"La guerra no es buena, no hay nobleza en matar": Frank Plummer

viernes, 30 de noviembre de 2001 · 01:00
McAllen, Texas (apro) - Como guerrero americano, Frank Plummer combatió en la Segunda Guerra Mundial, en la guerra olvidada de Corea y en Vietnam Su vida es la de un patriota que ha afrontado la muerte y ha decidido luchar, junto a millones de camaradas americanos, para preservar la "libertad del mundo" en tres de los conflictos bélicos más cruentos de la historia reciente Ha recibido medallas por valor en combate y por heridas en acción Pero el más grande premio obtenido en sus campañas es el de la vida "Puedo decir que 99 por ciento de los soldados que van al combate piensan que van a regresar vivos e ilesos Obviamente no es así, pero los que podemos regresar somos bastante afortunados", señala el coronel de la Armada de Estados Unidos quien, entre sus anécdotas, recuerda que estaba punto de llegar a Japón el día que estalló la bomba atómica sobre Hiroshima Como combatiente en las montañas, en las junglas y en las ciudades, vivió decenas de aventuras --muchas de ellas de riesgo mortal en las que se salvó por casualidad--, pero regresó sin secuelas de neurosis, como sí les pasó a miles de veteranos que tienen la moral y las emociones lesionadas y no pueden reintegrarse a la sociedad Desde hace ya casi 30 años que no entra en acción pero quiere que la sociedad americana recuerde el legado de los millones de compatriotas que han muerto para darle "libertad y justicia" a la nación más poderosa del planeta Por eso está encargado de la fundación para construir el Memorial de los Soldados Texanos, único en todo el país, a través del cual serán recordados los héroes que cayeron en alguno de los casi 200 conflictos bélicos en los que ha intervenido Estados Unidos a lo largo de su historia En este esfuerzo enfatiza en el valor mostrado por los combatientes hispanos, y pretende dedicarle una sección especial al heroico Escuadrón 201 de México, que peleó en Filipinas de parte de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial "A lo largo de nuestra historia hemos sido muy afortunados de tener entre nosotros a soldados mexicanos que han demostrado un singular valor al momento de entrar en combate", señala el hombre, actualmente de 75 años, que fue herido por la artillería aérea en Vietnam En una época de terrorismo y de incursión de Estados Unidos en Afganistán para buscar a Osama Bin Laden, "enemigo número uno" de Norteamérica, Plummer no tiene aún decidido si justifica la acción militar en aquel empobrecido país asiático o si la considera una simple excusa de dominación "Todo es acerca del poder No podemos hablar de justificación, todo es una excusa Pero quiero decirte algo definitivo: matar a alguien no te proporciona ningún honor", asegura EL PATRIOTA Existe una fotografía de Frank Plummer que le dio la vuelta al mundo El coronel se hallaba en lo más profundo del territorio enemigo en Vietnam del Sur, en la jungla de Tay Ninh en el verano del 64 El soldado aparece agazapado tras un árbol Su mano izquierda sostiene firmemente el largo fusil y la derecha parece que corta cartucho El gesto es concentración en movimiento El corresponsal de guerra alemán, Horst Faust, tomó la oportuna gráfica Plummer recuerda: "Había disparado dos tiros por encima de la maleza y podía ver los helicópteros del enemigo" La fotografía en blanco y negro que captura la determinación de Plummer, entonces paracaidista de la Primera Brigada, fue premiada con el Pulitzer Sentado en su oficina en McAllen, casi 37 años después, Plummer evoca: "Ni siquiera me di cuenta cuando me tomaron la foto Como seis meses después no estaba yo en el cuartel y Faust me encontró en Hong Kong a donde había sido transferido, y la dejó sobre mi cama", señala el excombatiente Nacido en Coolgate, Oklahoma, Plummer ingresó a las fuerzas armadas de Estados Unidos para combatir en la