"Que el gobierno me entregue el cadáver de Lucio": la madre de los Cabañas

martes, 13 de agosto de 2002 · 01:00
Sierra Madre del Sur - Descalza, con la trenza recogida y lleno de surcos el rostro, como la sierra donde vive en la más extrema pobreza, a los 77 años de edad doña Rafaela Gervacio Barrientos reclamó en 1992: "Que el gobierno me entregue el cadáver de mi hijo Lucio Cabañas Que me regresen vivo a mi hijo Manuel, desaparecido desde 1967 Que dejen en libertad a mi hijo David, preso en la Ciudad de México "Sólo yo sé lo que es el sufrimiento de una madre", dijo "doña Rafa", "la abuelita", "la jefa", como le llamaban "No digas dónde vivo ¿Para qué? Sería prolongar el llanto Vendrían otra vez a molestarme Nomás una cosa sí digo: que mis hijos lucharon por el pobre para sacarlo de la pobreza, y por eso me siento orgullosa de haberlos parido", señaló A sus amargos recuerdos se sumó la detención de que fue objeto en 1974, en Tixtla, Guerrero, y el encarcelamiento padecido durante un año y ocho meses en el Campo Militar Número Uno de la Ciudad de México Actualmente vive de la crianza de algunas gallinas y uno que otro "cuche", como le llaman a los cerdos en Guerrero, y de cortar cocos con su gancho y su machete Vive en una choza de adobe y techo de palma, un cuarto a flor de tierra, sin puertas Su trajinar siempre es el mismo, día con día: despertarse a las cuatro y media de la madrugada para llenar las cubetas y ollas de agua, calentar café, moler el nixtamal y comer tortillas, frijoles y chile machucado, para luego rezar por sus hijos, sola o en compañía de los familiares de los desaparecidos políticos Así la encontró el reportero en 1992, rezando, con otros vecinos, en un jacal que tienen como iglesia, adornado con tiras multicolores de papel, flores silvestres y veladoras, con la imagen de la Virgen de Guadalupe en un improvisado altar Sinuosos e intrincados son los caminos de la sierra Al mediodía el sol es calcinante, la temperatura, de 40 grados En tiempos de lluvia es imposible el paso de vehículos, sólo en épocas de secas transitan por las comunidades uno o dos camiones de redilas para llevar y traer a la gente, en viajes de un solo día Sin embargo, hay partes fangosas que impiden el paso, y entonces a caminar dos, tres, cuatro o cinco horas para llegar Los serranos subsisten de las cosechas de temporal y de la siembra de maíz, frijol y arroz, así como de café Sus comunidades son muy pequeñas; algunas las integran seis u ocho familias; otras alcanzan los 1,500 habitantes y no cuentan con servicios indispensables como drenaje o agua potable, excepto la luz; si acaso, alguna escuela o una cancha deportiva Con altos grados de desnutrición, analfabetismo y alcoholismo, viven en la marginación, propensos siempre a las enfermedades gastrointestinales y al cólera Esta situación se presenta en Tres Pasos del Río, El Nanchal, Mezcaltepec, San Vicente de Benítez, San Vicente de Jesús, San Andrés de la Cruz, Los Valles, Cerro Prieto de los Pinos, El Rincón de las Parotas, El Salto, La Pintada Oriunda de Atoyac de Alvarez, doña Rafaela es hija de Crescencio Gervacio Castro y Enedina Barrientos Gervacio, también nativos de ese lugar; sobreviven sus hermanas Guadalupe y Crispina Esta fue la entrevista con Rafaela Gervacio Barrientos: ?Mi infancia fue muy triste Tú sabes que la vida tiene tiempos buenos y malos, de éstos más aquí Mi papá murió cuando yo tenía nueve años de edad Nunca estudié, le ayudaba a mi mamá en los quehaceres del hogar Tenía dos medios hermanos, Raymundo y Antonio Onofre, que nos mantenían Yo era la mayor de los Gervacio y, cuando fui creciendo, iba a la cosecha de café ?