El 11 de septiembre y sus efectos en México: una visión estadunidense
Muchos analistas mexicanos han escrito sobre los efectos del 11 de septiembre en las relaciones entre México y Estados Unidos En contraparte, los analistas estadunidenses se han ocupado poco ?o casi nada? en abordar dichas efectos David W Dent --profesor de ciencia política de Towson University en Baltimore, y autor y editor de importantes libros sobre América Latina? incorpora esta visión estadunidense sobre México y el 11 de septiembre del 2001 en la Enciclopedia sobre México Moderno Editado este año por Scarecrow Press, el libro ?que incluye fotografías de Proceso-- aborda la historia del México contemporáneo: sus hombres, sus instituciones, sus regiones, su arte y su cultura, su desarrollo económico, sus dilemas políticos?
Proceso reproduce a continuación la parte relativa a los efectos del 11 de septiembre en las relaciones entre México y Estados Unidos
El ataque suicida simultáneo contra las ciudades de Nueva York y Washington, perpetrado por terroristas supuestamente asociados con la red Al Qaeda de Osama Bin Laden, ha tenido un impacto profundo en las relaciones entre México y Estados Unidos
Se estima que el número de mexicanos muertos en el ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center asciende a 19 Sin embargo, las investigaciones federales que siguieron a los ataques del 11 de septiembre terminaron con sólo un mexicano detenido por las autoridades estadunidenses por violar las leyes de inmigración
Los acontecimientos del 11 de septiembre influyeron en México y en las relaciones entre este país y Estados Unidos de cuatro maneras
La primera: los ataques reavivaron el principio profundamente enraizado de soberanía y no intervención, que forma parte de las relaciones exteriores de México Las efusivas promesas de amistad que hizo el presidente Fox durante una visita de Estado que duró cuatro días a Estados Unidos se desvanecieron después del 11 de septiembre, forzando al presidente mexicano a caminar por una cuerda floja entre las presiones políticas domésticas y los compromisos que le había hecho al presidente Bush una semana antes
Los dos partidos más grandes de la oposición ?el PRI y el PRD-- advirtieron a Fox sobre los peligros de ofrecer demasiado a Estados Unidos en su respuesta militar al terrorismo El residuo del "antiamericanismo" de los mexicanos se hizo evidente en una encuesta que se llevó a cabo después de los ataques, con 435 usuarios de Internet ?obviamente, no representan la población en general--, quienes respondieron: "No es nuestra lucha" y "ellos (los estadunidenses) lo merecían por todo lo que han hecho en el resto del mundo"
Inmediatamente después de los ataques, el presidente Vicente Fox fue criticado por no reunir a los mexicanos en demostraciones nacionales de solidaridad y condolencia, como las que tuvieron lugar en Europa Luego de dos semanas de riñas políticas internas, el presidente Fox regresó a Estados Unidos y le dijo al presidente Bush: "Somos amigos, somos vecinos, somos socios, y queremos dejar en claro que esto significa el compromiso en todos los sentidos, y que mantendremos nuestros promesas"
La segunda: los ataques terroristas contribuyeron a hacer más amplia la cooperación entre Estados Unidos y México en las cuestiones referentes a la frontera El presidente Fox ofreció ayudar a Estados Unidos proporcionándole información de inteligencia sobre los sospechosos de terrorismo, rastreando el flujo de dinero que supuestamente estuviera asociado con los terroristas y traficante de drogas, y manteniendo el orden a lo largo de toda la frontera internacional de México
El presidente Fox también prometió acabar con los contrabandistas de personas a lo largo de la frontera La reforzada seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos y una dramática disminución en el cruce ilegal pareció poner al fuego vivo, nuevamente, la idea de una amnistía general para los indocumentados mexicanos que viven en Estados Unidos
Con la frontera en alerta máxima, las personas de ambos lados vieron restringidos sus viajes Muchos expertos en asuntos de la frontera arguyeron que este patrón es sólo temporal y que se necesita aún una solución para la inmigración ilegal
Poco después de los ataques, México detuvo e interrogó a cientos de personas originarias del Medio Oriente, y llevó a los "cazadores estadunidenses de hombres" hasta donde estaban los terroristas sospechosos Los esfuerzos posteriores al ataque para reforzar la frontera parecieron interferir con los planes anteriores del presidente Bush de abrir más la frontera a la inmigración mexicana y de crear un nuevo tipo de programa de "trabajadores temporales" para manejar el estatus de los trabajadores ilegales
