Responsable, el sistema de Justicia

martes, 25 de noviembre de 2003 · 01:00
México, D F, 24 de noviembre (apro)- La parte sustancial del informe especial que será presentado el martes al presidente Vicente Fox, fue adelantado por Proceso en la edición que circula A continuación reproducimos el reportaje de Raúl Monje: El informe especial de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuyos resultados se darán a conocer este martes 25, confirma que las investigaciones realizadas en los 10 últimos años por las autoridades municipales, estatales y federales adolecen de graves omisiones y deficiencias, de las que se desprenden responsabilidades administrativas y penales Además, sostiene que la mayoría de los homicidios y desapariciones siguen impunes debido a “la omisión por parte del Estado mexicano de cumplir con el deber de identificar a la víctima del delito y de perseguir al probable responsable, lo cual representa, por sí mismo, una infracción al deber de prevención de violaciones a los derechos a la vida, libertad, seguridad jurídica, legalidad, integridad física, seguridad pública, debida procuración de justicia…”, así como a la obligación de actuar con prontitud y diligencia El equipo de 20 visitadores adjuntos de la CNDH que durante 11 meses realizó estudios de campo, revisó expedientes y localizó y recopiló información y testimonios complementarios, desestimó, particularmente, el trabajo desarrollado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua en el esclarecimiento de los 262 homicidios y cuatro mil 587 reportes de desapariciones de mujeres Con las evidencias obtenidas, afirma que la procuraduría estatal no tiene bases jurídicas para declarar resueltos algunos casos, cuando la víctima ni siquiera ha sido identificada, el móvil del delito no se ha esclarecido y se desconoce la identidad del o de los probables responsables “Resulta un tanto menos que imposible admitir que un caso de homicidio o desaparición pueda considerarse resuelto en esas condiciones” Subraya también que las autoridades estatales no han logrado ubicar un solo caso en donde se determine la probable responsabilidad en alguna desaparición Más aún, refiere que la procuraduría estatal desconoce el destino de 2 mil 415 expedientes abiertos por desapariciones y que de los 2 mil 166 restantes, cuyas indagatorias se iniciaron en 1998, sólo entregó a los visitadores adjuntos de la CNDH un total de 391 Puntualiza la CNDH: “Las investigaciones generalmente continúan paralizadas, sin que se aprecien diligencias adecuadas para lograr en 37 casos identificar a la víctima del delito y en 11 lograr la ubicación del probable responsable Incluso, se ha llegado al exceso de someter al examen de polígrafo a los familiares de las víctimas de homicidio y desaparición, como medio de investigación para configurar la posible comisión de un delito” Las irregularidades En su informe especial, la CNDH da cuenta de situaciones inverosímiles documentadas a lo largo de su investigación, como el hecho de que una funeraria particular funcionaba como Servicio Médico Forense “sin que el agente del Ministerio Público ejerciera un control debido de los trámites relativos a la inhumación de cadáveres” Otro caso es el de una víctima no identificada al que se le asignó la cédula 70-F La CNDH recibió información en el sentido de que el expediente se encontraba en trámite, pero al revisar las actuaciones judiciales advirtió que desde el 23 de noviembre de 1998 no se había hecho diligencia alguna Las únicas evidencias que existen en el expediente son el reporte del levantamiento el cadáver, la inspección ocular del lugar del hallazgo, un oficio en el que se solicita al jefe de grupo de la Policía Judicial que realice las investigaciones correspondientes y el parte de éste que indica que realizó una diligencia en el anfiteatro de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez para observar el cadáver La CNDH encontró al menos 111 casos en circunstancias similares “La información proporcionada por las autoridades estatales resulta incongruente; no dan cuenta puntual y clara del problema y los informes no están concentrados en una oficina especializada, lo que impide conocer a cabalidad el trabajo desarrollado” Destaca que saltan a la luz las diferencias en cuanto al número de víctimas de homicidio, así como la situación de abandono que pesa en el esclarecimiento de las desapariciones de mujeres En el curso de sus investigaciones, la CNDH detectó 26 casos de homicidios y desapariciones, de los cuales cinco ocurrieron en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua; 16 en León, Guanajuato, y cinco en Nogales, Sonora Los visitadores adjuntos determinaron que aun cuando cuentan con un patrón aparentemente diverso, los 26 casos son manifestaciones de violencia contra la mujer Otras irregularidades encontradas en las investigaciones son las siguientes: --El levantamiento de los cadáveres no se hizo con los procedimientos adecuados; los informes oficiales carecen de datos que permitan identificar plenamente a las víctimas, conocer la mecánica de los hechos, si las víctimas fueron objeto de una agresión sexual antes de ser asesinadas y, por si fuera poco, tener ubicado el destino de la víctima “Varias de las mujeres que fueron privadas de la vida aparentemente fueron inhumadas sin que exista forma de identificar el lugar” --Los ocho fiscales especiales que han desfilado por la Fiscalía de 1998 a la fecha han manejado la información sin un criterio adecuado y con “absoluta” falta de sistematización “Esta situación propició errores y faltas de apreciación que dejaron en evidencia el desconocimiento preciso de los asuntos y contribuyeron al rezago de las investigaciones” --Las autoridades encargadas de la investigación han desaparecido evidencias y otras más se han perdido accidentalmente, lo cual limita la posibilidad de identificar a un buen número de las víctimas --Los dictámenes periciales adolecen de diversas fallas: falta de orden cronológico en la descripción de las lesiones externas; omisión en la descripción de una somatometría total del cuerpo; descripción parcial de las lesiones, y carencia de resultados de los estudios de anatomía patológica, así como de toxicológica de todos los órganos --Omisiones en la descripción adecuada del lugar de los hechos y de los signos cadavéricos; emisión del dictamen de criminalística días después de la fecha de su intervención, e ineficiente búsqueda de indicios o manchas en los cuerpos de las víctimas --Inconsistencias en los datos, número e información respecto de las víctimas de homicidios --Al menos en 89 de 107 casos sometidos al conocimiento de la autoridad jurisdiccional se observó que las personas involucradas en la comisión de los delitos confesaron de manera “espontánea” su participación ante el Agente del Ministerio Público del estado de Chihuahua, no obstante que con posterioridad declararon ante el juez correspondiente que habían sido sometidos a torturas, malos tratos o amenazas para que se declararan culpables A pesar de las deficiencias en las necropsias y en los exámenes periciales, la CNDH logró determinar las causas de muerte en los 236 casos investigados Fueron estranguladas 58 mujeres; 55 fallecieron por herida de bala; 45, por lesiones con objetos punzocortantes; 28, por traumatismo craneoencefálico; cuatro, por “tamponamiento” cardiaco; una, por asfixia por sofocación; dos, por desnucamiento; una, por intoxicación con monóxido de carbono; una más, por politraumatismo; otra, por contusión, y una por traumatismo cervical En los 39 casos restantes no se logró establecer la causa de la muerte En otra parte de su informe, el órgano responsable de velar por el respeto a las garantías individuales da a conocer, así mismo, los nombres en clave de testigos, servidores públicos involucrados y probables responsables, con el fin de que las autoridades competentes los citen a declarar Y ofrece pruebas sobre las graves irregularidades en que han incurrido “servidores públicos del Estado mexicano” en la investigación sobre los homicidios y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua Coordinado por el segundo visitador, Raúl Plascencia, el equipo comisionado por la CNDH para investigar los homicidios y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez fue el mismo que armó el rompecabezas de la guerra sucia en la década de los setenta y principios de los ochenta en México

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