Segunda Guerra Mundial, de 1943 al 45, hasta que acabó el conflicto y fue firmada la capitulación en septiembre de ese año por Japón "Fui también en el 54 y 55 a Corea, y estuve dos temporadas en Vietnam, en 64 al 65 y en el 71 al 72 Estoy casado, tengo tres hijos y actualmente me dedico a ayudar a la construcción del Memorial de Guerra en Texas", señala este hombre de aspecto sencillo, que periódicamente se reúne con camaradas excombatientes Establecido en McAllen desde hace 25 años y dedicado actualmente al negocio de los seguros de automóviles, Plummer se ve como un hombre fuerte Es alto, delgado, blanco; usa aún pantalones de mezclilla y tenis Cuando hay ceremonias oficiales luce todas sus galas, que le han proporcionado no solamente el gobierno de Estados Unidos sino también de otros países, con los que se ha aliado en los conflictos bélicos No le gusta hablar de la gente que mató en combate "Hay camaradas que los contaron y que te lo pueden decir, a mí no me gusta Por supuesto que maté muchos enemigos pero no es algo de lo que me sienta orgulloso", dice Pero tiene bien presentes sus recuerdos, sus motivaciones y la adrenalina de los momentos difíciles Para él fue fácil enrolarse en el Ejército norteamericano cuando era un adolescente Como paracaidista saltó en cielos enemigos de Italia y Alemania "Entré a la Segunda Guerra porque era un patriota y me enlisté como voluntario porque sentía la llamada para defender la libertad de quienes la amenazaban y hasta estuve en el Pacífico en Filipinas, cuando la bomba atómica fue detonada", recuerda "Cuando estalló la bomba, habíamos como 300 segundos tenientes de infantería en Filipinas Todos éramos juniors y estábamos listos para entrar en acción en la batalla en Japón Ibamos con las divisiones de aliados, pero fue soltada la bomba y no hubo necesidad", comenta La noticia tomó al mundo por sorpresa, ellos incluidos "Nos dijeron en el barco que habían soltado la bomba y nos quedamos donde estábamos, hasta que el 2 de septiembre fue firmada la paz Por el bombazo no hubo sacudida de la tierra, como pudiera pensarse Después de eso nos dieron trabajos en Manila, como reconstruir la ciudad, que estaba hecha pedazos Ayudé, de hecho, a levantar tres edificios", dice, y reflexiona: "Si me preguntan que si acepto la excusa que dieron para arrojar la bomba, diré que sí, sí la acepto Estábamos preparando el desembarco en Japón para invadirlo e íbamos a tener más bajas y más americanos asesinados Con una sola bomba matamos miles y miles de japoneses; sí, pero es parte de la guerra El cese al fuego hubiera justificado cualquier cosa, incluso si hubieran soltado una tercera bomba, porque detuvo la guerra Mataron a miles pero muchos sobrevivimos", sentencia En el 54 viajó a Corea y estuvo en la secuela de la guerra emprendida por Corea del Sur, apoyada por Estados Unidos y Naciones Unidas, en contra de Corea del Norte, apoyada por China Al final del conflicto fueron reconocidos los dos estados Coreanos independientes Años después regresó otra vez a la acción a impedir el avance del comunismo en Vietnam del Norte En respaldo a Vietnam del Sur, llegó en 1964 a la península conocida como "El fin del Mundo" "En Vietnam estuve peleando junto con la gente de Vietnam del Sur, la gente que estábamos ayudando, contra los de Vietnam del Norte, durante dos años Ahí fui herido Me cayó una gran bomba, un cohete; me hirieron todo el lado izquierdo del cuerpo pero no dejé la guerra Me recuperé y permanecí en mi puesto Yo tuve que permanecer porque era un oficial de la Armada, pero de cualquier manera me hubiera quedado", dice Sobre la posibilidad de no haber regresado con vida, piensa: "Puedo decir que 99 por ciento de los soldados que van al combate piensan que van a regresar vivos e ilesos, que van a sobrevivir Obviamente no es así, pero los que podemos regresar somos bastante afortunados" Entre sus múltiples