Análisis político: Caracoles

jueves, 13 de noviembre de 2003 · 01:00
México, D F, 12 de noviembre (apro)- Ahora que cumple 10 años de haberse dado a conocer públicamente y que celebra los 20 de su fundación, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) curiosamente ha cerrado las puertas de los Caracoles, su última apuesta para vincularse con la sociedad civil, donde se realizarán los festejos del 15 al 20 de este mes Con la decisión de celebrar en privado el subcomandante Marcos ha mandado una señal clara a las agrupaciones civiles y a la prensa nacional e internacional de que no quiere que ojos y oídos ajenos al movimiento registren lo que habrá en los Caracoles de Morelia, Roberto Barrio, La Garrucha, La Realidad y Oventic, lugares que marcan el territorio de mayor influencia zapatista en todo Chiapas La paradoja de esta decisión anunciada apenas el lunes pasado por Marcos, a través de un comunicado, es evidente porque en otro comunicado publicado apenas en agosto, el jefe militar del zapatismo chiapaneco había dicho que él dejaba de ser el vocero de las comunidades de base y que para ello hablarían las Juntas de Buen Gobierno instaladas en cada uno de los cinco Caracoles Pero no sólo resulta ser una paradoja que Marcos nuevamente sea el vocero del zapatismo indígena, sino que apenas la semana pasada en algunos de estos cinco ejidos las comunidades hacían los preparativos para una celebración a puerta abierta, para que la sociedad civil y la prensa presenciaran lo que ahí ocurriría Inclusive, en algunas de las cañadas las comunidades de base zapatistas y el llamado pueblo creyente de la Diócesis de San Cristóbal ya hacían planes de realizar una especie de peregrinación hacia los cinco Caracoles, como parte de las festividades Sin embargo, los Caracoles serán cerrados por orden de Marcos y la pregunta es por qué Según el subcomandante es para que las comunidades en resistencia únicamente se dediquen a celebrar el 20 aniversario del nacimiento de su movimiento No obstante esta explicación deja más dudas Si en estos diez años los zapatistas han caminado más por la vía de la política pública que por la lucha armada, ¿por qué cierran las puertas a quienes más le han ayudado desde 1994 como son las organizaciones sociales, que en varios momentos pararon las intentonas del gobierno federal por aniquilar violentamente este movimiento indígena? Muchos de los simpatizantes de Marcos y de los zapatistas chiapanecos podrán argumentar que ellos están en su derecho de festejar en privado su aniversario porque, además, se encuentran en “territorio autónomo” Pero eso no sería el punto de discusión, sino preguntar a los propios rebeldes y a Marcos ¿por qué hace diez años sí abrieron a la sociedad civil y a la prensa esta misma celebración y, sobre todo, por qué impiden que haya un registro de lo que ahí se diga o se haga? ¿Es que acaso piensan que el EZLN sigue siendo una organización clandestina luego de un decenio de transitar en la vida pública? Dice el viejo dicho que no hay que hacer cosas buenas que parezcan malas y, en el caso de Marcos, lo mejor sería que comenzara a abrirse a la posibilidad de una crítica a lo que ha hecho en estos diez años, a pesar de que esto no le guste a nadie, mucho menos a sus propios seguidores Marcos solamente en dos ocasiones ha hecho un intento de autocrítica El primero de ellos fue precisamente hace diez años, el 17 de noviembre de 1994 en el ejido de Guadalupe Tepeyac, una de sus principales bases entonces En aquella ocasión el jefe militar del EZLN admitió que había caído en un protagonismo exagerado y que ello había desviado la atención a las verdaderas causas del movimiento indígena chiapaneco: salud, justicia, libertad, techo, democracia, entre otras Sin embargo, pronto se olvidó de esta evaluación y nuevamente cayó en el protagonismo al que acostumbró a los suyos y a los de afuera Ahora, que están por cumplirse diez años de que el EZLN se dio a conocer públicamente, Marcos vuelve a hacer una pequeña autocrítica a su desempeño como jefe del movimiento, así como a las acciones que decidieron ejecutar “Si pudiera regresar el tiempo, lo que no volveríamos a hacer es permitir y… promover… que se haya sobredimensionado la figura de Marcos”, admite el propio subcomandante en apenas un párrafo de “autocrítica” en el libro “20 y 10 el fuego y la palabra”, escrito por Gloria Muñoz, una reportera que se convirtió en una de las principales defensoras de la figura de vocero zapatista Entre las comunidades zapatistas aseguran que la idea de los Caracoles no fue de Marcos, sino de un dirigente indígena tzeltal llamado Francisco Gómez, quien era conocido también como el “Señor Ik” –así le llaman al viento “negro” que apenas se percibe en la selva lacandona--, el cual se distinguió por ser uno de los primeros eslabones entre los dirigentes mestizos y los líderes indígenas cuando iniciaba el EZLN La idea de Francisco Gómez era hacer crecer al movimiento en una especie de espiral –de ahí la figura del Caracol-- de tal manera que cada círculo significaba la suma de algún grupo social, político, religioso y campesino El crecimiento sería de afuera hacia adentro para tomar mayor fortaleza en cada una de las regiones indígenas Así fue como nacieron los Caracoles Pero a diez años de la lucha zapatista y 20 de su nacimiento, la pregunta que se hacen propios y extraños es si bajo el mando de Marcos estos Caracoles han seguido la idea original de crecer hacia el interior, ya que muchas las agrupaciones sociales, campesinas e incluso indígenas que le dieron origen al EZLN ahora han dejado de apoyarlo con la misma fuerza de antaño, debilitando las alianzas que el zapatismo logró en las cañadas desde 1983 No se necesita ser enemigo de un movimiento que ha luchado contra la represión, el racismo y la marginación del gobierno local y federal para reconocer que las condiciones en el país han cambiado y que ahora el EZLN atraviesa por una etapa de crisis porque ninguna de sus apuestas de alianza con la llamada sociedad civil ha fructificado ¿Será por eso que Marcos decidió cerrar las puertas de la celebración? Es pregunta Comentarios jgolmos@procesocommx

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