La democracia que espanta

viernes, 28 de noviembre de 2003 · 01:00
México, D F, 27 de noviembre (apro)- Sin libertad de expresión la democracia es una entelequia, de manera que inclusive las críticas más rotundas contra ella y la añoranza por el autoritarismo ratifican su vigencia Contrapunto de la democracia es la dictadura en sus más diversas expresiones, como la “dictablanda” priista que definió el escritor Mario Vargas Losa, que sofoca expresiones disidentes pero que es, en efecto, más funcional para el procesamiento y solución de conflictos Debido a las evidentes disfunciones del sistema democrático, que no dejan satisfecho a nadie, en México se aprecia una nostalgia por el autoritarismo, y aumentan las voces que claman la mano dura que se ejerció, de manera unipersonal y metaconstitucional, durante décadas Esas voces tienen derecho a expresarse, porque lo contrario sería un despropósito, pero es preciso contrarrestarlas con argumentos por una razón elemental: la pluralidad política e ideológica en consustancial a la democracia Sí, es cierto, desespera la parálisis por la ausencia de acuerdos entre los actores políticos en el Congreso Hartan los escándalos y las vendettas, como las que se aprecian en el PRI, y de las que, por ahora, están soterradas en el PRD y en el PAN Indigna el saqueo de banqueros y grandes empresarios Enfurece la ineptitud gubernamental en los tres niveles Molesta el desbarajuste interno en el gobierno de Vicente Fox Irrita la ausencia de respuesta a los ciudadanos Como en ningún estado de la República, los ciudadanos del Distrito Federal padecen las consecuencias de las manifestaciones callejeras, como las que cotidianamente llegan de muchas partes del país y como la efectuada la tarde del miércoles por miles de mexicanos contra proyectos del gobierno de Vicente Fox que juzgan lesivos al interés nacional Los empresarios, que no marchan porque tienen recursos para pagar desplegados en los medios de comunicación y tienen acceso al poder, repudian estas expresiones porque, en contrapunto, atentan contra… el interés nacional Los jerarcas católicos, acogidos en su mayoría a la comodidad del poder, expresan también lo que a su juicio debiera ocurrir en el país, como la instauración del reino de Dios sobre la tierra, para procurar, desde su óptica, el bien común que nunca se ha traducido en tal Como se ve en este superficial repaso, este coctel de intereses confrontados abortaría, por definición, cualquier acuerdo, tal como se aprecia en la actualidad Eso da miedo Espanta Y no es para tanto, porque tal diversidad representa, en todo caso, una vitalidad que es preciso encauzar a partir de una urgente arquitectura institucional que frene la multiplicación de voces nostálgicas contrarias a la democracia Las voces, todas, tienen derecho a ser escuchadas, y clamar lo contrario sería claudicar en lo que la mayoría está de acuerdo La tolerancia, el respeto al otro, es condición para fortalecer la democracia que se ha edificado más allá inclusive de los partidos políticos Será tardado, y habrá como ahora mucho ruido, pero tendrán que operarse las transformaciones institucionales que hagan eficaz la democracia en México Hay quien piensa que en México debe desechar el régimen presidencialista y optar por un semiparlamentarismo o semipresidencialismo Ideas hay muchas y, en ejercicio de la libertad de expresión, las voces en este tema deben multiplicarse Lo lamentable sería que ganaran las voces que, como ya ha ocurrido, evocan el autoritarismo, ese que sofoca las libertades Es cosa de recordar, a manera de ejemplo, las expresiones golpistas del propietario de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, el 7 de junio de 1999, tras la ejecución de “Paco” Stanley”: "¿Dónde está la autoridad? ¿Para qué pagamos impuestos? ¿Para qué tenemos elecciones? ¿Para qué tenemos tres poderes? ¿Para qué tanto gobierno cuando no hay autoridad?” Tamaño disparate, sobre todo de quien explota una concesión para invocar la mano dura, representa un ejemplo de esas voces nostálgicas que temen a la democracia, porque con el poder omnímodo podían hacer negocios en la impunidad, como los hizo Salinas Pliego con los Salinas de Gortari La democracia, en efecto, no es perfecta ni resuelve por definición problemas, sobre todo de la magnitud que padece México, pero las recetas que atentan contra las libertades, como la de expresión, menos Comentarios: delgado@procesocommx

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