Análisis PolÃtico: El PRI, vivir en la mentira
México, D F, 13 de noviembre (apro)- El desprecio que la mayorÃa de los mexicanos siente por los polÃticos, que se traduce en cada vez más sistemático repudio a los procesos electorales, tiene que ver sobre todo con la corrupción, que no sólo es robarse los dineros del erario, sino la ineptitud y el incumplimiento de promesas en campaña
Los saqueos cometidos inclusive en nombre de la ley, como la operación del rescate bancario mediante el Fobaproa, y el ineficaz desempeño de muchos altos servidores públicos fueron abonando, en la época del PRI, la derrota que le propinaron a ese partido los ciudadanos el 2 de julio del 2000, cuando se hartaron de sucesivas promesas de bienestar social
El PRI parece no haber aprendido la lección y, una vez más, recurrió al engaño mediante el cual observó una relativa recuperación en las elecciones de julio, tres años después de la histórica derrota Ahora resulta que aprueba lo que, en campaña, rechazó y que le dio votos
Hay dos ejemplos claros al respecto: imponer una tasa de 10 por ciento a alimentos y medicinas, y promover la privatización del sector energético, particularmente de la industria eléctrica
En ambos casos no se diferencian, en el fondo, las propuestas del PRI con la del gobierno de Vicente Fox y el PAN, aunque haya --desde polÃticos de esos dos partidos polÃticos hasta articulistas-- que lo justifiquen con la engañifa de que se trata de algo positivo para la nación
Al margen de si, efectivamente, esas medidas paliarán la honda crisis que padece el paÃs, en el caso del PRI es preciso insistir que eso no fue lo que ofreció a los ciudadanos mexicanos en las campañas por las diputaciones federales Este es el punto
En un paÃs en que los partidos polÃticos tienen el monopolio de la representación popular, conforme a la fracción primera del artÃculo 175 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), lo elemental es exigir congruencia que, a la luz de lo que se aprecia en esta coyuntura, es lo que menos tiene el PRI, pero al que está obligado precisamente por esa legislación
En efecto, en PRI, como todos los partidos polÃticos legalmente registrados, tiene la obligación de “presentar y obtener el registro de la plataforma electoral que sus candidatos sostendrán a lo largo de las campañas polÃticas”, una disposición que busca precisamente evitar que se ofrezca una cosa y se haga exactamente lo contrario
Por eso, también, el Cofipe exige a los partidos polÃticos que aspiran a presentar una declaración de principios y, en congruencia con ellos, su programa de acción y los estatutos que normen sus actividades, según lo establece el artÃculo 24
En la declaración de principios se debe establecer, como en el caso del PRI, el compromiso de observar la Constitución y de respetar las leyes e instituciones que de ella emanen; los principios ideológicos de carácter polÃtico, económico, social, asà como la obligación de no aceptar pacto o acuerdo que lo sujete o subordine a cualquier organización internacional o lo haga depender de entidades o partidos polÃticos extranjeros
Si el Cofipe exige que el partido polÃtico no solicite, o en su caso rechace, toda clase de apoyo económico, polÃtico o propagandÃstico proveniente del extranjero o de ministros de culto o de empresas mercantiles, es porque se trata de evitar que poderes al margen de la ley introduzcan una distorsión que los comprometa por encima de los ciudadanos que les proporcionaron su voto
Pero tan grave es violentar estas disposiciones como el incumplir la plataforma electoral legalmente registrada, como en el caso del PRI sobre los impuestos a alimentos y medicinas
“Rechazamos cualquier propuesta de gravar la alimentación de las clases populares y la salud de la población, que tenga como un fin en sà mismo el aumento de la recaudación sin contemplar polÃticas que fortalezcan la red de protección social”, dice la plataforma electoral con la que hicieron campaña los candidatos del PRI a diputados federales
Y en el caso de la disposición de la cúpula priista para apoyar las reformas al sector eléctrico que proponen Fox y el PAN, es lo mismo, si se recuerda a lo que se comprometieron los candidatos en sus respectivas campañas:
“Defender lo establecido en los artÃculos 27 y 28 de nuestra Carta Magna en materia energética y que los organismos responsables de estas actividades, Pemex, CFE y LFC, sean fortalecidos y operados con eficiencia para el beneficio y desarrollo de la nación”
El PRI bien puedo copiar, tal cual, la plataforma electoral del PAN, que efectivamente planteaba, aunque de manera oscura, la privatización y la elevación de impuestos, y entonces los ciudadanos discernir si eso era lo conveniente y proporcionarle legÃtimamente su voto
Pero el PRI, como en toda su historia salvo excepciones que confirman la regla, optó otra vez por la mentira y la simulación, por esa generosidad en el discurso y una actitud miserable en la realidad Esta incongruencia, que también es corrupción, la pagará
Comentarios: delgado@procesocommx