¿Cómo conoció al padre de Lucio? ?Se llamaba Cesáreo Cabañas Iturio Vivía en el mismo barrio que nosotros: El Porvenir Tenía una huerta de café y trabajaba la milpa Lo conocí en un baile, tocaba el violín y lo acompañaba un guitarrista ?¿Dónde se casaron? ?En El Porvenir ?¿En la iglesia, de blanco y toda la cosa? ?No, para qué voy a decir que las pompas y que la jodida, no El estaba casado con otra mujer Me robó cuando yo tenía 17 años y él como 40 Se le metió lo caprichudo y pues me llevó ¿Y qué hacía yo? Ni modo que gritara Después lo despedí, lo mandé a volar, porque se portó mal Y no sé cuándo murió ?¿Cuántos años vivió con él? ?Como diez años Tuvimos tres hijos: Facunda, Lucio y Pablo ?¿Y David? ?Es hijo de mi segundo esposo A los cinco años de mi separación, me hallé con otro muchacho, Juan Serafín Martínez Con él tuve cinco hijos; dos se murieron; uno de ellos se llamaba Conrado, y viven David, Bartola y Manuel, que no lo veo desde 1974, cuando lo agarró el gobierno y todavía sigo esperando que me lo devuelvan vivo ?¿Dónde nació Lucio? ¿Cómo era de niño? ?Yo tenía a mis hijos en la casa, no en ningún hospital Bendito sea Dios que nunca necesité de un doctor para tener a mis hijos Lucio nació en mi casa de El Porvenir, que ya no existe, es una huerta ahora De niño era muy lindo, muy chistoso, le gustaba mucho jugar y cantar, muchas veces con su hermano Pablo, que es compositor Pasó su niñez en el campo y ya grandecito cortaba café Terminó la primaria en El Cayaco, porque cuando me lo quitó su padre debía tener unos ocho años Después se fue a estudiar a la escuela normal de Ayoxinapa Y de allí salió a dar clases como maestro; su primer año lo hizo en Ometepec Siempre me visitaba ?¿Y cuando se fue a la sierra? ?A veces nos veíamos, siempre cuidándose, pues no podía venir siempre adonde yo estaba La última vez que lo vi fue en 1967, cuando empezó su guerrilla y yo me fui a vivir a Tixtla Era muy cariñoso conmigo, nunca fue grosero Platicábamos todo lo que se platican una madre y un hijo cuando son amables ?Platíquenos cómo fue su último encuentro ?Venía con cuatro compañeros y estuvo nomás un ratito, de pasada "¿Cómo estás mamá?" me dijo, y le dio un abrazo a su hermanita Juana, con quien vivo Yo le dije que se cuidara mucho porque el gobierno lo andaba buscando "No tengas cuidado, mamá; haré lo posible por no caer en manos del gobierno", me respondió Y se despidió ?¿Nunca se casó? ?No, nunca fue casado, nomás tuvo una niña con una muchacha de nombre Isabel Yo la acompañé al hospital cuando dio a luz Que yo sepa, no tuvo otros hijos Fue el tiempo en que me detuvieron ?¿Cuándo, cómo y en dónde la detuvieron? ?Estaba yo en Tixtla y era fines de 1967 Andábamos por el mercado Iba a comprar un ramo de flores cuando se me acercó un tipo de suéter rojo, que al oído me dijo: "Abuelita, le habla Javier", como le decían también a Manuel, mi hijo "¿Dónde está?" le pregunté "Acá está, véngase" Y fuimos a un carro "Súbase, ahorita viene él aquí" Un comandante me preguntó: "¿Dónde está el domicilio?" Le dije: "Yo no lo llevo al domicilio" Luego trajeron a mi hijo y me dice: "Mamá, llévalos al domicilio, te lo ruego" Lo vi desesperado y los llevé a la casa Para entonces ya eran un carajal, eran muchos diablos los que llegaron amenazando con la pistola a mi yerno, que tenía a un hijo chiquito, y allí permanecieron todo