El beso que el presidente Vicente Fox dio al Papa Juan Pablo II cuando este llegó a México, en lo que fue su visita pastoral número 97, no sólo es una violación a la Constitución, sino muestran la esquizofrenia política y legal del mandatario Así lo considera el profesor de la Escuela Libre de Derecho, desde hace 25 años, Elizur Arteaga, en entrevista con este semanario, publicada en su número 1344 que empieza a circular a partir del domingo 4 de agosto "Hay una contradicción de valores de ambos", dice el investigador, tras destacar que "Fox estableció una dicotomía: ser ciudadano común y corriente, para besarle la mano a un jefe de Estado como el del Vaticano", y a su vez Juan Pablo II recibió a dos personas que tienen una relación adúltera, según el catolicismo "Y todo por conveniencia", sentenció En la entrevista con Proceso, el profesor en derecho opinó que la actitud del presidente es tan contradictoria que Juárez se estaría "revolviendo en su tumba porque Fox violó todas las leyes de Reforma"