"Crónica de piedra", de Ismael Kadaré
Alianza Editorial
MÉXICO, DF, 8 de julio (apro) - A un par de semanas de haber sido dado a conocer como nuevo galardonado de letras con el Príncipe de Asturias que otorga el gobierno español, el escritor albanés Ismael Kadaré, candidato al Nobel de Literatura, difunde en México su más reciente volumen de Alianza Editorial, Crónica de piedra
Se trata del ejemplar del libro de bolsillo de la Biblioteca Ismael Kadaré de esta novela publicada por vez primera en Tirana, capital albanesa, en 1970 Dicen los editores en la contraportada:
"Crónica de piedra supuso un importante giro en la trayectoria novelística de Isamíl Kadarè, convirtiéndose en foco del que habrían de irradiar personajes, procedimientos y proyectos narrativos En esta obra, una de las pocas autobiográficas del autor, desfilan los años de la infancia durante la invasión italiana y alemana, la resistencia guerrillera y la vida en ese ambiente, pero también sus primeras lecturas y obsesiones, la conformación de su imaginación y de su mirada, núcleo de toda su obra posterior; la presente edición ha sido minuciosamente revisada por Ramón Sánchez Lizarralde, autor de la traducción, de acuerdo con la edición definitiva de su obra que acometió el autor, libre ya de trabas, a partir de que obtuviera asilo político en Francia en 1990"
La Biblioteca Kadaré ha editado del albanés El expediente M, el nicho de la vergüenza, El año negro, Abril quebrado, y Tres cantos fúnebres por Kosovo
En seguida, el inicio del libro: "Era una ciudad sorprendente que, como un ser prehistórico parecía haber surgido bruscamente en el valle una noche de invierno y, arrastrándose penosamente, se había aferrado a la falda de la montaña Todo en ella era viejo y pétreo desde las calles y las fuentes hasta los tejados de sus soberbias casas seculares, cubiertos de losas de piedras gris semejantes a escamas gigantescas Resultaba difícil creer que bajo aquella formidable coraza alentara y se renovara la carne tierna de la vida
"Al viajero que la veía por primera vez, la ciudad le despertaba el impulso de establecer una comparación, pero acto seguido, tras hacerle caer en la trampa, ella rechazaba la semejanza, pues era una ciudad que no se parecía a nada Soportaba tan fugazmente las comparaciones como las lluvias, como el granizo, como el arco iris o las multicolores banderas extranjeras que desaparecían de sus tejados del mismo modo que llegaban, tan efímeras e irreales como perdurable y concreta era ella
"Era una ciudad empinada, quizá la más empinada del mundo, que había desafiado todas las leyes arquitectónicas y urbanísticas La viga del tejado de una casa rozaba, a veces, los cimientos de la siguiente y sin duda se trataba del único lugar en el mundo donde el caminante, si se caía a un lado del camino, en lugar de precipitarse al vacío, podía aparecer sobre el tejado de una mansión elevada Esto lo sabían mejor que nadie los borrachos
"Era ciertamente una ciudad asombrosa Se podía ir caminando y, de desearlo, alargar un poco la mano y colgar el sombrero de la aguja de un minarete Muchas cosas eran aquí increíbles y muchas otras salidas de un sueño
"Si la ciudad albergaba a duras penas la vida humana entre sus miembros y bajo su caparazón de piedra, tampoco cesaba de causarle, sin pretenderlo, incontables dolores, arañazos y heridas a esa vida, y eso era algo natural, pues se trataba de una ciudad de piedra y todo contacto con ella era áspero y frío
"No resultaba fácil ser niño en esta ciudad"
MÉXICO, DF, 8 de julio (apro) - A un par de semanas de haber sido dado a conocer como nuevo galardonado de letras con el Príncipe de Asturias que otorga el gobierno español, el escritor albanés Ismael Kadaré, candidato al Nobel de Literatura, difunde en México su más reciente volumen de Alianza Editorial, Crónica de piedra
Se trata del ejemplar del libro de bolsillo de la Biblioteca Ismael Kadaré de esta novela publicada por vez primera en Tirana, capital albanesa, en 1970 Dicen los editores en la contraportada:
"Crónica de piedra supuso un importante giro en la trayectoria novelística de Isamíl Kadarè, convirtiéndose en foco del que habrían de irradiar personajes, procedimientos y proyectos narrativos En esta obra, una de las pocas autobiográficas del autor, desfilan los años de la infancia durante la invasión italiana y alemana, la resistencia guerrillera y la vida en ese ambiente, pero también sus primeras lecturas y obsesiones, la conformación de su imaginación y de su mirada, núcleo de toda su obra posterior; la presente edición ha sido minuciosamente revisada por Ramón Sánchez Lizarralde, autor de la traducción, de acuerdo con la edición definitiva de su obra que acometió el autor, libre ya de trabas, a partir de que obtuviera asilo político en Francia en 1990"
La Biblioteca Kadaré ha editado del albanés El expediente M, el nicho de la vergüenza, El año negro, Abril quebrado, y Tres cantos fúnebres por Kosovo
En seguida, el inicio del libro: "Era una ciudad sorprendente que, como un ser prehistórico parecía haber surgido bruscamente en el valle una noche de invierno y, arrastrándose penosamente, se había aferrado a la falda de la montaña Todo en ella era viejo y pétreo desde las calles y las fuentes hasta los tejados de sus soberbias casas seculares, cubiertos de losas de piedras gris semejantes a escamas gigantescas Resultaba difícil creer que bajo aquella formidable coraza alentara y se renovara la carne tierna de la vida
"Al viajero que la veía por primera vez, la ciudad le despertaba el impulso de establecer una comparación, pero acto seguido, tras hacerle caer en la trampa, ella rechazaba la semejanza, pues era una ciudad que no se parecía a nada Soportaba tan fugazmente las comparaciones como las lluvias, como el granizo, como el arco iris o las multicolores banderas extranjeras que desaparecían de sus tejados del mismo modo que llegaban, tan efímeras e irreales como perdurable y concreta era ella
"Era una ciudad empinada, quizá la más empinada del mundo, que había desafiado todas las leyes arquitectónicas y urbanísticas La viga del tejado de una casa rozaba, a veces, los cimientos de la siguiente y sin duda se trataba del único lugar en el mundo donde el caminante, si se caía a un lado del camino, en lugar de precipitarse al vacío, podía aparecer sobre el tejado de una mansión elevada Esto lo sabían mejor que nadie los borrachos
"Era ciertamente una ciudad asombrosa Se podía ir caminando y, de desearlo, alargar un poco la mano y colgar el sombrero de la aguja de un minarete Muchas cosas eran aquí increíbles y muchas otras salidas de un sueño
"Si la ciudad albergaba a duras penas la vida humana entre sus miembros y bajo su caparazón de piedra, tampoco cesaba de causarle, sin pretenderlo, incontables dolores, arañazos y heridas a esa vida, y eso era algo natural, pues se trataba de una ciudad de piedra y todo contacto con ella era áspero y frío
"No resultaba fácil ser niño en esta ciudad"