Un palacio de 700 millones en Zihuatanejo

viernes, 25 de enero de 2002 · 01:00
Zihuatanejo - Abandonar, aunque sea por unos instantes, este mundo terrenal para llegar al Olimpo, no es cosa fácil; un portón negro de hierro forjado de 20 metros de ancho por 10 de alto, separa al paraíso del infierno Es la puerta de entrada a la casa del general Arturo Durazo Moreno, quien mandó construir una réplica del Partenón, que envidiarían el gran maestro de la arquitectura y escultura griegas, Fidias, y sus alumnos, más no por el conjunto de la obra en sí, que al fin y al cabo es un burdo remedo, sino por el confort: aire acondicionado, televisores a color, hornos de microondas, consolas y otros souvenirs del jefe policiaco Custodia al máximo, prohibido el paso a cualquier mortal que ose llegar hasta aquí, la fortaleza se levanta en una área de 20,000 metros cuadrados ?parte de ellos terrenos ejidales, sin decreto presidencial de expropiación ni, desde luego, indemnización para los afectados?, en una colina que da frente a la playa "La Ropa", entre las denominadas "Las Gatas" y "Zihuatanejo", con la mejor vista a la bahía A semejanza también de la magnificencia de la obra helénica edificada desde la época de Cimón de Cleona hasta la de Pericles, la mansión de Durazo llevaba mucho tiempo en construcción: se empezó a trazar en 1978 Para el 82 trabajaban allí 40 albañiles, artesanos, pintores, jardineros, cortineros, carpinteros, ebanistas y barnizadores "Y no tenemos para cuando terminarla", comentó uno de los peones La casa, empero, con un costo de 700 millones de pesos, estaba prácticamente terminada; se le daban los últimos toques, entre ellos la pintura dorada a los frisos de las 42 columnas de tipo corintio que enmarcan la estancia de la planta baja Pero apenas se estaban cimentando otras 24, de menor grosor que enmarcarían el estacionamiento Sin embargo, ya estaban ahí sus primeros moradores: una docena de estatuas que adornan los jardines, faisanes y cisnes que rondan la alberca, lagartos disecados, venados de bronce y un elefante de marfil, así como un par de perros de cerámica, en espera de su amo "Es un insulto al pueblo", declaró el entonces presidente municipal, Fidel Gutiérrez Gordillo * * * * * Amanecía en Zihuatanejo ?palabra náhuatl que significa "mujeres sucias", en alusión a la impureza del alma de las alegres acompañantes del rey Caltzontzin, quien escogió este sitio como preferido para veraneo?, amanecían sus pobladores aún con el eco de las palabras del entonces jefe de la nación, José López Portillo, en su último informe de gobierno: " Nuestra debilidad, por el camino de la desconfianza y ambición, nos hizo más débiles y más fuertes a los fuertes" "El país ya no puede admitir que salgan dólares para pagar inmuebles adquiridos en el extranjero" Las autoridades locales refirieron que el Primer Mandatario no mencionó los inmuebles que los ricos mexicanos habían construido en el país, ufanándose de haber ganado millones sin haber hecho nada, salvo medrar El "Partenón" de Durazo era tan sólo una muestra, en torno de la cual el pueblo tejía una y mil leyendas "Que iba a ser una muralla china que venía a vivir un rey persa que a lo mejor era un zoológico que era otro club "Mediterrané" que construirían un fuerte naval que tiene esto, que tiene lo otro que" Y una pregunta a flor de labios: "¿De dónde sacará Durazo tanto dinero?", con un lamento: "Y uno aquí, tan jodido" La gente recordaba que hacía cuatro años ?1978-- comenzó a levantarse el muro de cantera de protección que rodea la casa, rematado con malla de alambrón, pero se vino abajo por no tener las mínimas condiciones de seguridad, motivo para que los lugareños lo conocieran mejor como el "muro de los lamentos" Resulta que el capitán encargado de la obra traficaba con los materiales de construcción; fue cesado Después, según las malas lenguas, el teniente coronel, al frente de la guarnición, estaba amenazado de muerte si ocurría lo mismo Igual suerte podía correr quien se atrevía a ir allí La conseja general era no poner allí ni un pie, pues nadie, excepto los trabajadores que pasaban lista como en cuartel, tenía acceso a la finca La casa de Durazo se divisa desde cualquier ángulo de la bahía, tan grande es Desde la carretera costera sobresale el