Barroquismo católico, asunto de casta

miércoles, 31 de julio de 2002 · 01:00
México, DF - Esta vez la mañana es húmeda El aguacero de la tarde del miércoles en toda la ciudad de México ha dejado un aroma casi de estreno, como si la vieja Gran Tenochtitlan hubiera tomado un baño Comienzan a acomodarse los tiempos históricos de este país barroco de las viejas Indias orientales Otra vez esta dialéctica entre el pasado indígena politeísta, bárbaro, salvaje, contra el presente católico, monoteísta, domesticado y políticamente correcto Esta mañana el sumo pontífice, Karol Wojtyla beatificará a dos víctimas de la corrección histórica de la Nueva España Los personajes en cuestión no supieron enfrentar la evangelización y en medio de la denuncia terminaron entrampados entre sus orígenes y sus destinos Esto es realmente México: una incongruencia Se espera la llegada de un buen grupo de indígenas de Oaxaca al atrio y al templo de Santa María de Guadalupe, pero una vez aquí no serán atendidos ni siquiera como seres humanos Este es un país que se sirve de su pasado indio únicamente para formalizar su discurso histórico pero de facto no participa con ellos en la comunión eclesiástica Los criollos son los dueños todavía de las fiestas del catolicismo, son blancos, visten bien y de alguna manera controlan el movimiento económico de un pais de tres mil y pico de dólares por habitante y año El sol comienza a salir en esta zona del Tepeyac en donde hace cientos de años los chichimecas acostumbraban transitar para llegar a la vieja Tenochtitlan Las cosas han cambiado, por supuesto En el proceso de fusión de las culturas se han mantenido edificadas las instituciones políticas y religiosas La Basílica de Guadalupe del norte de la Ciudad de México representa la superposición de una cultura sobre otra Sin embargo, las subestructuras culturales superviven en un mezcla rara, barroca, de vida Juan Pérez es de Michoacán y ha decidido por cuenta propia hacer el viaje hasta aquí con dos playeras en la maleta Lo que pasa aquí es una vergüenza El muchacho de veinte años viene con 250 pesos en la bolsa, de los cuales, 150 le servirán para pagar el boleto de regreso y el resto, para sobrevivir, pero sobrevivir en serio: una torta en estos establecimientos patrocinados por las damas de buena fe cuesta 20 pesos, una coca cola 10 y una dona de chocolate otros 10 Una manzana, 5 Un gansito marinela, 10 ¿Cómo puede un niño hacer la vida con dos días de estancia en esta capital? "Por eso no se preocupe?me dice temblando de frío?estoy acostumbrado a pasar uno o dos días sin comer" Juan es yesero Tiene tres hermanitos Su padre es obrero y su madre hace lo mismo que las madres de la clase media mexicana de los años 70: "se dedica al hogar" No sabe si se regresará este jueves por la tarde o al mediodía Su dilema depende de dos cosas Una, la capacidad de boletaje de los camiones foráneos y la otra, su resistencia al hambre No es un faquir y las tripas comienzan a darse a notar Pero como él, como Juan, las historias aquí se repiten Son innumerables, son distintas, pero son la misma Bueno sí, hay otras historias Estas pertenecen a las mamás, las muchachas, los señores y los muchachos cuyas preocupaciones son más espirituales que terrenales Se llaman Legionarios de Cristo, Damas del Santo Socorro, agrupaciones civiles en pro de la defensa de los pobres Ellos, prácticamente, no desayunan aquí Traen sus propios sandwiches y abren sus propios refrescos Descaradamente, aquí los pobres no pueden entrar con bebida ni con comida, pero estos grupos de la clase media de la derecha mexicana pueden hacer lo que quieran Primero, no necesitan comer, segundo, si tienen antojos pueden ingresar pastelillos, jugos y golosinas El barroquismo católico mexicano, queda claro, es un asunto de casta Aquí la igualdad entre los hombres no existe Esta vez, los indios están en el altar para que los criollos aplaudan desde sus cómodos lugares del atrio de la iglesia ¿Qué tan peligrosa es la visita del obispo de Roma a México justo en el momento en que gobierna un partido de ultraderecha y en el que el presidente mismo ha sobrepuesto su fe sobre su laicismo? Eso no lo sabremos ahora, pero las experiencias del pasado han sido atroces Piénsese en Maxilimiliano, por ejemplo01/08/02

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