Análisis Político: El reflejo de un ¿Líder?

domingo, 17 de febrero de 2002 · 01:00
México, D F, (apro)- Leonardo Rodríguez Alcaine fue reelecto para seguir, por tercera vez consecutiva, por un año más al frente del debilitado Congreso del Trabajo (CT) central que en el pasado agrupó a las organizaciones obreras que militaban en el PRI Venido a menos desde hace varios años y aunque todavía aglutina a la mayoría del sindicalismo, la fuerza del CT ha disminuido tanto que su membresía se ha reducido casi un 50 por ciento Enfermo de la vista, con problemas cardiovasculares, y con dificultades al interior de su sindicato (SUTERM), de su central (CTM) y con problemas para controlar al CT, a sus casi 83 años de edad, Rodríguez Alcaine enfrenta la peor etapa del sindicalismo El CT, el SUTERM y la CTM son el reflejo mismo de su líder Lentos para reaccionar, sin proyecto, con estructuras envejecidas, sin poder acomodarse en el nuevo esquema de gobierno foxista, esa central resiste de manera desordenada Por ejemplo, en la sesión en la que se acordó la reelección de Rodríguez Alcaine, el CT aprobó publicar un desplegado para expresar su apoyo a Carlos Romero Deschamps, secretario general del sindicato petrolero (STPRM), señalado como uno de los responsables del desvío de más de mil 100 millones de pesos de Pemex en favor del PRI También se anunció que el próximo lunes el CT firmará el pacto político que los empresarios rechazan Entre los principales problemas del CT y de sus organizaciones que agrupa, se encuentra el de la falta de democracia sindical, que impide la preparación de cuadros sustitutos que renuevan a la vetusta directiva sindical La actual cúpula sindical, principalmente de las organizaciones que están o estuvieron ligadas al PRI, no cuenta con el respaldo de sus representados Pero tampoco existe un movimiento con nuevos cuadros o grupos disidentes capaces de imprimir nuevos aires al sindicalismo Aunque no hay sindicato que no tenga grupos rebeldes, como es el caso del SUTERM, éstos no han podido orquestar movimientos con la fuerza necesarias para democratizar a sus organizaciones El caso del sindicato petrolero ilustra la situación del sindicalismo que fue llamado oficial A raíz del encarcelamiento de Joaquín Hernández Galicia, "La Quina", en enero de 1989, el gobierno intervino abiertamente para colocar al frente de esa organización al profesor Sebastián Guzmán Cabrera --quien ya estaba retirado--, para controlar a esa organización Cuando Guzmán Cabrera, por razones de salud, tuvo que abandonar el control sindical, fue nombrado como sustituo Carlos Romero Deschamps Formalmente los procedimientos legales fueron cubiertos; pero nunca hubo asambleas reales, que hubieran permitido la participación de los trabajadores Con la caída de "La Quina", los trabajadores se ilusionaron y llegaron a pensar que las cosas cambiarían El escándalo del desvío de los 1,100 millones de pesos, confirma lo lejos que se estaba de esa posibilidad Todo indica que el secretario del Trabajo, Carlos Abascal, está preparando lo que en el pasado se quedó en proyecto o deseo: construir una alternativa para desplazar a las centrales obreras, que aun cuando han disminuido su poder real, todavía representan a la mayoría de los obreros, es decir, habilitar a una central de sindicatos blancos Mientras que Rodríguez Alcaine se dispone a seguir al frente del CT, sin proyecto con un sindicalismo en picada, la Confederación de Agrupaciones Sindicales Mexicanas recibió el beneplácito de las autoridades laborales para actuar en el ámbito nacional Esta organización está integrada principalmente por trabajadores que laboran en empresas establecidas en Monterrey

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