muro, idéntico al del Castillo de Chapultepec de la ciudad de México, igual que la reja de acceso En el camino, el taxista advertía que no podía parar allí Ninguno, dijo, llega siquiera a la confluencia del eje vial de dos carriles, construido exprofeso, que va de la costera al portón Se leía: "Prohibido el paso NO" La calzada tiene medio kilómetro de largo; la adornaba un camellón con plantas y postes a los lados con faroles y lámparas de gas neón a baja presión El eje sinuoso llevaba al visitante hasta el portón; afuera, camionetas pick up, camiones materialistas, vagonetas, autos y lanchas, dos de ellas rápidas, para regatas A un costado se construían el estacionamiento y la caseta de vigilancia Los albañiles, cual "diacrios" y "paralios" ?artesanos y trabajadores de la Grecia antigua? iban y venían, acarreando arena, grava y cemento para la mezcla Abrieron el portón, era la una de la tarde, la hora de la comida El sol quemaba la piel Quienes salían del interior de la casona, apenas cruzaban la entrada, ya sin techo que los resguarde, refunfuñan: "Acá afuera es el infierno" * * * * * Tras de la reja está la fuente principal, con media docena de estatuas: réplicas de El David, Apolo, ninfas y guerreros dóricos con él yelmo espartano, de tamaño natural Es la primera visión, alucinante, de este singular Olimpo El paso, adoquinado, conduce hasta el "Partenón" Como los templos griegos para los dioses y edificios de recreo, adintelados con columnas y entablamentos, con salas rectangulares Como en Delfos, pues La mansión de Durazo consta de dos pisos y es de forma rectangular, con columnas rematadas en capiteles Pero con una diferencia notable: hay una combinación de arquitectura griega (el frente) con otra de tipo moderno (la parte trasera), ésta última en color rosa mexicano En ambas fachadas, pórticos empotrados y esculpidos con escenas mitológicas que plasman, tal vez, el canto de Homero al pueblo griego, alegre y conquistador, así como a sus dioses, que lejos de permanecer apartados e inaccesibles estaban siempre dispuestos a descender de las alturas Una antena de televisión, como asta en una esquina, rompe el encanto Apenas se cruza la entrada, en bóvedas, réplicas de Venus de Milo, Minerva, Marte, dan paso a la estancia que ocupa toda la planta baja, con piso de mármol de Carrara Al centro, impresionante, un Zeuz en bronce de dos metros de altura, con una base de la misma dimensión, en una fuente con plantas y spots de colores, con la firma de los artistas preferidos de Durazo: los Ponzanelli (Hacía un año ?1981--, uno de los hijos del escultor del mismo apellido, comentaba en privado haber vendido una cabeza del David para la casa del jefe policiaco en el Ajusco, en medio millón de pesos) Hay ánforas y animales disecados o reproducidos en bronce y marfil; del techo, con cadenas, cuelgan macetones de cobre y en las columnas penden lamparillas que harán la delicia del general: ver su casa iluminada y en todo su esplendor, por la noche Todo estaba en desorden aún: muebles de pliana cubiertos con plástico, una consola por acá y un órgano eléctrico por allá, lámparas y candiles, estatuillas y un teléfono de principios de siglo Los pintores retocaban las columnas, los albañiles colocaban el mármol de los baños y algunas mujeres barrían y quitaban el polvo La cantina es de mármol también, en espera del vino Y la cocina equipada con hornos de microondas, integral y espaciosa, tanto que caben en ella tres ventiladores de aspa, de lujo, dorados Recorrer la planta baja es volver el tiempo atrás Las paredes son murales de vivos colores en los que están plasmados aspectos de la vida cotidiana grecolatina Pero hay algo que rompe la armonía y el equilibrio para caer en la exageración e incluso en lo vulgar Frente a la estancia, en medio de las columnas, con vista a la bahía, una escalinata lleva a la alberca, con más ninfas y sombrillas blancas Y dos guardianes, un par de perros de cerámica A un costado se construye el bar del jardín, en forma circular y numerosas columnas, la "agorita" como le llaman los trabajadores, "pos así dice el ingeniero" El frente está rematado con jarrones sobre el muro de protección, desde donde se contempla toda la bahía de Zihuatanejo, el otro mundo, el mundo de los pobres, con sus casuchas