la empresa criminal, y niveles de violencia extrema (?) En este contexto, la plana mayor de la DEA estaba reunida en Morelos con algunos de los funcionarios del foxismo que fueron parte del fracaso en materia de seguridad, pero ahora estaban al frente en la estrategia para vender un modelo nuevo para el combate al narcotráfico Por un lado, con la creación del Cuerpo Nacional de Policía que no sólo unificaba a todos los cuerpos de policías federales y les otorgaba amplias facultades de investigación, y por otro, la creación de un sistema único de información criminal y la autonomía del Ministerio Público (?) Las sesiones de Cuernavaca tuvieron lugar unos días antes de la visita que Calderón realizó a Washington, el 9 de noviembre de 2006, aún en la etapa de transición Esa gira de trabajo tuvo el inconveniente de llevarse a cabo al día siguiente del aplastante triunfo de los demócratas sobre el partido Republicano del presidente George W Bush en las elecciones estadunidenses El acto central de su visita fue su primer encuentro con Bush en la Sala Oval de la Casa Blanca, donde concentraron sus comentarios en tres temas: comercio, migración y la lucha antidrogas Además de resaltar los buenos propósitos de la reunión y hacer hincapié en fortalecer la relación bilateral, ambos mandatarios se comprometieron a robustecer la cooperación en la lucha contra el narcotráfico Tras esa reunión, Calderón declaró que "el desafío más difícil" de su gobierno sería el tema de la seguridad pública, particularmente "las medidas que van orientadas a ordenar y a poner en una ruta de éxito la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado" A la par de las reuniones oficiales, la visita fue aprovechada para que el equipo de Calderón recibiera algunos dossiers de información sensible de la Dirección Nacional de Inteligencia, entonces encabezada por John Dimitri Negroponte, y de la secretaria del Departamento de Estado, Condolezza Rice, sobre los temas del crimen organizado En la etapa poselectoral y de transición en México se vivieron episodios de tanta tensión política que hasta ese momento los encuentros de funcionarios estadunidenses con el equipo de Calderón habían sido prácticamente nulos El embajador de Estados Unidos en México, Anthony Garza, fue de los pocos que estableció vínculos directos con Calderón Los primeros días de octubre, Garza se reunió en la embajada con Juan Camilo Mouriño, coordinador general del equipo, y el día 3 del mismo mes el representante diplomático tuvo un encuentro con el presidente electo en la casa de transición, en la colonia Del Valle de la capital mexicana En la comunidad de inteligencia se sabía que semanas antes el embajador tuvo una comunicación telefónica con el entonces secretario de Defensa, general Clemente Vega García, para compartirle que en las declaraciones que había empezado a hacer el narcotraficante Francisco Javier Arellano Félix, preso en San Diego, implicaba al menos a un gobernador, a varios presidentes municipales y algunos mandos militares con el cártel de Tijuana A pesar de que el jefe militar prometió agendar una reunión personal, después no volvió a responderle los llamados a Garza Entonces éste se reunió con Calderón el día 3 en la casa de transición, en la víspera del viaje del presidente electo a Centro y Sudamérica, su primera gira internacional El día 4 de octubre Calderón emprendió su viaje por esa región, que incluyó una visita a Bogotá, donde tuvo un largo encuentro con el presidente Álvaro Uribe y participó en una sesión con funcionarios y expertos en temas de seguridad que le expusieron los logros que han obtenido en la aplicación del Plan Colombia, que es la estrategia de combate al narcotráfico que este país ha aplicado de la mano de Estados Unidos En este plan destacan la militarización en la lucha contra las drogas (con presencia de especialistas de la DEA y del ejército estadunidense) y permanentes procesos de extradición de narcotraficantes a Estados Unidos Sólo durante el período de Uribe, Colombia ha recibido 827 solicitudes de extradición de colombianos, de las cuales ha aprobado 521 y ya extraditó 458, convirtiéndose en el mandatario que más uso ha hecho de esta herramienta Tras su encuentro con Uribe, Calderón adelantó que "queremos aprender de las mejores experiencias y aplicar acciones contundentes en la lucha contra la inseguridad en nuestro país, que aquí en Colombia se ha traducido en la política de seguridad democrática? porque no se puede permitir que haya poderes de facto que atenten todos los días contra la sociedad y que desafíen a la autoridad del Estado mexicano" El presidente electo se interesó en aprender la experiencia colombiana en materia de integración de una sola policía nacional, el desarrollo de los procesos de inteligencia como parte de la lucha antidrogas y propuso poner en marcha mecanismos de cooperación bilateral para este propósito Esta visita le gustó a los funcionarios estadunidenses porque a través de la DEA y del Departamento de Justicia han buscado enaltecer los resultados del Plan Colombia, a pesar de que éstos no les pueden hacer concluir que han triunfado si se considera el crecimiento de los flujos de cocaína que se exportaron