La respuesta de Bin Laden a Estados Unidos recordó a algunos mexicanos el ataque terrorista a Columbus que hizo Pancho Villa en 1916, en Nuevo México Los villistas mataron a 18 soldados antes de escapar a través de la frontera En venganza, el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, envió a 100 mil hombres en una expedición de castigo hasta los lejanos desiertos del norte de México en busca del evasivo bandido terrorista Villa nunca fue capturado por las fuerzas estadunidenses, pero se las arreglaron para detener la amenaza que el "terrorista" constituía para Estados Unidos
La tercera: los ataques del 11 de septiembre alteraron los prospectos de dos de los hombres nominados por Bush en puestos claves de la diplomacia Al hacer un llamado a los gobiernos de los países latinoamericanos para que unieran su opinión en contra del terrorismo y los "malhechores" que lo cometen, el presidente se las arregló para hacer prevalecer sus nombramientos utilizando su propia retórica
A pesar del desabrido historial de haber apoyado a los escuadrones de la muerte estadunidenses mientras era el embajador de Reagan en Honduras, en los años 80, el Senado de Estados Unidos aprobó el 14 de septiembre la nominación del senador John Negroponte, expresando que Estados Unidos necesitaba a alguien que manejara, inmediatamente, los sensibles problemas diplomáticos en las Naciones Unidas Muchos mexicanos vieron la nominación de Negroponte como un premio diplomático para un terrorista que orquestó la guerra contra los sandinistas de Nicaragua durante los años 80
El otro caso, Otto J Reich, cuya dilatada nominación para ser subsecretario de Estado para el hemisferio occidental estaba atascada debido a su estrecho vínculo con el terrorista antiCastro Orlando Bosch, acusado de poner la bomba que mató a las 73 personas que iban a bordo de una arolínea cubana, en 1976 Un héroe para la comunidad del exilio de Miami, Bosch recibió un perdón presidencial del Presidente George W Bush en 1992, a pesar de su entrada ilegal a Estados Unidos y de ser juzgado anteriormente por cargos de terrorismo
Algunos de los firmes seguidores de Reich querían una prórroga del nombramiento, que no requería la aprobación del Senado Sin embargo, las conexiones de Bosch preocuparon a muchos jueces en Washington, quienes arguyeron que el nominado cubanoamericano no merecía ni una audiencia en el Senado ni un voto
Ignorando la voz del Senado de Estados Unidos, el presidente Bush recurrió a la prórroga del nombramiento en enero de 2002, y el controversial Otto Reich asumió la posición de director del Departamento de Estado para los asuntos del Hemisferio Occidental Muchos en Ciudad de México, y en toda América Latina, se quedaron espantados por el simbolismo negativo y la hipocresía de la determinación de Bush al poner a un nominado con estrechos lazos con el conocido terrorista de Miami, mientras hacía un llamado para la total cooperación en la guerra contra el terrorismo
Cuarta: los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001 contribuyeron a que floreciera una solidaridad regional expresada a través de resoluciones que fueron aprobadas por la Organización de Estados Americanos En un discurso en la sede de la OEA, en Washington, DC, antes de los ataques terroristas, el presidente Fox dijo que el tratado de mutua defensa del hemisferio conocido como el Tratado de Río era "obsoleto e inútil" e insinuó que México podría salirse del acuerdo Una vez que la OEA decidió invocar el Tratado de Río a mediados de septiembre, algo que no se había hecho en décadas, Fox sólo pudo reafirmar sus dudas y continuar con la resolución que había sido aprobada por los demás estados miembros, debido, en parte, por su importancia para Estados Unidos
Las tensas relaciones entre Estados Unidos y México producidas por los ataques terroristas se hicieron evidentes en la manera en que el segundo país fue forzado a caminar por una fina línea entre sus expresiones de apoyo a Washington para la guerra contra el terrorismo y la preferencia de México por la diplomacia y la negociación por encima de la acción militar
Aunque el presidente Bush nunca pidió que México lo proveyera con tropas para unirse a la coalición militar multinacional, Fox dejó en claro que México nunca comprometería tropas para este propósito Algunos declararon que era importante que México se mantuviera a raya, porque cooperar tan estrechamente con Estados Unidos era equivalente a someterse a éste Otros expresaron que México debería de convertirse en un "amigo justo en los buenos momentos" para mantener su "relación especial" con su vecino del norte