Argentina: "Si Evita viviera sería piquetera"

lunes, 22 de julio de 2002 · 01:00
* 50 años después de la muerte de la "mujer mito" Buenos Aires - "Si Evita viviera sería piquetera (el movimiento de desempleados que enfrenta al gobierno argentino con protestas y cortes de rutas reclamando empleo y planes sociales) Saldría a tirar piedras y moriría como los pibes que murieron en Avellaneda", la ciudad bonaerense donde el 26 de junio la policía asesinó a dos desocupados que participaban en una marcha popular contra la política oficial del presidente argentino Eduardo Duhalde Alberto Michi, ex presidente de la Juventud del Partido Socialista Democrático, que hoy integra la Agrupación por una República de Iguales (ARI) de la diputada Elisa Carrió, primera en los sondeos con vistas a las elecciones del 30 de marzo, no duda sobre el destino que le aguardaría a Evita en caso de volver a la vida el próximo 26 de julio, cuando se cumplirán 50 años de su muerte "Se moriría de un susto al ver el estado del país, pero antes agarraría una bomba y se mataría junto a varios (El ex presidente Carlos) Menem y Duhalde (ambos peronistas como ella) serían los cipayos (vendepatrias) que combatió con vehemencia en los años 40 y 50", dice a Apro Michi, hoy alejado de la militancia política Todos los días, en cualquier ciudad o pueblo de Argentina, nace una niña que en el futuro soñará con parecerse a Eva Perón, la llamada "abanderada de los humildes", uno de los mitos más importantes de este país Los 50 años de su desaparición --el 26 de julio de 1952 por un cáncer fulminante--, encuentran a Argentina hundida en la peor crisis de su historia, una situación que seguramente "Evita" jamás soñó para sus "descamisados", como llamaba a las masas que la idolatraban y seguían a su líder, el general Juan Domingo Perón "Seguramente se revelería por ser una mina (mujer) de origen humilde No sé si sería piquetera o directamente terrorista La mina se le plantaba a cualquiera Creo que combatiría a este peronismo", dice a su vez a Apro Fernando Lorenzo, sindicalista de la centroizquierdista Central de Trabajadores Argentinos (CTA), creada a mediados de los años 90 como alternativa a la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT), de extracción peronista Lorenzo explica: "Los argentinos son muy personalistas Siempre están en búsqueda de una Evita, a pesar de que en los últimos tiempos hay un mayor compromiso con la realidad, discutiendo en la calle o participando en asambleas barriales Hoy hay un contexto social muy diferente al que existía en 1952 Perón sería el primer desocupado y no el primer trabajador", como lo define la marcha Los Muchachos Peronistas, el himno del partido justicialista creado por el exgeneral que gobernó el país entre 1945 y 1955, y entre 1973 y 1974 El cuadro de situación argentina es desolador para un país que hace medio siglo, en pleno gobierno peronista, enviaba gratuitamente barcos cargados de comida con destino a Italia y España para alimentar a las masas empobrecidas de esos países, emparentadas con los millones de inmigrantes que poblaron desde principios del siglo pasado a Argentina "Mientras florezca una espiga de trigo en nuestros campos, ningún español pasará hambre", decía en esas fechas la popular Evita, odiada en ese entonces por los "antiperonistas" que la consideraban, en el mejor de los casos, una prostituta Hoy los tiempos cambiaron: en España se organizan colectas para alimentar a un ejército de pobres en el antiguo "granero del mundo", el país del asado, no tienen acceso a una ración diaria de comida La pobreza ronda el 50%, la desocupación roza el 25% y la caída de la economía se estima para este año en un 15% Los políticos, aun los herederos del legado de Perón, son rechazados por la mayoría del pueblo que esgrime como caballito de batalla un enfático "que se vayan todos" y se elijan nuevas autoridades en todos los cargos del país, a nivel municipal, provincial y nacional, en las elecciones previstas para el 30 de marzo En ese contexto, hoy más que nunca se haría realidad el texto imaginado en la opera Evita, que Tim Rice y Andrew Lloyd Weber crearon en 1978 imaginando a la segunda esposa de Juan Perón cantando "No llores por mi, Argentina", la canción por la cual el mundo conoce al mito más importante de la historia contemporánea de este país sudamericano El mito La palabra más común que rodea a Eva María Duarte de Perón es "mito" Toda su vida está rodeada por esa palabra Su legado ha traspasado las fronteras y hoy nadie sabe en realidad si lo que se sabe de Evita es la pura verdad o una cadena de leyendas entrelazadas que contribuyeron a fomentar el gran mito Su nacimiento legal fue el 7 de mayo de 1922 en la ciudad bonaerense de Junín, pero en realidad lo hizo el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, un pequeño poblado de la provincia