a Estados Unidos durante el período de vigencia del plan (?) Sin mayor aspaviento, en junio de 2006, el agente especial de la DEA David Gaddis fue trasladado como responsable de la Oficina de esa agencia en Colombia y la Región Andina a la de México y Centroamérica Esta primera decisión permitió advertir que Estados Unidos pretendía influir para que México fuera "colombianizando" la lucha contra las drogas (?) DEA: El ominoso camino por andar "México todavía debe transitar un largo camino para mantener bajo control las actividades de la delincuencia organizada, no sólo tiene un sistema penal que carece de capacidad para mantener en prisión a los traficantes y que éstos no sigan operando sus organizaciones, sino que creo que el siguiente paso es aún mayor, y tiene que ver con la extradición a Estados Unidos de las más importantes cabezas del narcotráfico mexicano" Kevin C Whaley no es cualquier agente especial de la DEA, es el responsable de todos los agentes de esa agencia alrededor del mundo, coordina sus programas y sus operaciones a nivel global Este funcionario de primer nivel mantiene una observación particularmente acuciosa sobre México Cree que México debe reconocer un fenómeno creciente, entenderlo y combatirlo, lo cual le podrá llevar años y recursos millonarios Está convencido del modelo colombiano y de la eficacia que a su juicio ha traído la extradición de capos a Estados Unidos "Yo creo que es necesario un paso más Lo hemos visto recientemente en Colombia Fue hasta que el presidente (Álvaro) Uribe empezó a extraditar (a los narcotraficantes) de su país a nuestros tribunales, que dio resultados" Este funcionario no desconoce el difícil proceso que Colombia debió pasar en los ochenta con los llamados "extraditables", cuando los principales capos de los cárteles de Medellín y de Cali, particularmente los primeros, emprendieron una escalada de violencia y confrontación con el Estado colombiano para evitar ser puestos en manos de la justicia estadunidense Pero ve que con Uribe se vivió un proceso diferente "No tuvo miedo de extraditarlos Ha habido un notable proceso de extradición de grandes personajes Actualmente, los traficantes temen ser detenidos para ser extraditados a Estados Unidos" (?) Su intuición como policía de carrera, "aunque no soy experto en la ley mexicana", le hace concluir que "resulta más exitoso remover a estos animales de la sociedad Necesitamos extraditarlos de estos países (México y Colombia) Sobre todo (en aquellos países) donde no son exitosos en perseguir a los traficantes; (debemos) traerlos a Estados Unidos, donde hemos demostrado una y otra vez que nosotros podemos hacer justicia (?) El punto para "desorganizar y destruir estos grupos del crimen organizado" es enfocarse en los liderazgos de esas organizaciones "Usted no se enfoca en el conductor de un tráiler ni en el pequeño traficante que pasa la frontera con la droga, usted se enfoca en el liderazgo de un grupo Desafortunadamente la mayor parte de estos liderazgos están en México Y (la autoridad) tiene recursos limitados, tiene habilidades limitadas (?) pero es un comienzo" Ese crecimiento del narcotráfico mexicano que parece desbordar al Estado ha traído consigo mayores operaciones millonarias de droga, una creciente escalada de violencia y mayor impunidad en las actividades en el país Kevin Whaley observa que México está frente a un patrón similar al que vivió Estados Unidos en los años cincuenta y sesenta, aunque potenciado "Nosotros luchamos con los mismos temas en los años cincuenta y sesenta Y aun reconociendo que el crimen organizado fue un tema importante en Estados Unidos, cuando finalmente lo reconocimos nos tomó décadas entenderlo, atacarlo y para ello debimos dedicar millones y millones de dólares en el cumplimiento de la ley, además del cambio de leyes desarrollar equipo para finalmente pegarle al crimen organizado y bajarlo al nivel que lo tenemos ahora "Pero ese crimen organizado ?sin importar qué tan grande o qué tan peligroso ha sido, o el dinero ilegal que generó o los crímenes que cometieron? palidece en comparación con el crimen organizado a lo largo de la frontera donde actúan las organizaciones mexicanas Los cárteles en México son más grandes, más sofisticados: no generan millones de dólares sino billones de dólares Y el nivel de violencia que actualmente poseen es mucho más sustancial y más agresivo que el crimen organizado en Estados Unidos Y el punto es, si a nosotros nos tomó décadas reconocerlo, desarrollar los recursos, enfocarlo y combatirlo, creo que a México le va a tomar la misma cantidad de esfuerzos para hacer la misma cosa "Esa es la pregunta ?insiste?: ¿puede el gobierno mexicano controlar los principales elementos relacionados con el tráfico de drogas?, ¿puede controlarlo, puede mantenerlo? Desafortunadamente, si vemos la forma en que la procuración de justicia está estructurada más allá de la frontera suroeste, ellos no tienen recursos, son pobres, no tienen equipo, carecen de entrenamiento y va a tomar mucho más dinero, mucha más inversión y el desarrollo de una procuración de justicia profesional que pueda extender el esfuerzo de leyes sin ser amenazados, con esa advertencia de plata o plomo" ?
