La lección de la tierra: las mujeres de San Salvador Atenco

jueves, 25 de julio de 2002 · 01:00
* Si nos quitan la tierra, borran nuestra historia, afirman San Salvador Atenco, Edomex (apro-cimac) - Machete en mano, al frente o al lado de los hombres, las mujeres de San Salvador Atenco luchan por algo más que la sola defensa de sus tierras: "¡Si nos quitan la tierra, borran nuestra historia, borran nuestras vidas!" En el recorrido que apro-cimac efectuó por la polémica zona de Texcoco, las mujeres de San Salvador Atenco narran su lucha y, preocupadas, se preguntan: "¿Qué va pasar con la gente mayor? Ha vivido toda su vida aquí, en sus tierras, y ahora ¿qué van a hacer?" A raíz del decreto expropiatorio del 22 de octubre de 2001, que afecta las tierras ejidales de trece comunidades --entre ellas las de San Salvador Atenco--, para construir el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, las consignas de combate se han vuelto parte de la cotidianidad: "¡Zapaaaata vive! ¡La lucha sigue! ¡Zapata vive y vive! ¡La lucha sigue y sigue!" Se agudiza la situación El 11 de julio, integrantes de la Fuerza de Acción y Reacción Inmediata (FARI) del Estado de México reprimieron en el municipio de Acolman a pobladores de San Salvador Atenco, cuando se dirigían a manifestarle su rechazo al mandatario estatal Arturo Montiel por la expropiación ordenada, aprovechando un acto oficial que éste encabezaba Como resultado, las autoridades estatales tomaron presos a quince campesinos, entre ellos a dos de sus dirigentes, a quienes les dictaron un buen número de acusaciones, entre ellas robo calificado en agravio del gobierno del Estado de México y ataques a las vías de comunicación Esta situación provocó un ambiente tenso en las comunidades afectadas La reprimenda motivó que la población perjudicada cerrara los accesos de la carretera federal Texcoco-Lechería y retuviera a siete funcionarios estatales, con el fin de intercambiarlos por sus presos: durante tres días nadie pudo entrar a San Salvador Atenco La geografía del conflicto El municipio de Atenco se localiza al oriente del Estado de México, en la región Texcoco Al norte, Atenco limita con los municipios de Acolman y Tezoyuca; al sur, con el municipio de Texcoco; al este, con Chiautla y Chinconcuac, y al oeste con Ecatepec En caso de que se efectuara la expropiación, los ejidos que resultarán afectados son San Salvador Atenco, colonia Francisco I Madero, Santa Isabel Ixtapan, Nexquipayac y San Francisco Acuexcomac De consumarse la expropiación de estas 3 mil 866 hectáreas, la desaparición de las poblaciones será inminente Datos del Consejo Nacional de Población (Conapo) revelan que en el municipio viven 34 mil 500 seres humanos; de ellos, 58 por ciento vive en hacinamiento, 55 cuenta con ingresos de hasta dos salarios mínimos, 45 por ciento son analfabetas, y su fuerza laboral se inserta en el comercio, los servicios y en el campo "¡Aquí somos cabronas!" "Las mujeres de aquí nos caracterizamos por ser muy aguerridas, aferradas; bueno, muy cabronas y necias Tenemos la razón No es irracional o visceral; es una actitud hacia lo que creemos", afirma América del Valle, joven que, por la ausencia de su padre, uno de los dirigentes tomados presos (Ignacio del Valle), asume parte de la dirección del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), creado por la población afectada América nos cuenta que históricamente a la mujer se le ha adjudicado un papel que jamás le ha correspondido, dejándola solamente al cuidado de la casa, del hogar, de los hijos, del esposo y se acabó Con el decreto, destaca la joven Del Valle, una de las cosas que hemos obtenido es dejar en claro que la participación de las mujeres ha sido fundamental y clave para este movimiento Las mujeres, continúa, estamos decididas y convencidas de que la tierra es esencial para que la vida continúe Así, la participación de la mujer en la toma de decisiones y en las asambleas es determinante Es tal la importancia de las mujeres en este movimiento, que ahora su trabajo ya no se limita a la casa o la cocina: hoy salen y, junto con su compañero y toda su familia, deciden "Pareja, te toca ir a las guardias, yo me quedo, pero mañana me toca a mí", dicen Un pueblo con raíces Para las y los ejidatarios de San Salvador Atenco, las acciones que han efectuado en defensa de sus parcelas son legítimas Nada menos, en las orillas del pueblo, donde ahora es el parque de Los Ahuehuetes, hace cientos de años estaban los jardines de