de Buenos Aires De la mano del cantante de tangos Agustín Magaldi llegó a Buenos Aires a los 15 años y se convirtió en actriz, trabajando en radioteleteatros y algunas películas de la época de oro del cine argentino, como "La Cabalgata del Circo", donde la leyenda cuenta que Libertad Lamarque le propinó una sonora cachetada en el set de filmación La "novia de América", en su autobiografía, lo niega rotundamente, pero el hecho se menciona una y otra vez cuando las vidas de las dos mujeres se entrelazan por cualquier razón A Perón lo conoció en 1944 durante un festival de solidaridad con las víctimas de un terremoto que había asolado la provincia cordillerana de San Juan Y no se separaron más hasta su muerte en 1952 De ese hecho el escritor argentino Tomás Eloy Martínez cuenta una anécdota que refleja el grado de mito y leyenda que ha tomado la figura de Evita El escritor es autor, entre otros, de la conocida biografía novelada Santa Evita, donde mezcla ficción con realidad sobre el periplo del cadáver de Eva Perón tras la caída del segundo gobierno de su esposo Martínez imaginó que en el momento de las presentaciones, Evita se dirigía a Perón con estas palabras: "coronel, gracias por existir" "Aunque la frase es una invención de mi cosecha, la he visto repetida como verdad en algunos textos periodísticos y hasta en otra fábula que no es mía Nunca pensé que valiera demasiado, pero, por una razón u otra acertó en el blanco del mito: se convirtió en la frase que muchos argentinos piensan que Evita debió decir", afirmó el escritor Pero hay muchos otros aspectos de Evita que escapan a las comprobaciones fehacientes: se afirma que fue ella quien hizo sublevar al pueblo el 17 de octubre de 1945 para liberar a Perón de su encierro en la isla Martín García, en el Río de la Plata La fecha es conocida como el Día de la Lealtad por los peronistas que tienen a Eva como la líder de ese movimiento de protesta obrera que devolvió a la libertad al entonces coronel Perón Ningún justicialista (peronista) duda que Evita recorrió fábricas, sindicatos, barrios humildes para pronunciar vehementes discursos para rescatar a Perón de la prisión Pero sus enemigos sostienen que sólo intentó liberar a su esposo para escapar con él al extranjero También se dice que tuvo una hija con el actor Pedro Quartucci el 25 de octubre de 1940, y que su amante la habría criado junto a su esposa manteniendo el secreto Pero antes de morir, el actor se lo confesó a su hija y ésta aun hoy sostiene ser la heredera de Evita Nilda Quarticci pidió ser sometida a exámenes de DNA, pero las hermanas de Eva le negaron esa posibilidad y dijeron que la segunda esposa de Perón jamás estuvo embarazada Pero el confesor de Eva, el jesuita Hernán Benítez, lanzó la primera piedra antes de su muerte, sin nombrar el temido secreto: "jamás se sabrá en este mundo Lo ignorarán las gentes Escapará a la búsqueda de los biógrafos Morirá con la muerte de contadas personas" Otro de los mitos de Evita se refiere a su frase más conocida: "Volveré y seré millones", que se puede encontrar escrita en cada rincón de Argentina Pero la frase, muy utilizada por el movimiento guerrillero peronista Montoneros en los años 70, no fue dicha por Eva, sino que fue tomada de un verso escrito por el poeta José María Castiñeira de Dios Sin duda el hecho que más ayudó a elevar a Evita a la categoría de mito fue los avatares que pasó su cadáver antes de hallar cristiana sepultura en el cementerio de la Recoleta, el barrio más exclusivo de Buenos Aires El destino del cuerpo de Evita fue uno de los grandes misterios argentinos durante 16 años Tras su muerte, Perón ordenó que el cuerpo de Evita fuera momificado y sus restos alojados en la sede de la Central General de Trabajadores (CGT, peronista) Pero cuando su gobierno fue derrocado por los militares en 1955, el cadáver fue trasladado varias veces Llegó a permanecer dentro de una furgoneta en alguna calle oscura de Buenos Aires y hasta en galpones militares Pero el hombre al que se le había asignado su cuidado, el coronel Carlos Eugenio de Moori Koening, se obsesionó con el cadáver de Evita y sus biógrafos hablan de una relación enfermiza entre el militar y el cuerpo momificado de la llamada "abanderada de los humildes" Cuenta la leyenda que el hombre la tenía "escondida" junto a su oficina para adorarla en secreto En 1957 su sucesor en el cuidado del cadáver, el coronel Héctor Cabanillas, lo trasladó a la tumba 41 del campo 86 del cementerio Maggiore de Milán, Italia, tras un largo viaje desde el puerto de Buenos Aires La enterraron en una tumba bajo el nombre de María Maggi de Magistris, una supuesta inmigrante italiana cuyo último deseo fue descansar en su tierra El objetivo era mantenerlo escondido lejos del movimiento peronista Incluso se llegó a afirmar que los militares habían hecho tres copias idénticas