andanzas, recuerda una aventura "Hay tantas historias de la guerra de Vietnam Una de ellas es ésta Una noche estábamos en una trinchera rodeados por nuestras propias alambradas para que no se nos aproximaran, y una noche, unos 65 ?gorilas? (vietnamitas del Viet Cong) se arrastraron por debajo de nuestras cercas, iban vestidos solamente en calzoncillos y llevaban granadas En la jungla no ves nada más allá de dos metros" "Arrastrándose, pasaron por el campo minado y nos empezaron a arrojar granadas y a dispararnos Nosotros acabamos matando a 65 de ellos y tomamos cinco prisioneros Realmente se comportaron con valor, ellos que fueron muertos por nosotros, porque se enredaron entre los alambres y no pudieron escapar", evoca el coronel Plummer, atrapado por sus memorias "Antes de retirarme, participé en la más grande batalla, la de An Loc, en Vietnam del Norte Habíamos hecho el más grande ataque en el 72, después de que ellos habían hecho una incursión sobre Saigón Mis tropas fueron y rodearon 800 metros la ciudad Los aviones B-52 lanzaron toneladas de víveres para nosotros y acabamos con tres de las mayores divisiones de los vietnamitas Fue probablemente la más grande batalla y fallecieron, desafortunadamente, unos 5 mil civiles y unos 4 mil soldados vietnamitas también fueron muertos también", enumera Entre el humo y el fuego había miedo, dice, pero tenía que sobreponerse "Tú te sientes con temor en ocasiones, pero siempre piensas que vas a sobrevivir Yo era un oficial pero no podía demostrar miedo a mi tropa Tenía dos batallones a mi cargo pero no puedes demostrar miedo, porque el miedo es contagioso Aun cuando tienes temores, debes decir que todo está bien, porque si uno siente miedo, entre la tropa vas a ser superado La tropa confía en ti, porque tú entrenaste a la tropa, ellos dependen de ti como líder, y cuando éste no es bueno, es rápidamente muerto Más que nada, yo le tenía miedo a tener miedo No puedes mostrar miedo cuando estás en combate", filosofa Sobreviviente de los conflictos más cruentos y trascendentes en los que ha participado Estados Unidos, Plummer no justifica la incursión de Estados Unidos en Afganistán, aunque sí entiende la excusa de George W Bush para hacerlo "Actualmente América tiene una excusa para ir detrás de Bin Laden Justificación es una palabra muy fácil de usar, pero no hay justificación para matar civiles allá, aunque sí hay una excusa para ello, porque vamos allá a matar mucha gente porque ellos empezaron Soltamos la bombas porque ellos destruyeron nuestros edificios El Talibán nos hizo hacer todo esto, es lo que podemos decir" "Pero todo es sobre el poder ?agrega--, el poder para poner de rodillas a alguien, para responderle a un acto terrorista, para demostrarle que nuestro poder es superior No es una justificación, es una excusa que ha sido endulzada con toda clase de argumentos, por eso entiendo a nuestro país", señala Plummer actualmente lucha por hacer un memorial en recuerdo de los veteranos de guerra Son 35 acres que ya empezaron a ser construidos a un lado de la carretera 83 y Ware Road, en McAllen Costará 35 millones de dólares y todavía necesita 420 mil para finalizarlo Ahí habrá un espacio dedicado especialmente a 38 hispanos que constituyen el mayor grupo étnico que recibe medallas de honor por sus méritos en el combate También planea elevar un monolito en recuerdo al Escuadrón 201 de México Será un memorial para recordar a los héroes que le dieron a Estados Unidos patria y libertad, no para engrandecer las guerras Plummer explica: "La guerra no es buena, no hay nobleza en matar a alguien, pero sí hay personas que lucharon y dieron sus vidas para que esta nación sea lo que hoy es, lo cual las convierte en héroes Servirá también para decirle a los niños y jóvenes que en la guerra muere gente y que lo mejor es la paz entre las naciones", apunta

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