Pactos inconfesables
México, D F (apro)- El Segundo Informe de Gobierno de Vicente Fox fue, antes que nada, la confirmación pública del amasiato y la complicidad que, desde hace 14 años, han venido enriqueciendo y reforzando PRI y AN para "repartirse el país"
En 1988, cuando ambas fuerzas políticas vieron cómo el Frente Democrático Nacional (FDN) les ganó la delantera con la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, Carlos Salinas ofreció a los panistas que, en vez de pelearse, se repartieran el país Y así ha ocurrido desde la quema de las boletas electorales, la gubernatura de Ernesto Ruffo y la aprobación de las iniciativas salinistas por parte del PAN, hasta la autorización bipartidista del Fobaproa y el triunfo de Acción Nacional en la contienda por la Presidencia de la República, en el sexenio de Ernesto Zedillo
Claro está que, durante todo ese tiempo, tanto los tecnócratas priistas como los gerentes panistas han tenido que desvirtuar, no sin resistencias internas, sus propios idearios de partido, al mismo tiempo que conciben fórmulas y mecanismos para cooptar, neutralizar o satanizar, según sea el caso, a un tercero excluido que no han podido aniquilar: el PRD
Fue este partido incómodo el clavo en el zapato del segundo informe El mismo al que, unos días antes de su ceremonia ante el Congreso, Fox excluyó de la reunión donde él y los dirigentes de PAN y PRI hablaron en secreto de lo único que importa a Estados Unidos y a los tecnócratas y gerentes que pretenden alternarse en el poder: la privatización del sector energético
Fue el PRD excluido así mismo del discurso cuando, haciendo a un lado sus promesas de reformar el Estado buscando el consenso de todas las fuerzas políticas, Vicente Fox expuso que el periodo de transición había acabado y que, de ahora en adelante, procurará que las reformas se realicen mediante la "construcción de mayorías"
Es obvio que Fox ya recibió, por parte del dirigente priista Roberto Madrazo, seguridades de que, por lo menos, no interferirá para que los legisladores de su partido aprueben la iniciativa tendiente a modificar la Constitución para privatizar el sector eléctrico E inclusive, frente a las suspicacias que levantó aquella reunión, el presidente se sintió en la necesidad de aclarar en este informe que ninguno de esos encuentros privados "cobijará pactos inconfesables ni consentirá impunidad"
El PRD, seguro de que esos "pactos inconfesables" ya están en marcha, abandonó la sesión del Congreso en el momento en que el nuevo rostro de la exclusión perredista, Beatriz Paredes, se disponía a responder, obsequiosa y vergonzante, el mensaje presidencial
Este personaje femenino, que tuvo signos de sensibilidad e inteligencia con motivo de la marcha zapatista pero se hundió en un pantano moral tras su derrota ante Madrazo, confirmó, en un arranque de ira y de soberbia, el amasiato, la complicidad, el pacto inconfesable que ahora existe con el presidente Fox y su partido
Enfática y admonitoria después de la estampida perredista, dijo al auditorio que los legisladores que se habían marchado del recinto camaral representaban sólo once por ciento de los integrantes del Congreso de la Unión, aunque su condición de minoría no era, por supuesto, obstáculo para que ella, magnánima, les prodigara su "respeto"
Si Beatriz Paredes tuviera memoria y se viera en el espejo, recordaría que esos mismos mohines de desprecio tuvieron hace tiempo sus correligionarios ante los integrantes de la Corriente Democrática del PRI ?quienes originaron el "partido incómodo" que ahora gobierna buena parte del país, empezando por la capital de la República--, y si la humildad resultante de la memoria y del espejo la llevara a tomar en cuenta la opinión del simple ciudadano, tal vez le serviría saber ?al igual que a sus cómplices panistas? que 51 por ciento de la gente, consultada en una muestra de El Universal, considera que "ya es hora de que otro partido diferente de PAN y PRI llegue a la Presidencia de la República"
Y es que, a veces, en política las preferencias del electorado se inclinan por esas "despreciables" minorías donde aún alientan, sin embargo, el patriotismo, los principios y la dignidad?