el día los desgraciados Como a las seis de la tarde se lo llevaron en una camioneta a Pie de la Cuesta y lo echaron a una avioneta, o sepa la fregada qué sería, para llevarlo al otro día al Campo Militar Número Uno de la Ciudad de México, según decían A mí también me llevaron por carretera, con Isabel, su hijita, a mi hijo más chiquito Conrado y a mi otra hija Bartola A Isabel y a su niña las pusieron en una celda aparte, cerquita de nosotros Nos caían un general y varios soldados Nos hablaban recio y a Isabel le gritaban que la iban a desaparecer y a la niña también Con el desgraciado general, que sólo me acuerdo de su nombre, un tal Alejandro, nos palabreamos, porque cuando nos metieron me dijo: "Ah, usted es la mamá de Lucio Cabañas" "Sí que lo sabe, le dije, se hace usted bembo o tonto" ¿Cómo no iba a saber quién era yo si había sido uno de los que me habían mandado detener? Me robaron todas mis cosas y únicamente tengo esta fotografía que te enseño ?¿Cuánto tiempo estuvo detenida allí? ?Por dos meses no cumplí los dos años encerrada Los jijos nomás me daban de comer bolillo, ora sí que a pan y agua, y a veces tortilla, las tres veces al día ?Del rescate de Figueroa se dijo que usted había recibido, de parte de Lucio, mucho dinero ?Ese rumor dejó correr el gobierno, pero mi hijo nunca me anduvo trayendo dinero, escasamente una vez me trajo unos centavos para que me saliera yo de aquí, me mandó decir que me iban a buscar Me fui a Acapulco un tiempo y luego a Tixtla, donde interné a mi nuera y donde nos agarró la policía Ahora andan diciendo que su hijo quiere ser gobernador Dios nos libre, no queremos más derramamientos de sangre ?Al paso de los años ¿qué piensa usted ahora? ?Qué piensa uno Todavía tengo la esperanza de ver vivos a mis hijos Lucio y Manuel y libre a David Aunque me digan que Lucio está muerto, pienso que está vivo Pero si está muerto, que el gobierno me entregue su cadáver ?¿Qué pasó con su cadáver? Se dijo que había sido enterrado en Atoyac ?No es cierto, fue mentira Yo lo busqué mucho, nunca lo encontré, ni lo presentaron, fueron puros engaños No sé pa' dónde lo fueron a tirar No sé nada ?¿Y qué piensa de su lucha en la sierra? ?Lucio nunca me dijo nada hasta que ya andaba en la guerrilla Siempre luchó por los pobres, para sacarlos de la pobreza Pero ya ves que aquí nada se puede en contra del gobierno Pero es una historia muy larga que no termina Y sólo me queda rezarle a Dios ?¿Cómo recuerda a Lucio? ?Con mucha tristeza Me siento orgullosa de haber parido a hijos valientes, pero es muy grande el sufrimiento Lo único que tengo es coraje A poco crees que si el gobierno fuera buena gente, tendría a tanto inocente desaparecido y encarcelado En cambio a los ladrones, a esos sí los enriquece y los deja libres para que vayan a ladronear más Y uno muriéndose aquí, mírame aquí sola voy a morir sola, pero eso sí, ante ningún desgraciado me humillo Doña Rafaela le pide a su nieto Marco Antonio, quien llegó de visita, que ponga el caset de su hijo Pablo para que lo escuche el reportero Se escuchan entonces las guitarras del Trío Atoyac y la voz de Pablo con su canción Recuerdo a Lucio Cabañas, mientras la mirada de "doña Rafa" se pierde en la inmensidad de la sierra y en sus recuerdos: Este es el corrido de un hombre valiente, este es el corrido que quiero cantar, un llanto en la sierra, le espera su gente sin saber que nunca podrá regresar (Proceso 0837/ 16 de noviembre de 1992)

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