Los 10 días claves para liberar a Gallardo

martes, 12 de febrero de 2002 · 01:00
México, DF (apro) - Aunque desde noviembre pasado se inició la espiral que desembocaría con la liberación del general José Francisco Gallardo --esto a partir de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos demandó medidas provisionales en su favor--, los diez días previos a que abandonara el penal de Chalco fueron claves para que se concretara su libertad, a plena satisfacción de las Fuerzas Armadas La Secretaría de Relaciones Exteriores, días antes de la visita del Canciller Jorge Castañeda a La Habana, resolvió impulsar las posibles alternativas legales, viables y disponibles en la jurisdicción mexicana para, eventualmente, resolver la situación Sencillas, sin ninguna consideración política, cuatro fueron las alternativas legales que se manejaron: en primer lugar estaba el indulto, aunque de antemano sabían que Gallardo lo rechazaría; en segundo lugar, que promoviera la demanda del amparo directo, empero el general tampoco quería recurrir a él; en tercer lugar estaba la preliberación, que técnicamente no era posible porque le faltaban años en prisión, por lo que solamente quedaba la reducción de la pena, que finalmente fue como alcanzó su libertad En los hechos, la recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos no se reducía a una resolución presidencial En el fondo, para el Estado mexicano era indispensable construir condiciones políticas para que, llegado el momento, le permitieran tomar la decisión correcta A fines de noviembre del año pasado, la CIDH citó a las partes a una audiencia Aunque el Estado reportó avances, la CIDH tronó contra la política exterior del gobierno mexicano en materia de derechos humanos Ahí se dio la famosa declaración y ultimátum de Claudio Grossman, presidente de la CIDH, que amenazó con llevar el caso a la Corte Interamericana La declaración de Grossman rompió con el proceso que la Cancillería tenía con la familia Aparentemente, todo iba bien La comunicación era permanente con la Sedena y la familia Gallardo El caso iba lento, empero la CIDH explotó La Corte entonces demandó que el Estado mexicano adoptara todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad e integridad del general Gallardo Después de discusiones muy serias, "al más alto nivel", se evaluó qué procedía, para atender las medidas de protección que la Corte demandaba Tanto Gobernación como la SRE coincidieron en que no había manera de proteger al general Gallardo en el penal de El Bordo-Neza, por lo que de inmediato se acordó su traslado al penal de Chalco Aunque las negociaciones con la Sedena iban por buen camino, el traslado y posterior liberación del general Gallardo se manejó directamente desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, Gobernación y las autoridades penitenciarias del Estado de México La Sedena no intervino Fue informada, y estuvo totalmente de acuerdo, reveló a la agencia "Apro" un alto funcionario de la SRE que optó por el anonimato --¿Cómo recibe la Sedena la propuesta sobre las cuatro posibilidades jurídicas de que se echarían mano para ponerlo en libertad? Para el representante de la Cancillería el tema no era el cómo sino si lo hacían El tema era decisión política, no era de figuras jurídicas "La decisión de la Sedena no estaba en que era ésta o esta otra Era el tomar una decisión", comentó --¿En qué momento se deciden por promover la reducción de la pena? ¿Siempre fue la única opción en realidad? --A partir de noviembre del año pasado se inicia la espiral que desemboca en la liberación Poco a poco se va acelerando, esto a partir de que la Corte demanda medidas provisionales en favor del general Gallardo Por tanto, la resolución tenía que provenir del marco jurídico --¿La Sedena estaba de acuerdo? --Por supuesto No se trataba de tomar decisiones políticas en materia de justicia Mucho de la dificultad provenía del propio Gallardo, que había politizado el caso A juicio del funcionario, el error fue la cantidad de años que le impusieron "La desproporción entre la pena y los delitos que encontraron Ahí es donde está el abuso También hubo mucho hostigamiento y amenazas Había responsabilidad penal, pero no era para tanto El asunto se hubiera compurgado y resuelto con cinco años No con 28", explicó --¿Cómo fue el encuentro con las autoridades militares? ¿Cómo reciben todo esto? ¿Quiénes participaron? --Esto se fue a nivel de secretarios de Estado --¿Hubo renuencia por parte de las autoridades castrenses? --No En ningún momento --¿Cuál fue la reacción del Ejército ante la reducción de la pena? ¿Lo aceptaron sin mayor protesta? ¿Se enojaron? ¿Cómo contestaron? --La aceptaron institucionalmente Lo único que no quería la Sedena, con toda razón, era que Gallardo fuera declarado inocente Su postura era de que esto lo tenía que probar en los tribunales Que no fuera una decisión política Por eso los términos que se manejaron durante la conferencia, porque no se está exculpando a Gallardo Está diciendo por qué estaba en prisión, en qué términos fue liberado y por eso, precisamente, se insiste en que queda salvaguardado su derecho a probar su inocencia en los tribunales --¿Hubo una negociación previa al anuncio de su liberación? --No Nada, nada Fue una decisión interna que se manejó con absoluto hermetismo entre la Cancillería, la Sedena y Gobernación, al más alto nivel, y cuando se dice al más alto, es él más alto Esto se resolvió en los últimos diez días previos a su liberación --¿Por qué Jorge Castañeda da las gracias al Ejército? --Por eso Porque hubo una total disposición y participación, y colaboración Mucha gente no lo cree, pero así fue --¿La reducción de la pena obliga al Estado mexicano a reparar el daño? ¿Hubo negociaciones en ese sentido? --No, no Jamás se le ofreció nada Fueron diez días claves para que se concretara la liberación del general Gallardo, con reuniones al más alto nivel, sobre la base de la propuesta de la Cancillería, no de la Sedena, no de Gobernación Al final la Sedena la abrazó Pero esta propuesta sale del grupo de trabajo del que formó parte la propia familia Gallardo Según el funcionario de la Cancillería, la resolución no deja ningún conflicto con las Fuerzas Armadas Gallardo es un ciudadano libre "El efecto práctico fue reducir la pena, ponerlo en libertad y cumplir con la parte esencial de la recomendación, que demandaba su inmediata libertad", puntualizó

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