México, D F, 1 de octubre (apro)- “La vieja crisis agropecuaria, profundizada por la apertura comercial y la ausencia de políticas de apoyo, se ha traducido en un estancamiento de la producción, pérdida de la autosuficiencia alimentaria y déficit de su balanza, así como en el incremento de la pobreza rural y, en consecuencia, en abandono de tierras, migración, desnutrición y malestar social”, afirmó Jorge Basave, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM Basave Kunhardt dijo que “en México se resta importancia a la autosuficiencia alimentaria”, por lo que “los apoyos a los productores de granos básicos y otros alimentos han disminuido en los últimos años” Durante la inauguración del XXIII Seminario de Economía Agrícola, “El campo mexicano frente al neoliberalismo y la apertura comercial”, Basave señaló que "en la práctica, se considera que, dentro de este nuevo esquema de desarrollo y con el propósito de cumplir los objetivos en materia de política económica, es preferible que el país adquiera en el mercado internacional, a precios bajos, los productos agropecuarios, cuya producción interna es más costosa “Sin embargo, el examen de la balanza comercial agroalimentaria de México y Estados Unidos nos muestra un déficit crónico, que tiende a incrementarse a partir de la apertura y de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, agregó Según el investigador, durante el periodo 1989-1993 este rubro registró un saldo negativo de 635 millones de dólares en promedio anual, y para 1994-2000, la cifra se incrementó a mil 75 millones de dólares “Si bien es cierto que las exportaciones de productos agroalimentarios se incrementan de manera importante en esos dos periodos, al pasar de 2 mil 500 millones de dólares a tres mil 995 millones en promedio anual, también lo es que este dinamismo no alcanza a compensar el crecimiento aún más rápido de nuestras importaciones, que pasaron de tres mil 135 millones de dólares en promedio, a cinco mil 69 millones de dólares en el periodo 1994-2000 “Los acuerdos comerciales permiten a Estados Unidos aprovechar sus ventajas competitivas en una amplia gama de productos, como lácteos, cárnicos, frutas y granos básicos “Así, la vieja crisis agropecuaria, profundizada por la apertura comercial y la ausencia de políticas de apoyo, se ha traducido en un estancamiento de la producción, pérdida de la autosuficiencia alimentaria y déficit de su balanza, así como en el incremento de la pobreza rural y, en consecuencia, en abandono de tierras, migración, desnutrición y malestar social”, señaló Basave añadió que, actualmente, 38 millones de mexicanos que viven en localidades de menos de 15 mil habitantes, dependen del sector primario y de sus actividades económicas “La Población Económicamente Activa (PEA) agropecuaria, que representa 207 por ciento del total, sólo contribuye con el cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional En el campo, 80 por ciento de la población rural vive en condiciones de extrema pobreza” En este sentido, consideró que “es preciso reconocer la importancia estratégica del sector agropecuario y rural para el desarrollo económico de México, sustentable y regionalmente ponderado", ya que, explicó,“las naciones pueden impulsar estrategias de desarrollo rural que tiendan a preservar la soberanía alimentaria, con el fin de incorporarse al mundo globalizado en condiciones menos desfavorables para sus intereses” En el seminario participan especialistas con experiencia directa en los problemas del campo Habrá representantes de la UNAM, la UAM, las universidades autónomas de Chapingo, Coahuila y Colima, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, Canacintra, Instituto Nacional de Nutrición, Asociación Integral de Empresas Comercializadoras, El Colegio Mexiquense, Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, El Colegio de México, CNC, UNTA, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos (Sagarpa) y el Instituto de Estudios de la Revolución Mexicana