desperdigadas en los montes "El infierno, señor, el infierno" De regreso, unas escalerillas conducen a la planta alta Un pasillo a todo lo largo, cuyo frente simula una terraza con grecas; cuadros y más cuadros en toda la pared Una sala de esparcimiento con escenas que recrean la mitología helénica, aún con el concepto primario de la divinidad estatuillas, ídolos Y cuatro recámaras con camas colgantes y televisores a color que envidiarían Afrodita o, ¿por qué no?, la propia Atenea Los baños no serían menos para cualquiera de los dioses: más mármol y llaves doradas Todo dorado En la planta alta todo estaba terminado o casi, hasta los candiles Sólo faltaban las alfombras Los barnizadores daban los últimos toques A través de las ventanas, la colina que resguarda la fortaleza ¿Cómo definir una construcción de esta naturaleza, una combinación de todo lo habido y por haber? El ingeniero Miguel Farías Salazar, director de Obras Públicas, consultado al respecto, la sintetizó en estas palabras: "De muy mal gusto, pésimo, diría yo" Aunque para el general era todo lo contrario "La casa de Durazo es un insulto al pueblo", dijo el entonces presidente municipal, Gutiérrez Gordillo Recordó el alcalde las palabras del general en el sentido de que si los pobres tienen derecho a tener casa en Zihuatanejo, él por qué no "Pero ninguno de los 25,000 habitantes de este municipio tienen casa igual, ni mucho menos Vamos, no la imaginarían ni siquiera en sueños" Gutiérrez Gordillo trató hace poco más de un año de frenar la obra, pero fue inútil ¿Qué pasó? "Figueroa dio marcha atrás" ¿Por qué? "Era el gobernador" La obra iba a ser suspendida porque Durazo no pagaba ningún impuesto Las autoridades enviaron los oficios correspondientes para que cumpliera con el fisco Hasta la fecha no aporta ni un centavo por ese concepto Durazo legó y se apoderó de los terrenos sin pedir permiso a nadie, despojó a ejidatarios y particulares, sin indemnizarlos "No hubo decreto expropiatorio" afirma Farías Salazar, director de Obras Públicas Según explica el funcionario, el metro cuadrado de terreno en la bahía tiene un precio de 2,000 pesos La construcción es de primera: mármol italiano, cantera traída desde la capital de la República, aire acondicionado, en fin, todo el equipamiento de lujo Aunado todo esto ?40 millones de pesos tan sólo por el precio del terreno?, más fletes, construcción, esculturas, pinturas y souvenirs del general, lo invertido asciende a 700 millones de pesos No conforme con ello, Durazo quiso apoderarse de la Isla de Ixtapa, donde le pararon otra construcción Y hacía un mes ?agosto de 1982--, por segunda ocasión, le fue clausurado un restaurante en aquella ciudad por no tener licencia para su funcionamiento ¿Por qué Zihuatanejo fue el lugar preferido de Durazo? ¿Cómo logró tanto poder aquí? Hubo un protector: Armando Federico González Rodríguez, anterior presidente municipal Primero lo recibió como huésped de honor, luego le entregó las llaves de la ciudad, posteriormente lo convirtió en "hijo predilecto" de Zihuatanejo Y le expidió la licencia de construcción exenta de pago para que construyera el "Partenón", sin acatar lo dispuesto por el Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo (Fibazi) para este tipo de obras La verdad es que el general había sido muy homenajeado En abril del 1981 fue admitido como miembro en el Consejo de la Liga de Honor Nacional, cuyas finalidades, en voz de una de sus integrantes, Martha Barrueta, "son primordialmente difundir la cultura y coadyuvar al progreso de México" En otra ocasión, funcionarios policiacos y militares del Ecuador le llamaron nada menos "líder de nuestro gremio en América Latina" Gutiérrez Gordillo se lamentaba del despilfarro en la casa de Durazo, en tanto que los lugareños se debatían en medio de sus carencias: había 60 camas hospitalarias, en pésimas condiciones, para toda la población Hacía un año ?1981--, cuando tomó posesión, el presupuesto municipal era de 26 millones de pesos; para 1982 era de 54 millones, "insuficientes, siempre serán insuficientes", subrayó el alcalde que, en relación con la fortaleza de Durazo, lo hace con mayor énfasis: "Insultante, insultante de verdad" (Proceso No 306 / 13 de septiembre de 1982)

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