MÉXICO, D.F. (Proceso).- Tristana Landeros, dramaturga originaria de San Luis Potosí (1974), ofrece en su nuevo libro Dramaturgia a domicilio una compilación de catorce obras de teatro cuyo origen proviene de propuestas, solicitudes, convocatorias e inquietudes compartidas con diferentes creadores. Morir en la raya fue la obra ganadora en el Premio Manuel José Othón 2007 de San Luis Potosí, y Bolitas de naftalina se lanzó al concurso de Dramaturgia exprés 2004 obteniendo el primer sitio. Tristana Landeros no se toca el corazón para hablar de nuestra realidad y la de los jóvenes de hoy; los muestra tal cual son, sin moralismos ni sentimentalismos que buscan premeditadamente, y con alevosía, conmover. Y es por eso que en Morir en la raya llegan a dolernos los sinsentidos de siete personajes que viven la pérdida, que ocultan sus emociones, que viven inmersos en la agresividad y sólo quieren perderse en el reventón. Es detrás de sus acciones, de su indiferencia o su superficialidad, donde los conocemos, donde percibimos sus heridas o la cicatrización de ellas. En Morir en la raya, incluida en este volumen publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León y anteriormente por motivo del premio, la autora incluye el juego de los tiempos y se da la libertad de ir al pasado o aparecer a los ausentes como si estuvieran en el presente. Tristana Landeros es dramaturga, actriz, docente y promotora cultural interesada particularmente en el acercamiento de los infantes al teatro. Por tal interés obtuvo el apoyo del Programa México en Escena del Fonca para trabajar pedagógicamente con los niños y realizar posteriormente un video sobre esta labor, con el fin de brindar herramientas y técnicas para el trabajo de las artes escénicas con los más pequeños, el cual posteriormente se convertirá en un libro didáctico. En Dramaturgia a domicilio refleja igualmente este interés e incluye un par de obras de teatro infantiles creadas a partir de dos cuentos: Ana, ¿verdad? de Francisco Hinojosa y La cabrita melindrosa de María Esther Hernández Palacios-Mirón. La primera, dirigida por Margarita Mandoki y en donde ella participó como actriz, ha recorrido múltiples escenarios tanto en la Ciudad de México como al interior de la República, con una buena recepción del público. Dramaturgia a domicilio incluye además obras cortas, varios monólogos y una obra de teatro histórica que se realiza en la calle. Si bien la antología es vasta, hubiera sido mejor hacer una selección más rigurosa de los textos y no incluir la totalidad de ellos. Dentro de éstas sobresale el monólogo Desesperadamente tuya en el que una joven vive un desencuentro amoroso. Acertadamente sus palabras están dirigidas hacia distintos receptores, sus amigas al teléfono, en su fantasía o en la realidad hacia Alfonso o con ella misma. Las acciones respaldan su ser escénico y la vislumbramos en su deambular a partir de su relación con el espacio y los objetos que en él habitan. Ella habla consigo misma, habla por teléfono pero sus palabras están dirigidas hacia distintos receptores. El proyecto teatral, Recorrido histórico. Fiestas del PITIC 2006, donde Tristana Landeros participó en la dramaturgia –y por el cual renunció a su beca para jóvenes otorgada por la Fundación para las Letras Mexicanas–, y Elidé Soberanes en la dirección, consistió en una obra de teatro de calle a manera de paseo por monumentos históricos en la ciudad de Hermosillo, donde el humor y las historias prevalecieron. Su publicación permite dejar testimonio de aquel acontecimiento.