Un General en la Casa Blanca

lunes, 31 de julio de 2017 · 11:44
WASHINGTON (apro).– Las inseguridades e inexperiencia políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo llevaron a designar a un general para coordinar a su gabinete cuando en campaña el mandatario se proclamó más inteligente que los jefes marciales del Pentágono. La designación del general John Kelly como jefe del gabinete de la Casa Blanca, en reemplazo de Reince Priebus, deja a Trump en manos de un hombre sin experiencia política que según analistas políticos podría resquebrajar la agenda presidencial y legislativa del partido republicano. En menos de dos semanas la Casa Blanca exhibió la fragilidad política del mandatario y su preocupación ante lo que ha expuesto el escándalo conocido como "Rusiagate". Anthony Scaramucci, el nuevo director de comunicaciones, un millonario experto en finanzas, llegó a la Casa Blanca con la misión de parar las filtraciones a la prensa por parte de funcionarios del gobierno sobre las presuntas relaciones de la campaña presidencial de Trump con el gobierno de Rusia para manipular las elecciones de 2016. El nombramiento de Scaramucci obligó a renunciar a Sean Spicer, como vocero de la Casa Blanca y el despido de Priebus el viernes de la semana pasada. El general Kelly quien llegó al gabinete presidencial como secretario de Seguridad Interior para instrumentar las políticas antimigratorias de Trump, ahora está en el puesto más inestable de toda la Casa Blanca. Por el ambiente de intranquilidad que priva en la Casa Blanca ante las investigaciones independientes del Departamento de Justicia sobre el Rusiagate, a manos del exdirector del FBI Robert Mueller, se rumora que Priebus es la primera hebra importante de una madeja presidencial que continuará deshilvanándose. En los últimos diez días Trump intensificó su descontento con Jeff Sessions, el procurador General de Justicia, porque indirectamente lo responsabiliza de que Mueller lo esté investigando por su presunta colusión con los rusos. Como jefe de gabinete, Priebus, exjefe del Comité Nacional del Partido Republicano en cuyo mandato Trump se convirtió en presidente, era el único enlace directo del presidente con el partido que lo hizo candidato el año pasado. El general Kelly no tiene experiencia en el cabildeo político de Washington ni con los republicanos y menos con los demócratas que son la oposición altamente confrontada con Trump. Las presunciones de perfecciones que repite a cada instante Trump sobre cómo está funcionando su Casa Blanca, con el despido de Priebus, la renuncia de Spicer y la que, al parecer, le sigue, del Procurador General de Justicia, ante los hechos parecen una falacia. Nada está funcionando en la Casa Blanca de Trump. Como candidato, el ahora presidente alardeó que él sabía, mejor que los generales del Pentágono, cómo resolver la lucha contra el terrorismo internacional, solucionar la guerra civil en Siria y todos los conflictos en los países del Medio Oriente y las disputas de Estados Unidos con Corea del Norte por ambiciones nucleares. Trump no sólo ha demostrado que no es y no puede ser el presidente que le prometió al electorado estadunidense, si no que a sólo seis meses de su mandato tuvo que despedir a su jefe de gabinete y sustituirlo por un general porque simplemente no sabe cómo alinear a sus asesores que se supone son más leales, y para eso requiere de experiencia y disciplina marcial, esa misma a la que descalificó el presidente como candidato.

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