"Pendejadas célebres en la historia de México", de Antonio Garci

lunes, 2 de agosto de 2010 · 01:00

Con este título, y el subtítulo “El libro prohibido del Bicentenario”, el monero Antonio Garci celebra sus propios chistes a 200 años de la Independencia.

Saluda el ejemplar uno de los más --si no el mayor-- de los cómicos contemporáneos, Andrés Bustamante (frase reproducida en portada):

“Al leer las páginas de Antonio Garci me di cuenta de que tenía en mis manos no un libro, sino un artilugio que transforma lo histórico en histérico y en histriónico.”

Las 256 páginas escritas e ilustradas son presentadas a su vez así por los editores de Diana:

“No están todas las que son pero sí las más célebres. Antonio Garci se suma a los festejos del Bicentenario con un libro optimista y testimonial donde aclara que no hay devaluación, político en campaña o líder magisterial a los que no sobrevivan los mexicanos. Un viaje a los anales (sin albur) de la historia de México donde los errores humanos (o “pendejadas”, en términos menos políticamente correctos) superan la imaginación de cualquier caricaturista o escritor de ficción.”

La ficha de Garci lo presenta como que no nació sino que fue inventado “para evadir impuestos”:

“Estudió Comunicación Gráfica e Historia del Arte en la UNAM, especializándose en Historia de Mi arte, en particular en la técnica de falsificación de las firmas de autores famosos. Su experiencia como historiador de pendejadas mexicanas proviene de su actividad como caricaturista, en la que posee una trayectoria ya de más de 20 años. Como guionista ha participado en diversos proyectos de comedia y en las películas de dibujos animados La leyenda de la Nahuala y Nicté. Ha publicado sus libros Sex Zoo, Historias infames, El huevo y quien lo puso, Por qué las mujeres aman a los pendejos y Etiqueta para pendejos. En la actualidad está trabajando en la Enciclopedia de las pendejadas, obra donde desde luego aparecen todos sus libros anteriores.”

Su “Introito por delante” es el siguiente:

 

Va mi espada en prenda, voy por ella.

Gral. Guadalupe Victoria

25 de noviembre de 1812, Oaxaca.

“A diferencia de la mayoría de los libros de historia que se hacen en México, éste no es un texto de propaganda política salvo, claro está, que se piense que está a favor del partido de los pendejos, en cuyo caso tampoco sabríamos a qué partido apoya la presente edición, aunque reconozco que hay días en los que indiscutiblemente este título lo gana cualquier partido mexicano por unanimidad.

 “En este libro he realizado una breve antología de pendejadas nacionales. Son hechos que por inusual necesidad y atropello del sentido común deben estar puestos en el salón de la fama de las estupideces. Por lo tanto, ésta es una compilación de hechos verídicos orgullosamente mexicanos, con la cual espero hacer mi modesta contribución a los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana.

  “México es de las pocas naciones cuyos políticos han terminado por asesinar a sus héroes. En el caso de nuestros consumadores de la Independencia, tanto Iturbide como Guerrero, ambos murieron fusilados acusados de traición a la patria y si eso les pasó a los que fundaron México, qué les puede esperar a todos los demás personajes que nomás han alborotado al país.

 “Por otro lado, si bien es cierto que en todos los países se cometen pendejadas, no en todos las terminan convirtiendo en días de fiesta nacional.

 “Debo avisar al lector que este catálogo de pendejadas nacionales es apenas un diminuto acercamiento al tema, no obstante puedo dar la garantía de que sí son todas las que están, aunque no están todas las que son.

 “Debido a que una obra de esta naturaleza es inabarcable, no bastarían ni las 80 millones de vidas que el hinduismo postula que todos tenemos para dar cuenta de las pendejadas, mucho menos cabrían en un libro; así que si por alguna razón echan de menos algunos sucesos o personajes mexicanos que podrían haber sido seleccionados, eso se debe a la falta de espacio o que hasta para eso soy bien pendejo. Cualidad que, por otra parte, me convierte en un curador profesional de esta delicada forma de expresión de la humanidad y además en alguien con la estatura moral (como de 3 cm) y profesional para señalar dónde hay una pendejada y enmarcarla.

“Mientras estaba reuniendo los hechos que aquí se refieren, me pasó algo muy curioso, pues mientras más lejanas eran estas historias me parecían más divertidas y me decía entre carcajadas: … ‘pero, qué pendejos, ellos’. Sin embargo, conforme los hechos eran más actuales me iban pareciendo más terribles y decía, mientras lloraba desolado: ‘pero, qué pendejos, nosotros’. Esto debe ser lo que los verdaderos investigadores llaman: ‘la falta de perspectiva histórica’.

“Por último, sólo me resta advertir que este compendio de pendejadas nacionales no es más que otra pendejada hecha en México, por la que nadie debe sentirse ofendido o incómodo, pues los acontecimientos que se exponen, al ser hechos históricos, no hay manera de cambiarlos para que sean distintos.

“Una cosa más. Dicen que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetir sus errores, pero si no la conoces por lo menos puedes creer que tus gobernantes fueron muy originales al cometer sus pendejadas. Con todo, este es un libro optimista y patriótico que de verdad comparte el entusiasmo oficial de los festejos del Bicentenario.

“Hoy celebramos 200 años de nuestra Independencia y cien de la Revolución Mexicana, y eso confirma que somos un gran país y un gran pueblo, pues cuando uno revisa todas las pendejadas que se han hecho a lo largo de nuestra historia, cualquiera hubiera pensado que no íbamos a durar como mexicanos ni 15 minutos, al menos no con los políticos que nos han tocado.”

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