para despistar a quienes querían recuperar el cadáver de su líder Finalmente, en 1971, el entonces presidente de facto general Agustín Lanusse ordenó el "Operativo Retorno" y el cadáver de Evita fue restituido a su esposo, en ese entonces exiliado en Madrid El embalsamador Pedro Ara verificó que su obra no había sido dañada: sólo presentaba la rotura de un dedo y un ligero aplastamiento en la nariz En octubre de 1974 el cadáver de Eva volvió a Buenos Aires y hoy su tumba es un imán para los viejos y nuevos peronistas argentinos, además de miles de turistas Las otras "Evitas" América latina ha sido una región propensa a la aparición de nuevas Evitas, mujeres que soñaron con parecerse a la mítica conductora de las masas humildes argentinas Lo soñó Isabel Perón, la tercera esposa del general Perón, quien llegó a ser presidente tras la muerte de su marido en 1974, algo que no consiguió la mismísima Eva, pero fue desalojada del poder por un golpe de Estado que dio paso a una feroz dictadura militar que dejó 30 mil desaparecidos Ridiculizada por su debilidad política, Isabelita vive hoy encerrada en su mansión de Madrid lejos de la prensa y la vida pública Pero en Latinoamérica también aparecieron Evitas, o aspirantes a serlo, en otros países Uno de los últimos intentos lo remolcó Marisabel Rodríguez de Chávez, la bonita y rubia segunda esposa del presidente venezolano Hugo Chávez Durante la campaña electoral que llevó a su ahora ex marido al poder en 1998, Marisabel adoptó un "look" muy parecido al de Evita, lo que regó ríos de tinta en la prensa venezolana La mujer de Chávez llegó a realizar algunos discursos con énfasis en la dura realidad social de su país Confesa admiradora de Evita, Marisabel se lanzó de lleno a la política y fue uno de los cinco candidatos más votados en las elecciones constituyentes del 25 de julio de 1999 Desde la Asamblea Nacional Constituyente presidió la Comisión de Derechos Sociales, pero su luz dejó de brillar cuando comenzaron a florecer problemas personales con su marido El divorcio sobrevino a mediados de este año y la exprimera dama venezolana quedó destinada a un pronto olvido en la historia de su país Otra mujer venezolana que soñó con emular a Evita, o al menos fue el objetivo de algún trasnochado asesor, fue la exmiss universo Irene Sáez, quien en 1997 arrollaba en todos los sondeos de opinión, con más de 50% de intención de voto, de cara a las elecciones presidenciales de diciembre de 1998 Irene, como la llaman en Venezuela, venía de realizar una buena gestión en el municipio caraqueño de Chacao, uno de los más ricos de la capital venezolana, donde había sido reelecta con más del 90% de los votos En plena campaña, la rubia y esbelta Irene apareció con el pelo recogido al mejor estilo Evita cuando en toda su vida lo había mostrado suelto y con mucho cuerpo Las comparaciones fueron inmediatas "A Sáez le ha sido más fácil convencer a la gente que tiene las virtudes de Eva Perón Ahora intenta convencerla que ella puede ser una Margaret Thatcher latinoamericana", escribió en esa época el diario caraqueño El Universal Pero la imagen de Irene se desplomó ante la aplastante figura de Hugo Chávez, quien la barrió en las elecciones de aquel año Sáez fue después fugazmente gobernadora del estado de Nueva Esparta (que integra la Isla Margarita, en el Caribe venezolano), pero renunció cuando supo que esperaba a su primer hijo Su figura política dejó entonces de brillar Y finalmente, la primera dama mexicana Marta Sahagún se cansó de repetir ante quien quería oirla su admiración por la mítica segunda esposa de Juan Domingo Perón: "Desde luego que la admiro Evita no es mi único referente Ella hizo muchas cosas buenas, pero los países y contextos son diferentes", dijo Sahagún en su reciente visita a Buenos Aires, a principios de julio, para acompañar a su esposo, Vicente Fox, quien fue invitado a la cumbre de países del Mercosur Sahagún, consultada en la capital argentina por su admiración a Evita y a Hillary Clinton, no dudó un momento: "Desde luego que admiro a ambas Cada quien ha tenido cosas muy importantes que aportar a sus respectivos países Pero no solamente admiro a ellas, sino que trato de aprender de muchas mujeres que han hecho historia, que han tomado responsabilidades serias y no solamente desde el ámbito político Tengo la biografía de Eva como tengo la de Teresa de Jesús o la Madre Teresa de Calcula", dijo A 50 años de su muerte, odiada y amada por enemigos y aliados con la misma intensidad, el mito de Eva Perón se mantiene incólume a comienzos de un nuevo siglo, que ve como su país se hunde en el caos, dominado por una crisis que parece no tener fin Su esposo, Juan Domingo Perón, lo había vaticinado en uno de sus innumerables discursos: "El 2000 nos encontrará unidos o dominados"

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