Nezahualcóyotl, el rey poeta, de quien se saben herederos La lucha de mujeres y hombres atenquenses por el ejido no es gratuita, es producto de la pelea antes emprendida por sus ancestros: peones acasillados de las haciendas del rumbo antes de la Revolución, aunada al sinnúmero de gestiones que han tenido que hacer para conseguir los pozos que riegan sus sembradíos En el recorrido por la zona, afuera de su casa, Rosa Rodríguez, de 80 años, manifiesta su preocupación, pues desde que inició el movimiento "no he ido, porque ya estoy grande, ya me canso, pero platiqué con las compañeras para expresarles mi apoyo" Con la sabiduría de los años, doña Rosa dice tajante: "El campo nos da de comer lo que sembramos: calabacitas, ejotes, maíz ¿Cómo es posible que nos pidan venderla? El dinero lo tenemos un tiempo, pero luego se acaba" La anciana recuerda que su papá se dedicó al campo "En ese tiempo la laguna era muy grande, había mucho pato Las mujeres hacíamos la comida y la íbamos a dejar al campo "Antes no había molino, martajábamos a puro metate, se molía el maíz, nos la pasábamos en eso o lavando ropa, porque nunca ha habido fábricas aquí "Ahora que ya podemos hacer costura, mucha gente se pone a coser con maquinas", comenta, refiriéndose a la maquila de ropa que, por la cercanía de Atenco con Chiconcuac ?-la localidad famosa por sus tejidos de lana y donde también se vende ropa?-, es una fuente de trabajo para las mujeres atenquenses; fuera de eso, no hay movimiento de otras actividades "Tengo tres hijos y una hija; dos trabajan en el campo", finaliza doña Rosa Que venga Vicente Fox En la plaza principal, Inés Flores Pacheco demanda: "Lo único que queremos son nuestras tierras de labor, no queremos aeropuerto Que venga Vicente Fox y hable con nosotras, con todas las mujeres de San Salvador Atenco" Su alabanza se alza al cielo: "No hay más que un Dios, que nos está viendo y nos apoya No queremos dinero" Para ella, Vicente Fox "lo único que quiere es comernos ¿De qué sirvió que haya tomado a la virgen de Guadalupe como estandarte? ¿Acaso le prometió despojarnos de nuestras tierras?" Camino al llamado para acudir a la residencia oficial de Los Pinos, Esperanza Luna denunció que, como resultado del enfrentamiento, en la comunidad Francisco I Madero "está un compañero que se debate entre la vida y la muerte por los golpes que recibió No es justo, ¿cómo va a responder el gobierno? "Estoy aquí porque todavía estoy muy enojada Todos los medios (de comunicación) se han dado cuenta que ya dejamos abiertos los caminos, ya soltamos a todas las personas retenidas; pero yo tengo mucho coraje contra el gobierno", exclama Esperanza Luna, de 55 años, cuyo rostro se enrojece cuando alza su voz "Sí señor, somos campesinas, ¡y a mucha honra!", afirma con orgullo "A pesar de que dicen que no tenemos capacidad para nada ni educación, ya les demostramos que sí la tenemos, y suficiente, porque no les hicimos ningún daño a sus compañeros", exclamó Esperanza Luna Doña Esperanza da cuenta que el gobierno los trata como grupos armados, y advierte: "Les digo que esta lucha seguirá adelante, que no nos van a amedrentar, pese a todo lo que hacen en nuestra contra" Con voz y mirada enérgica, Esperanza reitera que no van a dejar sus tierras a ningún precio, "hagan lo que hagan, no están en venta; ¿cuándo vieron algún letrero que dijera se vende? "Tampoco negociaremos nada con el gobernador Arturo Montiel, que dice que va a pagarnos un mejor precio" Y a su ya de por sí recia voz, Esperanza le inyecta todavía más fuerza para rematar, contundente: "No señor, no las vamos a vender" Con actitudes semejantes, las mujeres de San Salvador Atenco exhortan a las autoridades federales al diálogo, con el único propósito de que se anule el decreto expropiatorio del 22 de octubre de 2001 y el proyecto aeroportuario en la zona de Texcoco Para ellas, la defensa de la tierra implica conservar las raíces de su historia, como pueblo y como individuos; para ellas, junto a sus compañeros, esposos, padres, hermanos y descendientes, tan sólo están dando la respuesta que merece la actitud del gobierno de Vicente Fox "Ni un paso atrás, las tierras no se venden" Por lo pronto, luego de nueve meses de lucha infatigable por parte de los ejidatarios, Vicente Fox ha reconocido ?no así su secretario de Gobernación, Santiago Creel-- que hay otras opciones para construir el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México

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