Familias que sobreviven en la calle

lunes, 28 de octubre de 2002 · 01:00
México, D F (apro-cimac)- Contra todas las predicciones de la higiene y los preceptos de la moral sobreviven en familia un número difícilmente ponderable entre las y los 18 mil indigentes de la Ciudad de México, según datos oficiales; desde luego, si consideramos que, según los especialistas, familia es desde sólo una madre o un perro "No te vayas a ir con lo del pañal", le llama la atención una madre a su hija al encargarle un mandado A pesar de su juventud, la mamá carece de dientes y está activando, es decir, consume PVC o pegamento industrial; la hija, Lina, no tiene más de siete años pero ya se ha robado en otras ocasiones los dos pesos de los pañales para irse a los caballitos: a la vuelta de la Iglesia de la Soledad, en La Merced La adicción materna no le impide a Lina poner la guardia cuando al mediodía una extraña junto con su niño de nueve años se acerca para preguntarle por una dirección Junto a la madre está Lencha con su niña, Meche, de ocho años y otra más en una carreola Meche conversa con la extraña y en poco tiempo las dos mujeres le aceptan las papas fritas y el refresco que les comparte Las niñas buscan entre los matorrales un vaso y encuentran dos botellas vacías "Huélela", conmina una de las madres "Es que casi todas las botellas tienen activo", aclara preocupada por la casi inevitable iniciación a la mona que compartirán con 90 por ciento de la infancia callejera de América latina, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Las niñas le explican que los bichos que pululan en el pasto no pican Y habrá que creerles, puesto que ellas conocen muy bien las chinches, las pulgas y los piojos; lo mismo que la sarna y las diversas formas de hongos que aparecen cotidianamente entre la población indigente ADICTOS DESDE LOS DOS AÑOS Aunque los recién nacidos en este sector de la población, en apariencia, nacen bien a pesar de las adicciones de sus madres a los solventes o la cocaína, explica la coordinadora de hogares grupales en Casa Alianza, Teresa Velázquez, siempre se requiere hacerles una evaluación a largo plazo para deslindar las causas de la hiperactividad de estos niños: sea por herencia, por el medio ambiente o por la precoz adicción (desde los dos años) a los solventes Para toda la familia las drogas son el máximo riesgo en la calle, coincide la trabajadora social del Programa de Atención Social Emergente (PASE), María Teresa Herrera; aunque las personas se hacen resistentes en la calle, desarrollan tumores o daños permanentes en vías respiratorias El segundo riesgo son las enfermedades de transmisión sexual, ya que 90 por ciento de toda la infancia callejera ha tenido contactos sexuales La mañana prosigue para las niñas, las madres y sus amigas recién llegadas, Aracely y Josefina (seguramente nombres falsos todos), ajenas al financiamiento que por mil millones de dólares dio en enero de este año el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a México para apoyar a las familias indigentes Apoyo que les dejará tanta huella como el helicóptero amarillo del noticiario que vuela a poca distancia de sus cabezas: se trata de un proyecto de seis años que dispone de un total de cuatro mil 744 millones de dólares EN LA CALLE DE ACADEMIA Mayra vivía hasta hace una semana en la calle de Academia y Corregidora, en pleno Centro Histórico, a unas cuadras de la Plaza de la Soledad Allí, entre el alcohol y las drogas, Mayra procura a sus cuatro hijos ?uno de ellos todavía de brazos?, mientras cuida las carretillas de los ambulantes en una de las más agitadas zonas comerciales del país Ella tiene, además, otra hija de siete años, pero se la llevaron a un albergue de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y no ha podido recuperarla A diferencia de años pasados, las y los indigentes apelan a sus derechos humanos Por eso, en vez de razzias policiacas, un grupo de trabajadoras sociales del PASE (programa del Instituto de Asistencia Social e Integración Social, IASIS) buscan convencer tanto a mujeres como hombres, y niñas y niños de la calle para que acudan a los albergues de noche y regresen a su trabajo por la mañana Luego de meses de insistir, la gente del PASE ha logrado que Mayra y su progenie acudan al albergue para mujeres en la colonia Viaducto Cuando el personal de Seguridad Pública levantó la casa de cartón donde vivía Mayra y sus hijos, encontraron ratas muertas debajo de las camas improvisadas de los niños Aceptó irse al albergue pero sólo estuvo unas horas, ya que su marido fue a recogerla al día siguiente La familia abandonó la calle Academia para dirigirse a la de La Soledad, informaron otras pepenadoras En las inmediaciones de la Iglesia de La Soledad, monumento colonial, viven por lo menos tres mujeres con sus hijos, aseguró un oficial de policía UNA FAMILIA SIN PERRO NO ES FAMILIA "¿Qué es familia?", se pregunta la trabajadora social del PASE, María Teresa Herrera "En la calle, dos perros y dos niños son familia", asegura mientras describe que en sus recorridos nocturnos encuentran núcleos familiares jefaturados por mujeres, o con padre, padrastro y otras variedades Es difícil lograr que las y los niños se separen de sus perros, insiste La economía que las arroja a las calles es otra de las razones que las obliga a permanecer allí, vigilantes durante 24 horas, cuidando su casa, su espacio; aunque sean unos cuantos metros cubiertos de cartón, abunda también María Teresa Herrera Para Teresa Velázquez, de Casa Alianza, la familia nuclear no existe en la calle, pero se compensan con familias extensas: un tío, otro pariente y especialmente los niños sustituyen la familia por el grupo, a pesar de que el líder ?que funge como un padre? también a veces puede maltratarlos Como sea, son una familia; aunque no es la forma óptima para apoyar el crecimiento de una persona, los apoyan PEOR PARA LAS ADOLESCENTES En fechas recientes ha aumentado la gravedad de las madres-niñas (de 12 a 15 años), situación triste porque no han crecido y sus hijas e hijos son producto de agresiones sexuales Si ellas se quedan en la calle, habrá un nuevo adicto en ellas Ambas funcionarias entrevistadas coinciden en que los partos de las madres indigentes se atienden en la misma calle o en hospitales del Distrito Federal Tan sólo en Casa Alianza atienden hoy a 15 embarazadas: en el mejor de los casos ellas trabajarán para sus bebés o los darán al cuidado de otro familiar antes de volver a la calle La tendencia actual observada por esta ONG es que por cada seis varones adolescentes hay cuatro mujeres en la calle, casi todas embarazadas De ser esta la tendencia general en la Ciudad de México, eso quiere decir que de 11 mil 200 adolescentes en total que viven en la calle, cuatro mil 480 son mujeres ?según el último censo? y cada una de ellas son potencialmente generadoras de más niñas y niños de la calle

Comentarios