Pasiones

miércoles, 16 de enero de 2013 · 22:57
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Mónica Lavín (1955) da a conocer La casa chica (Planeta. México, 2012. 212 p.), colección integrada por 10 relatos en donde presenta una serie de relaciones pasionales, entre diferentes personajes, ocurridas en la clandestinidad. Los datos provienen de una investigación realizada por varios asistentes y la autora en libros, periódicos, revistas… Los relatos no siguen estrictamente lo sucedido, sino que son recreados por Lavín. En El séptimo pasajero trata de la investigación que realiza un reportero, sobre un pasajero no identificado, en el accidente aéreo en donde pierde la vida Jorge Pasquel, que supone es Miroslava, pero poco días después descubre que la actriz se ha suicidado. El rebozo magenta cuenta la historia del amorío que Frida Kahlo tuvo con el fotógrafo Nicholas Murray. La vida feroz trata del equívoco compromiso de Manuel Rodríguez Lozano con Nahui Olin y el amor que él tenía con el pintor Abraham Ángel. La casa chica es una colección poco creativa, a pesar de lo que apunta Lavín, y cercana a los reportajes de las revistas de espectáculos. También limitada; a manera de ejemplo, comento el primer relato: si la autora y los investigadores hubieran hecho una pesquisa detenida sobre el suicidio de la diva de origen checo, habrían descubierto que la causa no fue la infamia de Luis Miguel Dominguín, sino la doblez de Mario Moreno Cantinflas, como aparece en la película sobre Miroslava (1993) y lo cuenta Vicente Leñero en la Revista de la Universidad de México, recuperando una charla que tuvo con Ernesto Alonso, amigo y consejero íntimo de la actriz.

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