Los Halcones (Parte IV)
Washington, DC -En los años siguientes a 1968, pasados ya el movimiento estudiantil y la masacre de Tlatelolco, el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, volvió a adiestrar a agentes de seguridad mexicanos pese a la advertencia de que el aprendizaje podría ser utilizado para actos de represión ilegales ?antes, a petición de Luis Echeverría, entonces secretario de Gobernación, EU ya había adiestrado a personal de seguridad de México--
Poco tiempo después de asumir la Presidencia, Echeverría demostró a Washington que se disponía a aplicar mano dura En enero de 1971, su canciller Emilio Rabasa telefoneó a la embajada estadunidense y pidió nuevo entrenamiento para mexicanos seleccionados en trabajo policial y control de masas, como consta en el telegrama confidencial 676, enviado por el embajador por el entonces embajador de Washington en México, Robert McBride
Según este documento, el encargado de coordinar dicha operación sería, por parte de México, el coronel Manuel Díaz Escobar, lo que despertó dudas en la diplomacia estadunidense por ser el hombre que comandaba a
Los Halcones, el grupo de matones organizado por el gobierno para reprimir a opositores
Otro telegrama remitido al Departamento de Estado el 6 de enero de ese año, también firmado por el embajador McBride, advirtió sobre el riesgo que significaba para el gobierno de Nixon acceder al pedido para que luego Los Halcones trataran duramente y quizás fuera de la ley a líderes estudiantiles y manifestantes, lo que podría descubrir el entrenamiento secreto
Pero Estados Unidos accedió nuevamente al pedido y Díaz Escobar viajó a Washington para ultimar los detalles
Mientras un primer grupo de 17 supuestos policías mexicanos se entrenaba en la Academia Internacional de Policía, en Washington, entre marzo y julio de 1971, en México Los Halcones reprimieron violentamente una manifestación estudiantil el 10 de junio
Como lo había previsto la embajada, el escándalo estuvo a punto de descubrirlo todo, y ello inquietó sobremanera a Washington
En tanto, la presencia de grupos revolucionarios en el país se hizo cada vez más evidente Un informe de la Oficina de Investigación e Inteligencia del Departamento de Estado planteó en septiembre de 1971 la posible emergencia de un creciente problema de seguridad interna en México
La preocupación de Estados Unidos por la estabilidad y la seguridad interna de México es obviamente alta dada la ubicación de México y muchos otros intereses, exponía uno de varios análisis y pronósticos secretos de la embajada estadunidense elaborados entre 1972 y 1973 Si la actividad guerrillera o la insatisfacción con el gobierno se incrementara considerablemente, la preocupación de Estados Unidos también aumentaría
Estos reportes anunciaban que el gobierno de México continuaría sus esfuerzos contra los grupos guerrilleros e indudablemente arrestará, interrogará y detendrá a los implicados sin realizar, en algunos casos, procedimientos legales completos
Y anticiparon: Las fuerzas de seguridad mexicanas se volverán cada vez más competentes en controlar a estos grupos Washington no descartaba dar equipamiento y más adiestramiento a México para esa tarea
En mayo de 1973, el cónsul Leonhardy fue secuestrado en Guadalajara por el FRAP, uno de los grupos guerrilleros que operaba en el país, y se le liberó luego de que el gobierno cumplió con los reclamos de los plagiarios
Tres meses después, el 7 de agosto, el general Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, sostuvo una breve conversación con el cónsul Leonhardy, de acuerdo con un documento confidencial enviado a Washington el 10 de agosto de 1973 (clasificación A-55) El texto de dicha conversación sigue vedado porque contiene información de seguridad clasificada Pero establece que el general García Barragán manifestó a Leonhardy su preocupación por la actual tendencia a la izquierda en México (Proceso/2002)