Prófugo de la justicia, a punto de la jubilación
Considerado el decano de los empleados de Pemex, con 56 años de servicio, Julio Pindter es el burócrata más viejo perseguido por la justicia
Se le acusa de estar implicado en los contratos "leoninos" que sirvieron de soporte para los préstamos que recibió el STPRM
México, D F (apro)- Con más de 70 años de edad y 56 de servicio en Petróleos Mexicanos (Pemex), Julio Pindter se convirtió en el más importante decano de los empleados administrativos de la paraestatal
También es el más viejo burócrata petrolero perseguido por la justicia mexicana, tras resultar implicado en la firma de convenios "leoninos" que sirvieron de soporte para que Pemex autorizara los préstamos millonarios al sindicato ?mil 500 millones de pesos, aproximadamente-- que presuntamente fueron utilizados para la campaña de Francisco Labastida Ochoa
Pindter ingresó a Pemex una década después de la expropiación petrolera A los 14 años entró a trabajar como oficinista Llevaba y traía documentos, tomaba recados, pegaba circulares?
Aquel joven pronto se ganó la confianza de sus jefes y poco a poco fue ascendiendo
Años después se convirtió en el más importante funcionario del área laboral de Pemex: tenía a su cargo la responsabilidad de manejar con fineza las relaciones entre el sindicato y la empresa
El ingeniero Alberto Ruelas, quien está jubilado y retirado de Pemex, recuerda: "Era un hombre muy institucional De trato fino, sabía manejar circunstancias difíciles Siempre salió adelante y defendió los intereses de la empresa y de los trabajadores Es el único funcionario que, por su trayectoria, se ganó el don Por eso todos les decían don Julio"
Sin embargo, Julio Pindter cayó en desgracia Envuelto en la maraña de los convenios que firmó Pemex y el sindicato, el viejo funcionario --cuya trayectoria es vista por sus amigos como limpia y profesional-- forma parte del grupo de acusados que encabeza Rogelio Montemayor Seguy
Por haber autorizado, mediante convenios, transferencias de recursos de la empresa hacia el sindicato, sobre Pindter pesan cargos de uso indebido de atribuciones y facultades, y ejercicio indebido del servicio público
Así, cuando le faltaban cuatro años para tener derecho a una segunda jubilación --cumpliría 60 años de servicio--, Julio Pindter, quien siempre rechazó el retiro, ahora está prófugo de la justicia
Consultados sobre este caso, algunos amigos de Pindter lamentan su desgracia, pues afirman "que no tenía necesidad de seguir trabajando Es un hombre que debió salir por la puerta grande, forzadamente por la de atrás, pero desafortunadamente salió por la coladera"