Washington endurece su hostilidad hacia Cuba
Fiel a la línea de sus antecesores, el gobierno de George Bush ha evidenciado que su política exterior hacia Cuba estará dictada por las exigencias de la numerosa comunidad anticastrista en Estados Unidos; pero, distinta a otras administraciones, la suya ha dado espacios de poder a este grupo Los anticastristas ahora forman parte del gobierno y es de esperarse que la política hacia la isla se endurezca más que nunca
En su edición del 12 de mayo, Proceso ofrece un artículo que muestra la nueva orientación que Bush ha dado a su política cubana El nombramiento de Otto Reich como subsecretario de Estado fue el primero de 18 en favor de cubanos norteamericanos anticastristas
Antes, la política cubana de Estados Unidos se diseñaba mediante el cabildeo de grupos civiles cubanos con el Congreso Ahora, este cabildeo podría volverse innecesario, pues personajes de férrea convicción anticastrista están en puestos clave del gobierno
Se prevé que, entre otras cosas, estos funcionarios den marcha atrás al incipiente comercio alimentario entre el gobierno cubano y los agricultores norteamericanos También, que se endurezcan las condiciones del bloqueo económico, a pesar de que hay legisladores que se oponen a él por ineficiente
De momento, la presencia de este fuerte grupo de cubanos en el gobierno de Bush ya dio su primer fruto: el lunes pasado, el Departamento de Estado anunció que Cuba había quedado incluida en los países integrantes del "eje del mal", por su protección y fomento al terrorismo y la fabricación de armas bacteriológicas
Al tiempo, según refiere Proceso, Castro responde estrechando sus vínculos con el expresidente norteamericano James Carter, quien estará en la isla a partir del domingo, 12 de mayo, como parte de su activismo mundial en defensa de los derechos humanos