Las históricas desventajas de las mujeres frente a los hombres

viernes, 8 de marzo de 2002 · 01:00
México, DF - Aun cuando en los últimos 25 años ha crecido el número de mujeres jefas de familia y se ha elevado la presencia de aquéllas en el campo laboral, la situación femenina sigue siendo desventajosa con respecto a los varones La creciente participación de las mujeres en la vida social y económica no ha incrementado su reconocimiento ni ha elevado su calidad de vida, únicamente ha aumentado la carga de trabajo De acuerdo con el Consejo Nacional de Población, en 1976 el número de hogares encabezados por mujeres era uno de cada ocho, actualmente es uno de cada cinco, es decir, alrededor de 20 por ciento Además, las mujeres representan el 40 por ciento de la Población Económicamente Activa El organismo señala que aproximadamente en 56 millones de hogares la mujer es la contribuyente única o principal de los ingresos familiares En otros 116 millones de hogares, las mujeres contribuyen a los ingresos, aunque no de manera única o primordial Sin embargo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que en general los varones son mejor pagados que las mujeres, aun cuando desempeñen el mismo trabajo Además, de los mil millones de personas pobres que existen en el mundo, el 60 por ciento son mujeres Dos terceras partes de los analfabetas del mundo son mujeres, debido a que se les brinda menores oportunidades de educación Esta desigualdad, apunta el PNUD, más frecuente en los países poco desarrollados, revela una falta de reconocimiento al talento y capacidad de las mujeres, al tiempo que se les deposita el mayor número de tareas La desventaja laboral de las mujeres frente a los hombres es más marcada en el ámbito fabril En las plantas maquiladoras de México y Centroamérica, dice, además de la desigualdad salarial, las obreras se ven sometidas a un trato injusto y a violaciones de sus derechos laborales, como la exigencia de un certificado de no gravidez para poder obtener un empleo También reciben presiones sexuales De acuerdo con el organismo, a pesar de que se denuncian las situaciones irregulares que padecen las mujeres en las maquiladoras, las autoridades de países como México no han querido poner orden en ese sentido, ya que no se quiere molestar a los inversionistas extranjeros dueños de las fábricas En muchas ocasiones, agrega, el solo hecho de que la mujer esté embarazada basta para que se le rechace de un empleo, aun cuando cuente con todos los requisitos para el puesto Así, a pesar de tener encima la obligación de sostener por sí solas a una familia, muchas veces las mujeres se ven rechazadas de los puestos de trabajo Según el Conapo, la gran mayoría de las mujeres jefas de hogar no tienen una pareja, mientras que los varones jefes de familia, en su gran mayoría, nueve de cada diez tienen pareja Esto significa que además de la carga económica de sostener un hogar, la mujer jefa de familia tiene la responsabilidad de atender por sí sola los quehaceres domésticos y la educación de sus hijos Otro factor preocupante, según el Conapo, es que poco más de la mitad de las mujeres cabeza de familia ni siquiera ha cursado la primaria Esta situación se reduce al 37 por ciento entre los varones Es decir, las mujeres jefas de familia, en general, están menos instruidas que los hombres Un dato más se refiere al hecho que hay mayor número de mujeres maduras o ancianas jefas de hogar que de mujeres jóvenes La jefatura femenina se asocia con la viudez, la separación o el divorcio La mayor parte de las jefas de hogar tienen entre 25 y 49 años de edad, pero también es alto el índice de mujeres de más de 50 y 60 años La enorme carga de trabajo que pesa sobre las jefas de hogar a menudo constituye la razón del descuido de la propia persona Así, además de ser las únicas proveedoras, las mujeres por lo general tienen más enfermedades que los varones que están en la misma situación Más de 50 por ciento de los hogares dirigidos por mujeres se encuentran dentro del rango de la pobreza El porcentaje de hogares pobres es menor cuando quien dirige es un hombre, lo cual se asocia a los menores ingresos y la menor escolaridad El panorama se completa con la violencia doméstica En muchos hogares en los que la mujer aporta dinero a la familia, ella debe, además, hacerse cargo de todos los quehaceres domésticos La fuerte carga de trabajo provoca que las esposas busquen modificar la división de las tareas para conseguir mayor ayuda de los maridos, pero en muchas ocasiones este intento basta para provocar la violencia hacia ellas De esta forma, las mujeres como grupo poblacional sufren diversos tipos superpuestos de vulnerabilidad: pobreza, baja escolaridad, discriminación, abuso sexual, patrones culturales negativos, exceso de trabajo, mala salud, violencia intrafamiliar y soledad Dicha situación se perpetúa por generaciones debido a que en muchos casos la mujer no tiene las armas para romperla

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