Análisis político: Militares que se rebelan

martes, 14 de octubre de 2003 · 01:00
México, D F, 13 de octubre (apro)- Aún no nace y su posible concreción ya tiene inquieta a la cúpula militar Si la Alianza Nacional Revolucionaria (ANR), que aglutina al mayor número de generales, almirantes y oficiales de distintos rangos “en situación de retiro” pasa de ser una agrupación política nacional, con reconocimiento del Instituto Federal Electoral (IFE), a un partido, se estaría ante un hecho que no se vivía en la cúpula castrense desde principios de los años 50 del pasado siglo, cuando el general Miguel Enríquez Guzmán lanzó su candidatura presidencial contra Adolfo Ruiz Cortines y creó su propio partido, en el que estuvo, por cierto, el general Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa con Gustavo Díaz Ordaz La aparición de un partido político integrado en su mayoría por militares retirados, ha movilizado a los agentes del espionaje militar --la Sección Segunda (S-2) del Estado Mayor de la Defensa Nacional--, quienes han registrado cuáles son los movimientos y proclamas de los militantes y quiénes son los más entusiastas en esta aventura política Este hecho no tendría relevancia si no fuera porque el trabajo de la S-2 se centra en recopilar y analizar información de todo lo relacionado con la seguridad nacional, pero como fue el propio presidente de la organización, el general de División Jesús Esquinca Gurrusquieta, el encargado de llevar hace unas semanas a una reunión de trabajo a un militar con rango mayor --oficial en el activo perteneciente a la S-2--, como “invitado”, el hecho motivó inconformidad y descontento, lo cual se suma al desconcierto entre varios integrantes de la Alianza por la forma en que el exdiputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha manejado el procedimiento para la creación del partido Esquinca no es bien visto por varios generales, quienes tuvieron puestos y responsabilidades clave en las últimas administraciones en la Secretaría de la Defensa Nacional, de ahí que vean con escepticismo el llamado, sin que dejen de pensar que la idea podría ser buena La desconfianza es porque durante la administración del general Juan Arévalo Gardoqui, al frente de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), se le involucró con un desfalco en la Dirección de Granjas de la Secretaría, lo cual, sumado a su “gris trayectoria” como militar en activo y como diputado del PRI, no constituye motivo de confianza, según lo han señalado generales como Luis Garfias Magaña, excompañero de Legislatura y crítico del dirigente de la ANR, y quien se ha sumado, por invitación del general Rafael Paz del Campo, a la creación del partido Aunado a esto, hay otros generales a quienes Esquinca no les pidió su autorización para incluir su firma en la carta de invitación que se ha enviado desde hace más de un mes a los militares retirados para sumarse al partido en toda la República Algunos de ellos opinan que en el momento en que Esquinca coloque al partido al servicio del secretario de la Defensa, Gerardo Clemente Vega García, en ese momento la ruptura será inminente, sobre todo porque hay un sector entre quienes integran la Alianza que busca, de alguna manera, abrir opciones de representatividad política a la milicia para actualizar leyes --con más de 75 años sin cambios, que nadie mejor que ellos conocen-- y legislar para ese sector de la población que, de alguna manera, queda en el olvido cada vez que se habla de “quienes han servido a la patria”

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